domingo, 17 de marzo de 2024

Consecuencias


 

Después de varios años de oír y leer a ciertos "historieteros" e intelectualillos de lo políticamente correcto, hemos llegado a las siguientes consecuencias:

1º).- Son unos paupérrimos articulistas aficionados.


2º).- Tienen una mente cuadriculada y dogmática.


3º).- Ven las cosas en blanco o en negro.


4º).- Son prepotentes, pedantes, petulantes y engreídos.


5º).- Bajo los mismos esquemas y criterios, enfocan cualquier asunto.


6º).- Cuando escriben sobre personajes y hechos, lo hacen con gran incoherencia e inconsecuencia, ya que emplean códigos distintos: no admiten briznas, y sin embargo, tragan camellos.


7º).- Son incapaces de analizar imparcial y objetivamente, ya que están bajo la presión y opresión de unas ideas tendencialmente dictatoriales que no admiten ni libertades ni discrepancias, y sí bozales, grilletes, látigos y zahúrdas. Y, a pesar de todo esto, se maquillan de demócratas y republicanos.


8º).- El sentido común, punto de partida elemental de cualquier razonamiento, lo tienen infectado por teorías toscas y decimonónicas.


9º).- Tienen la presunta certeza en todo lo que escriben, certeza que es propia de filosofillos vanos, neófitos y atrevidos.


10º).- Como defensores de un credo desmoronado, extinto e impopular, destilan un veneno amargo y una ortodoxia intransigente.


11º).- Sus comentarios son siempre sesgados.


12º).- Son propensos a afrontar cuestiones candentes sin descubrir el panorama en el que se inserta el punto polémico. La logomaquia es su punto fuerte.


13º).- No aceptan la opinión ni la discrepancia de verdaderas autoridades sobre ciertos temas.


14º).- Su estilo de crítica es facilón, populista e inmaduro.


15º).- Quieren transmitir la impresión de que se preocupan por diversos temas, pero cometen el error de atraerlos a su manera de pensar.


16º).- Tienen meteduras de pata, de las cuales no se retractan jamás.


17º).- Odian mucho, aunque digan lo contrario.


18º).- Divulgan ideas basadas en falsedades, tergiversaciones o medias verdades.


19º).- Tienen una aterradora facilidad para admitir lo que “se dice” y darlo por bueno.


20º).- Cuando un asunto no les convence, vierten una capa de mentiras, distorsiones y falsedades.


21º).- El virus ideológico del que están infectados, les produce tal pasión que les quita el conocimiento.


22º).- Como fanáticos, tienden a desplazar la realidad por sus ideas y juzgan a todo el mundo por lo que ellos piensan.


23º).- En vez de usar la palabra para aclarar lo oscuro y lo connfuso, la emplean para enredar más las cosas, debido a sus prejuicios ideológicos.


24º).- Les vienen muy bien las palabras de William Drummond: “El que no quiere razonar es un fanático; el que no sabe razonar es un necio; el que no se atreve a razonar es un esclavo”.




 

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