miércoles, 30 de mayo de 2012

Recordando la Historia. Franco y Azaña



Como ya es sabido, una vez llegada la República, Azaña ordenó el cese inmediato de Franco como director de la Academia General de Zaragoza, aunque su carrera militar no se vio obstaculizada, como podría haber sucedido al publicar y manifestar Franco a la prensa que él, en cumplimiento de sus deberes con la monarquía, tenía el firme propósito de acatar y respetar las decisiones de la soberanía nacional y el deseo de que la citada soberanía se expresase por cauces normales y jurídicos, diciendo que “la República era un vaso, y que sería buena o mala según lo que se metiera en él”.




Luis David Bernaldo de Quirós Arias

La Ópera ( y X X V I )



Y con esta ópera de "La Bohème", terminamos. Esperamos y deseamos que os hayan gustado estos pequeños artículos dedicados al bell canto.




L A   B O H È M E


(Autor: Giacomo Puccini - Actos: IV)


Fuente.- En 1846 apareció en la revista parisiense Le Corsaria la sensacional novela por entregas Scènes de la ve de bohème, de Henri Murger (1822-1861). Popularizó el concepto de "bohemia", que comenzó a designar la vida más o menos despreocupada, pobre, pero sobre todo alegre, de los artistas de Montmartre del Barrio Latino parisiense. Las figuras que describe eran en su mayor parte auténticas, y no han faltado investigaciones para determinar su identidad y su verdadero destino. No vamos a indagar aquí si el cuadro de estos marginados de la sociedad que diseñó Murger es fiel o no a la realidad. De todos modos, es muy poético, además de romántico y conmovedor.


Personajes.- Rodolfo, un poeta (tenor); Marcel, un pintor (barítono); Schaunard, un compositor (barítono); Collin, un filósofo (bajo); Mima (soprano); Musite (soprano); Benoit o Bernard, el casero (bajo); Parpignol, vendedor de juguetes (tenor); Alcindor (bajo); aduaneros, soldados, niños, pueblo.


Lugar y época.- París, 1830


Argumento.- El telón se levanta sin preludio orquestal. Ésta era una práctica introducida por el verismo que aparece no sólo en las obras italianas de la época sino también en Salomé y Elektra de Richard Strauss. Puccini había compuesto ya Manon Lescaut sin obertura y mantuvo esta práctica, menos en el caso de Madame Butterfly.




Una especie de leitmotiv de la vida bohemia nos presenta la buhardilla del Barrio Latino donde trabajan y viven Rodolfo, el poeta, y Marcel, el pintor, y cuyos más frecuentes visitantes son el compositor Schaunard y el filósofo Collin. Rodolfo está sentado ante un manuscrito; Marcel pinta... hace demasiado frío para estarse tranquilamente sentados. Rodolfo ha de sacrificar un manuscrito para avivar un poco el fuego de la estufa. La pobreza se ve en todas partes, pero no impide el buen humor de los moradores de la buhardilla. Collin vuelve con las manos vacías de la casa de empeños. Pero de pronto se abre la puerta y, como por un milagro, aparece Schaunard con comida, vino, tabaco y leña. Un lord loco le ha pagado una suma considerable por alguna razón ridícula. Los amigos pueden celebrar la Nochebuena, cuyas primera luces acaban de encenderse en la ciudad.




Pero se presenta un gran peligro: llega el viejo casero para cobrar los alquileres no pagados. Los amigos lo invitan a un vaso, y el vino desata la lengua de Benoit, de manera que cuenta dos antiguas aventuras de amor eternamente añoradas. Los jóvenes se "indignan" (¡un hombre casado que seduce a las jóvenes!) y lo echan con dignidad fingida... sin pagar el alquiler, como es lógico.


Entonces deciden pasar la noche en el Café Momus. Sólo Rodolfo se queda un poco todavía para terminar su artículo. Sin embargo, la inspiración no le obedece. Unos tímidos golpes en la puerta lo interrumpen: aparece una vecina cuya vela ha apagado el viento en la escalera. Rodolfo advierte su debilidad, la conduce a una mesa y le ofrece vino. A la joven se le cierran los ojos de agotamiento. El poeta la contempla largamente. ¡Tiene un rostro encantador a pesar de su palidez!. Poco a poco, la joven vuelve en sí, enciende la vela y abandona la buhardilla. Pero regresa en seguida: ha olvidado o perdido la llave. El viento vuelve a apagarle la vela. Entonces Rodolfo apaga también su lámpara. Sólo las lejanas luces de la ciudad iluminan la buhardilla. En ese momento Puccini da forma musical a una magnífica escena de amor: Rodolfo y la joven buscan la llave tanteando en el suelo... el poeta la encuentra y se la guarda... sus manos se tocan ¡qué frías están las de ella!.




Y como si el contacto de sus manos abriera en estos seres cámaras secretas del corazón, comienzan a contarse sus vidas. Rodolfo primero: habla de sus sueños, de sus fantasías. Las melodías se extienden con amplitud: toda la felicidad anhelada por el poeta está en ellas. Luego responde la joven: se llama Lucía, pero le dicen Mimi.




¡Con qué delicadeza describe Puccini cada detalle del relato de Mimi!. Es costurera, hace flores con telas y sedas, allí, en su buhardilla. Su voz la hace aparecer tímida, como si las primeras palabras surgieran con vacilación de su alma. Sin embargo, su relato se transforma en melodía, florece lleno de calor con la aparición de los primeros rayos de la primavera... pero vuelve a caer en la fría realidad y termina con unas palabras casi habladas: no tiene nada más que contar sobre sí... que el vecino perdone la molestia. Sin embargo, Rodolfo y Mimi ya no pueden separarse. Son dos solitarios y en ese momento se abrazan temblorosos e inmensamente felices. Una melodía de amor une sus voces sobre el lejano contrapunto de los amigos y la Navidad de Paris. Abandonan la buhardilla cogidos del brazo para celebrar juntos la noche.




El segundo cuadro describe la actividad festiva que hay ante el Café Momus del barrio Latino. Han puesto mesas en la acera, los vendedores ambulantes pregonan sus mercancías, niños y soldados dan vida al abigarrado conjunto. Los amigos y otros muchos bohemios celebran la noche con alegría y despreocupación. Rodolfo ha comprado a Mimi un ramillete de rosas. Marcel, Collin y Schaunard, sentados alrededor de una mesa, reciben cordialmente a la pareja de enamorados. Pero cuando llegan al brindis, Marcel descubre en una mesa vecina a su ex amada, Musette, que se ha sentado allí con un viejo y ridículo admirador. Musette es tan coqueta como antes, pero está igual de encantadora. Su melodía de vals, que se ha hecho famosa, la caracteriza magistralmente.




También Musette ha visto a Marcel y el antiguo amor vuelve a encenderse en ambos. Musette se libera astutamente de su acompañante y se arroja en los brazos del pintor, que entona un himno de triunfo con la melodía de vals de Musette. Alegremente abandonan todos el local y se mezclan con la excitada multitud que celebra la Navidad.




El viejo admirador regresa a la mesa que ha quedado vacía y tiene que pagar las bebidas de todos.




Así como el segundo acto contrasta de un modo efectivo con el primero, el tercero contrasta a su vez con el segundo. En el límite de la ciudad, la "barrière d'enfer", la neblinosa noche de invierno se transforma en un amanecer gris, opresivo. Los aduaneros adormilados revisan los cestos de algunas mujeres que van al mercado. Todo respira, frío, opresión, angustia. La nieve cae constantemente y Puccini describe el espectáculo con un par de quintas vacías en las que hay más atmósfera que en muchas grandes piezas orquestales.




En el fondo hay una taberna, pero incluso su pálida luz tiene algo de irreal y melancólico. Aparece Mimi, agitada y angustiada. Pregunta por la posada en que Marcel pinta unos murales. Tal vez se haya refugiado allí Rodolfo al abandonarla. El pintor aparece en la puerta: la reconoce y se asusta. Sí, Rodolfo está con él: ha ido con las primeras luces del amanecer para dormir un poco. Un terrible ataque de tos sacude a Mimi. Antes de que Marcel pueda impedirlo, Rodolfo se le acerca y le dice la verdad, que Mimi escucha oculta detrás de un árbol: la razón de su huida no fueron los celos, que simuló ante el amigo y ante Mimi, sino su mortal enfermedad. Rodolfo no puede verla sufrir, pues le faltan los medios para auxiliarla. Mimi debe alejarse si quiere salvarse: debe irse de la helada buhardilla, debe alejarse de la miseria. Encontraría una vida mejor si abandonara a Rodolfo. Un nuevo ataque de tos revela la presencia de Mimi. Lleno de amor, Rodolfo la rodea con sus brazos. El canto y la orquesta fluyen con ternura y dolor. No, no pueden separarse. Marcel sale corriendo en cuanto oye la coqueta voz de Musette en la posada. Un magnífico cuarteto corona el acto: lleno de tiernas melodías para Rodolfo y Mimi, y con el ingenioso contrapunto de la pareja que discute violentamente al fondo y que cruza los insultos más increíbles.




El último cuadro nos lleva otra vez a la buhardilla. Rodolfo y Marcel intentan inútilmente trabajar. Recuerdan, en un dúo expresivo, a Mimi y a Musette, que rompieron con ellos hace mucho tiempo. ¿Cómo les irá a ambas en la galante vida de París?. Los amigos suspiran. Llegan Schaunard y Collin y, de repente, reaparece la antigua y despreocupada alegría. Los cuatros bohemios bailan, se baten en grotescos duelos, están locos de alegría. En el punto culminante del alboroto, se abre la puerta de golpe. Aparece Musette sin aliento, porque ha subido las escaleras corriendo. Anuncia alos amigos la llegada de Mimi, gravemente enferma. Preparan rápidamente la cama. Rodolfo corre a recibir a su amada. Mimi entra pálida y con todos los signos de sufrimiento. Rodolfo la conduce al lecho con cuidado. Musette cubre la lámpara para que la luz no moleste a la enferma. Marcel, conmovido, observa la bondad de su antigua amada. Collin decide empeñar su abrigo para ayudar a Mimi. 




Puccini hizo de esta "aria de despedida" uno de los momentos más afortunados de la partitura, llena de rasgos finos, dolorosa melodía y cierta dósis de humor. Schaunard sale también y Marcel abandona la casa, junto con Musette, para hacer diligencias y buscar un médico.




Los amantes están solos. Aparecen recuerdos (y la orquesta los lleva suavemente a la conciencia): fue allí, aquella noche de Navidad..., se había perdido la llave..., Rodolfo la encontró..., el primer contacto con la mano helada... Melodías de antaño recorren la mísera buhardilla. Regresa Marcel diciendo que pronto acudirá el médico. Musette lleva un manguito. Ya no tendrá las manos frías, dice Mimi sonriendo. Y Rodolfo estará siempre con ella. ¡Qué tranquila se siente!..., quisiera dormir..., dormir. Y con la melodía de las manos heladas, Mimi se duerme dulcemente y deja de existir.




Historia.- Puccini no dejó una autobiografía escrita. Pero hacia el final de su existencia contó muchas cosas sobre su vida a un joven amigo y admirador. En las descripciones de éste (Arnaldo Fraccaroli, Giacomo Puccini si confida e racconta, G. Ricordi, Milán 1957) leemos el siguiente recuerdo de 1893: "Una tarde lluviosa en que no tenía nada que hacer, cogí un libro que no conocía: la novela de Henri Murger me golpeó como un rayo...". En seguida tomó la decisión de componer una ópera a partir del libro. En otoño de ese mismo año 1893, Puccini se encontró en Milán con su viejo amigo Leoncavallo, el compositor de Pagliacci. Entusiasmado, contó al compañero de los años difíciles de juventud, que estaba trabajando en una nueva ópera: una musicalización de la Bohème de Murger. Leoncavallo pegó un salto y se puso a despotricar, no sólo porque estaba trabajando en el mismo tema, sino porque él mismo había llamado la atención de Puccini sobre aquel libro, pero Puccini no había mostrado interés por él. Puccini había olvidado el asunto, pues los comentarios de Leoncavallo no le habían causado ninguna impresión. En un instante, los amigos se convirtieron en enemigos. Comenzó la carrera por una ópera sobre la "bohemia". La ganó Puccini: su obra se estrenó en Turín el 1 de Febrero de 1896 y se difundió con mucha rapidez, a pesar de la fría acogida que tuvo. La ópera de Leoncavallo, que ostentaba el mismo título, se estrenó en Venecia el 6 de mayo de 1897. Muy pronto cayó en el olvido. En la representación de la obra de Puccini dirigió la orquesta un joven que lo hizo de manera brillante. Fue leal al compositor hasta después de la muerte... Y 30 años después de La bohème dirigió también el sensacional estreno de Turandot: era Arturo Toscanini.


Escuchen y vean a Luciano Pavarotti y a Leyla Guimaraes en "Sono andati", de esta ópera.

lunes, 28 de mayo de 2012

Gibraltar, Gibraltar



¡Gibraltar!, ¡Gibraltar!, avanzada de nuestra nación. ¡Gibraltar!, ¡Gibraltar!, punta amada de todo español. A mi Patria le robaron, tierra hispana del Peñón . . .

La Asturias mejor



Parece ser que al nuevo presidente de Asturias, Javier Fernández, le gustan las frases llenas de logomaquia y sin sentido. Las de “retorno a la normalidad democrática” y “quiero que Asturias sea la Alemania de España”, son prueba de ello. Ahora se nos descuelga con otra de ese tipo:  “No aspiro a una Asturias perfecta, sino  mejor”.


Lo primero que habría que preguntarle a este señor qué es lo que él entiende por “mejor”. 


Suponemos que por afinidad ideológica con su antecesor Tini Areces, creerá que lo mejor son las subvenciones e inversiones de todo tipo, y los “los grandes proyectos”, que ya sabemos cómo funcionan, cómo se hacen y por qué se hacen. La malversación, el despilfarro y el despropósito no se tienen en cuenta. 


No hay más que echar un vistazo a esos “grandes proyectos”, que se han bautizado como grandes éxitos de la planificación socialista y que han significado derroche y despilfarro. Como muestra de esto ahí tenemos la ampliación del puerto de El Musel que, según la alcaldesa socialista de Gijón, Fernández Felgueroso,  iba a crear 10.000 puestos de trabajo.


Del nuevo hospital HUCA, ¡para qué vamos a hablar! Con un sobrecosto de escándalo, ¡ahora resulta que no hay dinero para equipamientos!. ¿Y del “metrotren”?. ¿ Y del proyecto ZAILA, Zona de Actividades Logísticas Industriales de Asturias?.


En fin, esperamos y deseamos que lo “mejor” que quiere Javier Fernández para Asturias, no tenga nada que ver con estos “grandes proyectos”. Pero lo ponemos en duda porque quien manda, manda. Al tiempo.


Fíjese, D. Javier, en los índices que dejó su gobierno en España. Si no quiere esto para Asturias, tendrá que cambiar el chip y el “biche”.


¡Ah!, probablemente Asturias fuese mejor si se hiciese caso de la frase en latín que figura en la cruz de la Victoria:


“Hoc signo vincitur enemicus. Hoc signo tuetur pius”. Pero, claro, esto es mucho pedirle a D. Javier.




domingo, 27 de mayo de 2012

Los mártires cristianos de Niegeria


Como podrán ver, la imagen se comenta por sí sola. Ahora sí que una imagen vale más que cien palabras.

Las preguntas y comentarios surgen a borbotones: ¿por qué las feministas, los “artiscejos” y demás farándula,  tan rigurosos ellos con el oscurantismo religioso de Occidente en su día, no se escandalizan hoy ante tales barbaridades y humillaciones?. ¿Por qué se callan ante tanto abuso y dolor?.

Todos estos “colectivos” protestaron en su día por el simplísimo hecho de que las mujeres llevaban velo para ir a la iglesia, pero por esta monstruosidad no dicen ni pío.

La violencia del Islam queda aquí sobradamente demostrada. Lo que sucede es que hay muchos intelectuales asalariados de lo políticamente correcto que lo único que hacen es envenenar a la ciudadanía, alentando el odio, el rencor y la violencia contra Occidente amparándose en nuestra ceguera y en su ignorancia. Cuando dicen que se adopta una postura racista y discriminatoria contra las costumbres y modos islámicos, no saben o no quieren saber, que en Argelia, en Sudán, y en este caso Nigeria, etc, sí que hay verdadera discriminación cultural que, normalmente, suele ser mortal para los discriminados que, obviamente, son cristianos.

Como prueba de la ignorancia de ciertos “intelectuales” a la que nos referíamos más arriba, fíjense en la burrada, o burradas, que en su día dijo el filósofo marxista G. Marramao, refiriéndose a la violencia y a la agresividad de los musulmanes:

“No olvidemos que la ferocidad del Islam ha nacido como reacción a las Cruzadas”. Mayor burrada no se puede decir. ¿Acaso no sabe este señor que la expansión territorial del Islam tuvo lugar en los años 632-634 y que en el 642 ya había conquistado Siria, Palestina, Persia y Egipto?. ¿Tampoco sabe que en el 711 Tarik desembarcaba en Gibraltar, comenzando la invasión musulmana de la Península Ibérica, y que la primera Cruzada tuvo lugar casi 400 años después, concretamente en el 1.095?. ¿Acaso los cristianos no estaban en su derecho de recuperar Jerusalén y demás Santos Lugares que habían caído en manos de los sarracenos?. ¿No quieren los musulmanes recuperar Ceuta, Melilla y Al-Andalus?. ¿Tampoco sabe este señor que en el año 846 los musulmanes saquearon las iglesias romanas, entre ellas la basílica de San Pedro, haciendo verdaderas masacres?. ¿También ignora este hombre la destrucción, saqueo e incendio en el año 883 por parte de los sarracenos, de la abadía de Monte Casino, fundada por San Benito, siendo tal la destrucción que se tardó nada menos que 70 años en reconstruirlo?. ¿Acaso este “intelectual” no ha leído el Corán?. Como los conocimientos de filosofía de esta persona sean como los que tiene de historia, nos imaginamos los eructos mentales que pueden salir de su cabeza.

Visto lo anterior, ¿alguien ha visto estas imágenes en los “mass-media”?.

¿Qué hubiera pasado si estas víctimas de raza negra hubieran sido asesinadas por cristianos?  Pues hubiese pasado que los “colectivos” que nombrábamos más arriba se hubiesen lanzado a las calles como turbinas con el odio que les caracteriza y con los adjetivos, epítetos, tópicos y dogmas de siempre.

Por otra parte, ¿dónde están esos coherentes que dicen que luchan por la paz, las libertades y la democracia?. ¿Dónde están esos comprometidos y activistas de los derechos humanos? ¿Dónde están esos atizadores de multitudes y animadores de la opinión pública que se aprovechan de la ingenuidad, la ceguera y la maldad de muchos o algunos?. ¿Dónde están esas personas “concienciadas”?. ¿Dónde están esos comités de “solidaridad”?. ¿O es que sólo existen los de la causa árabe o la causa palestina?. ¿Y qué es de esas “asociaciones” de paz y amistad entre los pueblos?. ¿Dónde están, asimismo, esos que dicen que “ningún dolor ajeno les es indiferente”?. ¿Dónde están esos intelectualillos de medio pelo que se dedican a dar charlas y conferencias en fundaciones, instituciones, clubes, etc, que SÓLO rugen de indignación contra la política “criminal” de EE.UU y se callan ante estas bestialidades?. ¿Por qué tanta indiferencia de estos intelectualillos de plantilla?. ¿Por qué no hay pintadas, megafonía por las calles, panfletos, movilizaciones, sentadas, acampadas, manifiestos de los “artiscejos” e “indignados”, pancartas de imprenta y pegatinas troqueladas que digan “¡Islamistas, asesinos!”. ¿Por qué no se emplea el mismo derroche de medios y organización, que aparecen en otras ocasiones, para protestar por esta barbarie?. ¿Será por mor de la “alianza de civilizaciones”?.

Luis David Bernaldo de Quirós Arias

Recordando la Historia. Alejandro Lerroux




Fíjense cómo se calentaban motores dos años antes del advenimiento de la República.


En abril de 1929, Alejandro Lerroux, líder de Alianza Republicana, uno de los partidos firmantes del Pacto de san Sebastián, editó un folleto intitulado “Colaboración o Revolución”, en el que se propugnaba como alternativa para una transición política, la posible opción de un levantamiento armado que echase abajo a la monarquía. 


Pese a la poca claridad del título, Lerroux defendía en este folleto la legitimidad de una sublevación.


Luis David Bernaldo de Quirós Arias 

sábado, 26 de mayo de 2012

La Ópera ( X X V )




L'ELISIR D'AMORE




(Autor: Gaetano Donizetti - Actos: II)




Fuente.- La fuente de esta ópera es el libreto escrito por Felice Romani (1788-1865). Dicho libreto es muy entretenido, lleno de humor, de ingenio e incluso con una buena dosis de significación más profunda.




Personajes.- Adina, rica y caprichosa terrateniente (soprano); Nemorino, joven y sencillo campesino, enamorado de Adina (tenor); Belcore, sargento del cuartel de Villaggio (barítono); el doctor Dulcamara, charlatán de feria (bajo); Gianetta, muchacha del pueblo (soprano); un notario, un soldado y un criado.




Lugar y época.- Un pueblo de la Toscana, a comienzos del siglo XIX.




Argumento.- Un breve preludio en dos partes nos introduce en el primer acto. La rica y encantadora Adina tiene dos pretendientes: el sencillo campesino Nemorino, que es demasiado tímido para confesarle su amor, y el sargento Belcore, que ha recibido la orden de hospedarse en la casa de Adina, a la que comienza a cortejar con impaciencia. Adina se burla del pobre Nemorino, que la ama fielmente y no puede sacarse de la cabeza una historia que le ha contado Adina y en la que se habla de un elixir de amor que procuró a un tal Tristán el amor de Isolda. Entonces llega el coche de un viajero destacado. Todos los habitantes del pueblo, curiosos, lo rodean. El coche pertenece a Dulcamara, un curandero que pregona a los cuatro vientos su fama y ofrece una multitud de extraños remedios. Nemorino le pregunta si no hay un elixir para el amor. Naturalmente que Dulcamara tiene uno. De todos modos cuesta todos los ahorros de Nemorino y tendrá efecto sólo 24 horas después: o sea, cuando el curandero se haya marchado del lugar. Sin embargo, los primeros efectos se producen de inmediato: el vino tinto común, pues no de otra cosa se trata, pone a Nemorino muy alegre. Canta y baila como nunca. De repente, deja de interesarse por Adina. Por eso ésta decide, por despecho y por aparentar, casarse de inmediato con el sargento Belcore.




Cuando aparece el notario, Adina declara repentinamente que ya no tiene prisa, a pesar de que su prometido debe irse a la guerra a la mañana siguiente. Nemorino está tan satisfecho con el elixir que quiere comprar otro frasco. Puesto que no tiene más dinero, Dulcamara se lo niega. Sin embargo, Nemorino, que ha espabilado, encuentra una solución: se alista en el ejército y con el dinero que recibe compra otro frasco. Adina se siente cada vez más atraída por él, sobre todo porque cree que Nemorino quiere ir a la guerra a causa de su indiferencia. Pero Nemorino se muestra más esquivo que antes, porque ahora cree firmemente en los efectos del elixir. ¡Incluso ha observado una lágrima oculta en los ojos de Adina!. A esa lágrima la canta un aria, en el estilo del bel canto, que se ha hecho famosísima: "Una furtiva lacrima..."
Nemorino se asombra del éxito rotundo del elixir: todas las jóvenes se pelean por él, quieren estar en su compañía, lo agasajan. Se han enterado (antes que el mismo Nemorino) de que ha muerto su tío, que le ha dejado en herencia una gran fortuna. Por último, Adina, que todavía no sabe nada de la suerte de Nemorino, no puede quedarse como simple espectadora. Compra su libertad en el regimiento y se arroja en sus brazos para que no se marche a la guerra. Belcore se consuela rápidamente. Y el curandero hace el mejor negocio de su vida, pues todo el pueblo quiere poseer el extraordinario elixir de amor.




Historia.- El estreno tuvo lugar en Milán el 12 de mayo de 1832. Donizetti modificó ligeramente la obra dos veces más. Ésta pasó rápidamente a todos los teatros del mundo y goza aún de una gran popularidad. Uno de los intérpretes más famosos del papel de Nemorino fue Caruso. 


Escuchen y vena  un jove Luciano Pavarotti en "Una furtiva lacrima" de esta ópera.





viernes, 25 de mayo de 2012

Frases célebres, dichos, proverbios, fábulas, aforismos, latinajos y refranes



"Aquel que duda y no investiga, se torna no sólo infeliz, sino también injusto."
Blas Pascal




"Al amor lo pintan ciego y con alas. Ciego para no ver los obstáculos y con alas para salvarlos."
Jacinto Benavente




" El estudioso es el que lleva a los demás a lo que él ha comprendido: la verdad "
Santo Tomás de Aquino




"Al hombre perverso se le conoce en un solo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo."
Sófocles




"La más estricta justicia no creo que sea siempre la mejor política."
Abraham Lincoln




"A quien más se resiste, con más fuerza el amor le embiste".
Refrán popular.




"Con malenates y gatos, pocos tratos"
Refrán popular.




"A olla que hierve, nunca mosca se atreve". Esto quiere decir que que a nadie le gusta exponerse a un riesgo.
Refrán popular.




"Una causa primera estan absolutamente indispensable como el principio del tiempo, o el límte del espacio".
Schopenhauer


Luis David Bernaldo de Quirós Arias





jueves, 24 de mayo de 2012

Sobre Indalecio Prieto


Oviedo, 22-5-12. 
 Sra. Directora de  La Nueva España,  Calvo Sotelo. 7, 33080 Oviedo.

Estimada señora:

Ante todo ruego me disculpe esta protesta que no le va a gustar, y como siempre me la censure. Pero es que esto es inaguantable.

Vengo del su Club de Prensa de oír una conferencia sobre Prieto. Hablaron dos señores alabándolo, pero sin decir mentiras importantes sobre mi admirado (no es broma) señor Prieto, que tenía muchas buenas cualidades pero evidentemente no infinitas.

Habló también su empleado  don Javier Rodríguez Muñoz al parecer historiador. Explicó que la conducta de Prieto siempre había sido escrupulosamente democrática, que en el 34 dese el principio se había opuesto al golpe socialista y algunas lindezas más.

Al final, después de reconocer mi admiración por Prieto, le dije que en la huelga revolucionaria del 17, con cinco muertos en Bilbao zona bajo su control, había manifestado: "en Bilbao había armas y municiones, que yo llevé alguna de esas armas y municiones”. Indalecio Prieto, Textos Escogidos, Junta. General del Principado, p.XII.

El 25-11-33 vuelven a reunirse las Ejecutivas (PSOE UGT) y dice Prieto: “que cuanto más tiempo pase será mucho más difícil realizar la acción y confiar en el triunfo”. F. Largo Caballero, Escritos de la República, Editorial Pablo Iglesias, Madrid, 1985, p. 60-1, p.79.

El 4-1-34, Hubo una entrevista entre Prieto y Besteiro. Éste alegó: “Vais a llegar al Poder, si llegáis, empapados y tintos en sangre... Prieto desplegó el espléndido panorama de los recursos guerreros que poseían, y recitó una relación de generales jefes y oficiales comprometidos a lanzarse al movimiento”, G. Mario de Coca, Anti-Caballero, p.147.

8-1-34. Prieto redactó para el Comité Nacional Revolucionario del golpe del 34: “todas las tierras de España se declararan propiedad del Estado… organización de un movimiento francamente revolucionario, con toda la intensidad posible y utilizando todos los medios de que se pueda disponer… hacerse cargo del poder público el PSOE y la UGT, desarrollando desde el poder, sin dilaciones, el programa mínimo reflejado en el proyecto de bases”. Y un sinfín de barbaridades más.

Este comunicado nos lo lee don Javier y afirma que no se salía para nada de la Constitución. ¡Lo juro por mi madre que lo dijo!

El 4-2-34. Prieto decía en el Cine Pardiñas: “En fecha muy próxima el partido socialista ha de cumplir el destino que la Historia le ha deparado… Hágase cargo el proletariado del Poder… para ello no debe titubear, y si es preciso verter sangre, debe verterla… nadie que tuviese verdadera educación socialista habría de esperar del advenimiento de la República en un régimen burgués… Nosotros no medimos nuestro ascendiente sobre la opinión pública española por el hecho de haber disminuido el número de representantes socialistas en las Cortes (95 diputados la Izquierda, casi cuatrocientos la derecha)... porque aquellas fuerzas, atemorizadas y acobardadas tras los escrutinios del 12 de abril, no fueron debidamente aplastadas, como cumplía a la salud de la República y como irremisiblemente hay que aplastarlas" El Socialista, 6-2-34, Madrid.

Sin ninguna esperanza de que lo publique, le saludo atentamente.

Francisco Alamán Castro

martes, 22 de mayo de 2012

La Ópera ( X X I V )


RIGOLETTO

(Autor: Giuseppe Verdi - Actos: III)

Fuente.- El drama Le roi s'amuse, de Víctor Hugo, obtuvo en 1832 uno de los éxitos teatrales más sonados de su época: su fama y la de su autor se expandieron por todo el mundo. Verdi consideró que el tema era apropiado para una interpretación musical y bocetó, como de costumbre, un guión y sus figuras.

Personajes.- El duque de Mantua (tenor); Rigoletto, su bufón (barítono); Gilda, su hija (soprano); Giovanna, su dama de compañía (mezzosoprano); Sparafucile (bajo); Maddalena, su hermana (mezzosoprano); el conde de Monterone (bajo); el conde de Ceprano (barítono o bajo); su esposa (soprano o mezzosoprano); Marullo y Borsa, cortesanos (barítono y tenor); pajes, cortesanos, criados, etc.

Lugar y época.- Mantua en el siglo XVI.

Argumento.- La ópera comienza con una breve y sombría introducción orquestal basada en el "motivo de la maldición". En sus sonidos se articula la maldición que el conde Monterone ha lanzado contra el seductor de su hija, el duque de Mantua, y que se ha fijado en la conciencia de Rigoletto como una pesadilla. (El recurso está emparentado con la idée fixe de Berliotz y con el letmotiv de Wagner.)

Sonidos de fiesta introducen el primer cuadro. En la sala de baile del palacio, el joven señor del lugar, el duque de Mantua, cuenta a sus cortesanos que desde hace meses sigue a una encantadora muchacha a la que observó camino de la iglesia. Durante el baile le atrae la condesa de Ceprano. El duque vive sólo para las mujeres, que son su elemento vital: "Questa o quella per me pari..."

Rigoletto, el deforme y jorobado bufón del palacio, aconseja a su señor sobre cómo podría deshacerse del esposo de la condesa: encerrándolo o matándolo. Ceprano jura vengarse de él. Marullo ha contado a los cortesanos que Rigoletto tiene una amante a la que visita todas las tardes. La música alegre se interrumpe. El conde Monterone entra en la sala fuera de sí y exige un castigo por la deshonra que el duque ha infligido a su hija. En lugar del duque responde el bufón: Rigoletto se burla del dolor del padre. Encierran a Monterone en un calabozo, pero con sus últimas fuerzas maldice al duque y a Rigoletto, que comienza a sentir adónde lo ha llevado su deseo de hablar servilmente según la voluntad de su señor.

El cuadro segundo se desarrolla en un suburbio, en el que se ve una casa sencilla con jardín que da a la calle. Allí cuida Rigoletto del ser que más ama, lo único que tiene en el mundo: Gilda, su hija. Allí va todas las tardes y sólo allí obtiene un poco de tranquilidad, una dicha en su corazón necesitado de amor que debe ocultar todos los días bajo la máscara de bufón. La maldición de Monterone pesa sobre él mientras se dirige hacia la casa. Un hombre le impide el paso. No es un asaltante, asegura. Es un sujeto útil que por una recompensa está dispuesto a quitar adversarios del camino. Su nombre es Sparafucile, para servirle. Rigoletto se vuelve temblando, pero parece intuir que algún día podría necesitar los servicios del hombre. ¡Sparafucile!. El hombre se retira, repite varias veces su nombre. Rigoletto se detiene sumido en sus pensamientos. ¿Acaso no son iguales ambos en el fondo?. ¿No son asesinos?. Uno mata con un puñal, el otro con la lengua, con la palabra difamadora, con la burla cruel. Ésa es la única diferencia. De pronta aparece ante él, en sus verdaderas dimensiones, la miseria de su existencia: la indigna vida de la corte, la alegría forzada para entretener a los grandes señores, la necesidad de mantener en secreto sus verdaderos sentimientos...Sin embargo, ahuyenta las preocupaciones. Unos pasos más y se encontrará con el amor filial de Gilda. La hija está preocupada por encontrarlo tan afligido y monosilábico. Ha estado fuera todo el día y ella no sabe nada sobre su vida. Pero Rigoletto no revela nada. Lo único que le importa es la seguridad de Gilda. Una vez más, como todos los días, le advierte que no salga de casa. Sólo a la iglesia. Rigoletto ha de pensar en Monterone, en los desalmados cortesanos, en el despiadado duque. Un dúo bello y grandioso une las voces del padre y la hija en la tranquilidad del atardecer sobre el jardín. No han advertido que un joven, el duque, ha penetrado en la casa y oye con sorpresa sus palabras. Cuando Rigoletto se ha ido, se acerca a Gilda. Es el joven a quien ha visto varias veces camino de la iglesia y que en ese momento le declara su amor.

Un dúo envuelve a los dos jóvenes en tiernas melodías. Unos pasos ahuyentan al intruso. Todavía tiene tiempo de responder a la pregunta de la joven dándole el falso nombre de Gualtier Maldé, alrededor del cual Verdi entreteje una de las arias más famosas del repertorio operístico: dos flautas adelantan, después de un expresivo recitativo, el motivo principal: "Caro nome" comienza Gilda. Canta sobre su amor, el primero de su joven vida: un amor casto y tierno. Su voz se deshace en coloraturas y asciende, como su esperanza, a los sonidos más agudos. Dos contrapuntos amenazadores se mezclan en el último compás del aria: el coro de los cortesanos que pasan sigilosamente por la calle a oscuras y un motivo breve que adquiere una forma lúgubre en la orquesta. Rigoletto, impulsado por malos presentimientos, regresa a su casa y encuentra a un grupo de cortesanos enmascarados. La noche es tenebrosa y a los cortesanos no les cuesta convencer al bufón, visiblemente aliviado ya, de que la "broma" es contra la casa vecina, la del conde Ceprano. Rigoletto también se deja poner una máscara, pero de tal modo que no puede percibir nada. En tal situación debe sostener la escalera con que los secuestradores llegan al jardín. Sobresaltado por los desesperados gritos de Gilda, que se alejan rápidamente entre las exclamaciones de júbilo de los secuestradores, descubre, demasiado tarde, que el golpe era contra su propia casa, contra su propia hija.
En el jardín encuentra su pañuelo. Luego, al recordar llorando la maldición de Monterone, pierde el sentido.

El cuadro tercero del acto segundo comienza con un aria del duque, que expresa en su palacio su preocupación por la desaparición de la querida joven y promete castigar severamente el hecho. Sus cortesanos entran en la sala  y discuten el secuestro, cuya víctima aparente es la amante de Rigoletto. Entonces el duque ve con claridad los hechos: ¡Gilda debe de estar en el palacio!. En seguida se pone a buscarla, pero entonces aparece Rigoletto. Tras la máscara de bufón, su mirada parece escrutar todos los rincones en busca de su hija. Llega un paje con una noticia para el duque. Alusiones poco claras de los cortesanos permiten concluir que el duque está con Gilda. Ya no hay nada que pueda contener el dolor de Rigoletto: con todas sus fuerzas quiere abrirse camino hacia su hija, que cree en manos del libertino. Los cortesanos se ponen delante como un muro: Rigoletto tropieza con ellos una y otra vez. Su grandiosa aria "Cortigiani, vil razza dannata" suena en la sala como una poderosa acusación. Se abre una puerta y Gilda, sacudida por los sollozos, se precipita en los brazos de su padre. Los cortesanos, testigos de esta escena, se retiran. Con voz ahogada por las lágrimas revela Gilda la historia de su joven amor, el asalto y el secuestro criminal. Rigoletto, totalmente destrozado, quiere irse lejos con su hija, lejos de aquel mundo cortesano carente de sentimientos. Una guardia conduce al conde Monterone por la sala. Éste se detiene ante la imagen del duque: su maldición no ha surtido efecto, dice camino del calabozo. Pero Rigoletto se levanta: ¡No, que no se diga que no ha surtido efecto!. Será vengado, y con él será vengado también Rigoletto. Verdi construye sobre el término vendetta, venganza, un dúo fascinante, un incendiario canto de odio que en Rigoletto, a pesar de las intervenciones más conciliadoras de Gilda, llega hasta el paroxismo.

El acto tercero se desarrolla ante la casa de Sparafucile y en el interior. La casa se encuentra en el campo a orillas de un río. Es una noche tenebrosa, iluminada de manera siniestra por lejanos relámpagos. Rigoletto, que ya no es bufón de su señor sino su enemigo mortal, aparece con Gilda. Ha cerrado un trato con Sparafucile. Con la ayuda de su bella hermana Maddalena, la víctima caerá en la trampa aquella misma noche. Y el deseo de Rigoletto es que su hija vea al duque en su modo licencioso de vida, pues Gilda sigue amando a ese hombre. Pero quien ama no ve las debilidades del amado, las interpreta de otra manera, desea salvarlo, redimirlo.

El flirteo del duque con Maddalena no asusta a Gilda. La famosísima aria que aquél canta no logra convencerla de su falta de dignidad: es "La donna è mobile", la melodía oída millones de veces, sobre la que diremos algo más.

La habilidad del libretista no sólo creó en esta escena una letra de gran éxito, sino también una situación dramática que pocas veces aparece con tal tensión: en el interior de la taberna, el dúo del duque con la bella bailarina y fuera de la taberna Rigoletto, con odio mortal,  saboreando el triunfo junto a su hija. Dos dúos que el genio de Verdi sabe unir en un cuarteto incomparable. Las más bellas líneas del bel canto y magistrales detalles psicológicos adornan una inmortal pieza de la literatura operística. Víctor Hugo, el creador de estas figuras, decía sonriendo acerca de esta escena, después de haberse opuesto durante años a la representación de la ópera: "¡Si yo pudiera hacer hablar a cuatro personas a la vez!". Pero precisamente aquí la ópera es muy superior al drama. El profundo dolor de Gilda, las siempre efectivas artes de seducción del duque, la sed de venganza de Rigoletto, el juego de Maddalena, que coquetea pero está ligeramente conmovida en su interior... Todo esto hace que estemos ante una escena de densidad única.
Rigoletto no debe perder más tiempo. Envía a Gilda a su casa para que se ponga ropa de hombre para el viaje a Verona, adonde la seguirá pronto. Todavía debe resolver un asunto. Lo discute en voz baja con Sparafucile, que sale de la casa. La mitad del precio por adelantado; el resto por la noche, cuando el ex bufón recoja el cadáver de quien lo ha ofendido.


La tormenta se ha acercando: suenan los primeros truenos. Con qué sencillos medios sabe Verdi pintar la amenazante atmósfera: acordes vacíos y con un sonido lúgubre en la orquesta, un invisible coro de hombres que canta murmurando secuencias cromáticas, como si fuera el viento que sopla entre los viejos álamos de la orilla.

En casa de Sparafucile se apagan las luces. La canción frívola del duque resuena como en un sueño. Maddalena siente compasión por él, ya que va a morir dentro de poco. Cuando estala la tormenta, Gilda, disfrazada de hombre, llega a la puerta y es testigo de la conversación entre los dos hermanos. Sparafucile insiste en su "honorabilidad": nunca ha engañado a un "cliente". El anciano le ha pagado, debe mantener su palabra. Maddalena le pide que perdone la vida al joven, ya que le gusta. Aparece una solución de último momento. Si esa noche llegara algún extraño pidiendo albergue, podría cambiarse a la víctima. Entonces Gilda toma una decisión: encomienda su alma a Dios y llama a la puerta, tras la que recibe el golpe mortal.

La tormenta y la lluvia estallan salvajemente. Una campana lejana da la medianoche. Rigoletto, el vencedor, el vengador, se acerca. En la oscuridad, Sparafucile le entrega el saco prometido con un cuerpo humano dentro. El jorobado quiere llevarlo en seguida a la orilla del río. Entonces se oye en la calle la canción frívola del duque que tararea mientras regresa a su casa.

La melodía atrevida y despreocupada golpea como un rayo el corazón de Rigoletto, que en ese instante está confundido por sentimientos inexpresables. Esa melodía es el duque, su vida frívola, sin escrúpulos, su deseo insaciable de aventuras. Una descripción de miles de palabras no lograría el efecto de esta sencilla canción: una melodía "ordinaria", una melodía "callejera" es exactamente lo que un genio debía poner en este lugar para pintar con el trazo más enérgico el contraste insalvable entre dos mundos. Todos estos argumentos "justifican" esta melodía, a pesar de que muchos puristas la encuentran banal y vulgar.
En pocos segundos, el triunfo de Rigoletto, que tanto trabajo ha costado, queda reducido a humo. El horror se apodera de él: temblando abre el saco. Estremecido, reconoce dentro de él, a la luz de los relámpagos, a su propia hija. Gilda respira todavía. Verdi nunca deja que sus figuras más queridas partan al más allá sin una melodía consoladora. El drama, hasta este momento realista, pasa en un solo compás al romanticismo irreal: las criaturas de Verdi mueren redimidas, perdonadas, liberadas, con maravillosas melodías en los labios.


Las últimas palabras del drama pertenecen a Rigoletto: se refieren a la maldición de Monterone, que ha caído sobre él con toda su fuerza. Destruido, se desploma sobre el cadáver de Gilda.

Historia.- Verdi tuvo durante años la intención de poner en música el drama de Víctor Hugo. Un encargo del Teatro de la Fenice de Venecia (donde su Ernani había tenido tanto éxito en 1844), le permitió comenzar el trabajo en 1850. Si bien la composición le resultó fácil, las cosas se complicaron en torno de la obra que estaba surgiendo. El libretista Piave no había contado con las dificultades que la censura austríaca (Venecia, al igual que Lombardía, con la Scala de Milán, estaban bajo el dominio de los Habsburgo) habría de poner al tema: ¡un rey libertino y además un atentado contra él!. Comenzó una larga lucha que la terquedad del maestro no contribuyó en absoluto a resolver. Por último, Verdi accedió a convertir a Francisco I de Francia en un duque de Mantua. (Una familia que había desaparecido hacía mucho tiempo y que, dicho sea de paso, tuvo un papel importante en la historia de la música, porque Monteverdi escribió en la corte de la familia de dicho duque sus primeros grandiosos dramas musicales).
De este modo, el bufón Triboulet de Víctor Hugo, se convirtió en Rigoletto (cuyo nombre contiene al mismo tiempo el término francés rigolo, que significa gracioso, cómico).


Por supuesto fue necesario cambiar el título, pues tras estos cambios ya no había ningún rey que se divirtiera. Verdi se aferró durante algún tiempo a La maldizione, pues de hecho la maldición juega un papel importante en la ópera. Pero como la censura vetaba inexplicablemente ese título (así como el cadáver en el saco, tal como aparece en el último acto), casi todas las personas a quienes se encargó la solución de estas cuestiones, que por lo demás eran en su mayor parte admiradores del maestro, optaron por el título definitivo de Rigoletto.

La ópera se estrenó en el Teatro de la Fenice el 11 de Marzo de 1851.

Escuchen y vean a un jovencísimo Luciano Pavarotti en "La dona e mobile".


lunes, 21 de mayo de 2012

Características del PPSSOOEE


Aparte de otras características negativas por las que se ha destacado el PPSSOOEE a lo largo de su historia, tales como la violencia, la intolerancia y la antidemocracia, el PPSSOOEE de los tiempos actuales de Zapatero se caracteriza por la dejadez, pero, ojo, la dejadez  de lo que le interesa a él y a su partido. Y en este caso es la dejadez de la que han sido objeto Fuerzas Armadas.

Dichas Fuerzas Armadas quizá hayan sido las primeras que han sufrido la crisis económica  provocada por Zapatero y su “complexo”, pues las distintas partidas económicas destinadas a dichas fuerzas, no se han distribuido con criterios profesionales, sino que, por mor de esa crisis, se han repartido con criterios totalmente arbitrarios y políticos, originando cierto malestar como es lógico.

Aparte de esto, han muerto varios soldados en las distintas guerras, que ahora se llaman “misiones de paz” (al pueblo soberano hay que engañarlo como sea, pues su estulticia e ignorancia lo admite todo), muertes producidas no por circunstancia propias de una guerra, perdón, de “misión de paz”, sino por la incompetencia de los mandos destacados en los distintos frentes.

Además hay otro asunto un tanto discriminatorio. Como recordarán, la UME, Unidad Militar de Emergencias, creada por acuerdo durante el Consejo de Ministros del día 7 de octubre de 2.005, al poco de acceder al poder el Bobo Solemne, y que dependió en su día en su día de la inepta y desinformada Ministra de Defensa Carmen Chacón,  que según Zapatero es  “uno de los nuevos valores más importantes del proyecto del Partido Socialista», pues eso, a la citada UME se le asignaron varios millones de euros, en detrimento de las Fuerzas Armadas propiamente dichas, que necesitaban, entre otras cosas, vehículos blindados antiminas que podían haber evitado muchas muertes de soldados.

Pero, claro, todo esto no se dice y se oculta. Así son de cínicos.

Luis David Bernaldo de Quirós Arias

viernes, 18 de mayo de 2012

Frases célebres, dichos, proverbios, etc


"No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo".
Alejandro Dumas.


"La mentira nunca muere de vieja".
Refrán popular.


"No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que se práctico".
Aristóteles.


"Arréglese al estado como se conduce a la familia, con autoridad, competencia y buen ejemplo".
Confucio.


"La fuerza del carácter con frecuencia no es más que debilidad de sentimientos".
 Arthur Schnitzler


"El carácter de una persona lo determinan los problemas que no puede eludir y el remordimiento que le provocan los que ha eludido".
 Arthur Miller


"El ignorante, si calla, será tenido por erudito, y pasará por sabio si no abre los labios".
Salomón


"El maestro deja una huella para la eternidad; nunca puede decir cuando se detiene su influencia."
Henry Adams


"Amor y temor, del carro humano son el timón y el aguijón".
Refrán popular.


"Cuando truena en abril, el labrador es feliz".
Refrán popular.


"En todo lo que nos rodea y en todo lo que nos mueve, debemos advertir que interviene algo la casualidad".
Anatole de France.
 

jueves, 17 de mayo de 2012

Otra vez en manos del PPSSOOEE



Sí, Asturias ya está otra vez en manos del PPSSOOEE. Esperamos y deseamos que no vuelvan otra vez el despilfarro y la corrupción. También deseamos y esperamos que los responsables de tales asuntos del anterior gobierno sociata, reciban su merecido judicial. Y pronto.

Dicho esto, no se entiende muy bien como un partido, en este caso UPyD, sólo con un escaño, pueda desequilibrar la balanza en favor de uno u otro. Esto hay que cambiarlo.

Por otra parte, el principal culpable de que el PPSSOOEE haya vuelto al poder, es el PP de los de siempre, es decir, de los Gabino, Ovidio, Rozada, etc, etc, amén, por supuesto, de ese sujeto impuesto en su día por decisión testicular de Aznar: Rajoy.

Además, otra cosa. Si se acuerdan, hace un año FORO tenía 16 escaños, el PP 10, el PPSSOOEE 10 y los comunistas de IU, 4. ¿Cómo es posible este vuelco?. ¿Por qué demonios el PP no pacto con FORO?.

Lo que sucedió está a la vista de todos: el PP, al no pactar con FORO, pensaba que el gobierno de Cascos quedaría en minoría y, ante unas posibles elecciones, la derecha volvería a votar al PP. Sus pronósticos, vaticinios y deseos, volvieron a fallar: el PPSSOOEE obtuvo 17 escaños, FORO 12, IU 5 y UPyD 1. Como puede verse, FORO había perdido 4 escaños que, obviamente, no fueron a parar al PP.

En fin, esto es lo que hay por mor de un partido desnortado, sin ideología que no quiere ni a liberales ni a conservadores. Van a saber lo que vale un peine.

Luis David Bernaldo de Quirós Arias

miércoles, 16 de mayo de 2012

La Ópera ( X X I I I )



E R N A N I

(Autor: Giuseppe Verdi - Actos: IV)

Fuente.- En 1830, en París, Víctor Hugo obtuvo con Hernani uno de los éxitos más importantes de su carrera dramática. Se trata de una obra de teatro típicamente romántica, con grandes gestos, actitudes heroicas y pasiones en colisión.

Personajes.-  El duque de Aragón, como fugitivo con el nombre de Ernani (tenor); don Carlos, rey de España, más tarde emperador Carlos V (barítono); don Ruíz Gómez de Silva, noble español (bajo); Elvira, su sobrina (soprano); Joanna, su dama de compañía (soprano); don Ricardo, Jago, un partidario de Ernani, caballeros, hombres armados, pueblo, etc.

Lugar y época.- En el castillo de Silva, en España, y en Aquisgrán, 1519

Argumento.- Entre los Habsburgo y los duques de Aragón hay una vieja enemistad. Un duque ha sido asesinado, pero su hijo pudo escapar: desde entonces recorre el país con el nombre de Ernani y solivianta los ánimos contra el rey Carlos, que quiere hacerse coronar emperador (Carlos I de España y V de Alemania). Ambos, el rey y el rebelde, se enamoran de Elvira, sobrina del noble Silva, que también tiene la intención de casarse con la joven. De esta triple rivalidad surge la acción de la obra de teatro y de la ópera. El rey quiere secuestrar a Elvira, pero Ernani logra evitarlo. Silva, que sorprende a ambos hombres en el castillo, los desafía a un duelo. Carlos se da a conocer y declara haber ido a pedir consejo al noble a propósito de la elección del emperador. Ernani se aleja con torvas ideas de venganza. Pero todavía no ha llegado el instante de oponerse abiertamente al rey. Al odio contra el viejo enemigo de su casa se añade el odio contra el poderoso rival. Pronto se llega a una batalla de los rebeldes contra el poder del rey: los hombres de Ernani muerden el polvo. Ernani escapa, pero el rumor de su muerte llega al castillo de Silva. Elvira, que lo amaba, llora su muerte. Pero al final cede a las pretensiones de su tío y se declara dispuesta a casarse con él. En la boda, los rivales vuelven a encontrarse: Ernani se acerca disfrazado de peregrino y se aloja en el castillo. Una larga conversación con Elvira lo convence de que la joven sigue amándolo. Silva ha oído la conversación, pero la hospitalidad que ha garantizado a Ernani es sagrada para él. Incluso lo oculta cuando entra el rey, pues ha reconocido que es un rival con más suerte. Carlos ordena registrar el castillo. Como no encuentra al rebelde Ernani, hace secuestrar a Elvira. Silva quiere batirse con Ernani, pero el secuestro de Elvira es más importante. A la manera de los caballeros, los rivales deciden liberar primero a Elvira; luego, Ernani se quitará la vida cuando Silva dé una señal con el cuerno.

El último acto se desarrolla en la catedral de Aquisgrán. Durante la elección del emperador, que recae en Carlos, los conjurados se reúnen para matar al nuevo gobernante. Pero los descubren y los detienen. Ernani se da a conocer como duque de Aragón. El nuevo emperador procede con benevolencia: perdona a Ernani y quiere unirlo para siempre con Elvira. En el futuro vivirán felices en el ducado de sus antepasados. Durante las bodas suena de repente el cuerno de Silva, que recuerda a Ernani su antiguo juramento. No hay poder en el mundo que le impida cumplir con su honor de caballero. Se clava el puñal ante los ojos de su amada, que se quita la vida inmediatamente después.

Historia.- Víctor Hugo protestó violentamente contra la puesta en música de su obra teatral e incluso exigió que en la representación de la ópera en París le cambiaran el título, para distanciarse de ella. Pero la obra de Verdi, en su ámbito, no tuvo menos éxito que el drama original. Ya en el estreno, que tuvo lugar el 9 de Marzo de 1844. exactamente dos años después del de Nabucco, se hizo evidente el triunfo. Fue en  La Fenice de Venecia, uno de los teatros de Italia más bellos y más ricos en tradiciones. Esta ciudad habría de desempeñar un papel importante en las creaciones de Verdi. Su teatro de plata y azul estrenó nada menos que cinco de sus obras: está pues en primer lugar junto con la Scala de Milán.

Los teatros alemanes se decidieron con vacilación por Ernani, mientras que el mundo operístico latino mostró siempre una preferencia por este drama.

En 1934 apareció una versión alemana del conocido profesional de la ópera Julius Kapp, en que el final sangriento se convertía en happy end: la unión definitiva de la pareja de amantes. La intención era buena, pero en nuestra época, comprometida con las versiones originales, este tipo de cambios resulta discutible. Hoy se puede rechazar el estilo "excesivamente romántico" por insoportable, pero no se puede "moderar", "aguar" ni "desromantizar". Verdi puso en música la obra de esa manera y su trabajo está hecho perfectamente a la medida del contenido y del argumento. El gran renacimiento de la ópera después de la Segunda Guerra Mundial nos ha enseñado a comprender las obras desde la perspectiva de la época en que surgieron.

Vean y escuchen a Nicolai Ghiaurov en  “Infelice a tuo credevi” de esta ópera)



domingo, 13 de mayo de 2012

Ora vez los "indignados"


Como ya sabrán, ayer sábado día 12 de mayo, se celebró en Oviedo una manifestación de “indignados” que, como de costumbre, no acaban de ponerse de acuerdo la policía y las “fuerzas convocantes” en el número de asistentes. Según la primera, asistieron 2.000 personas, y según las segundas 10.000. Es decir, se ven 5 personas donde hay 10, o viceversa. Sin comentarios.

Nos llama la atención la asistencia a dicha manifestación de Henar Ortiz, tía de Leticia Ortiz, que suponemos estará “indignada” contra su sobrina, ya que no se entiende muy bien cómo se pueda consentir una monarquía, y además en estos tiempos de crisis.

Nota.- Foto de Henar Ortiz tomada de La Nueva España de hoy, 13 de mayo de 2.012

Luis David Bernaldo de Quirós Arias

Recordando la Historia. Manifiesto de intelectuales


En el diario La Nueva España, de fecha 15 de diciembre de 1.937, página 4, se lee:

“Un manifiesto de los intelectuales franceses de simpatía y unión con la España nacional”
“Deseamos el triunfo de lo que representa la civilización contra la barbarie.


Comité intelectual de la amistad entre Francia y España. Manifiesto a los intelectuales.

Gran número de intelectuales franceses desean que se les presente la ocasión de expresar a sus colegas españoles, a los que tanto han hecho sufrir los acontecimientos actuales, su calurosa simpatía.
Todos los que admiran a la gloriosa España; todos los que comprenden el triunfo, que por su arte, su literatura, su ciencia, su espiritualidad, su espíritu investigador, ha pagado a la civilización, todos los que deploran el horroroso cataclismo en el que los valores preciosos que su misión representó siempre, corren el riesgo de ser destruidos; todos los que desean el fin de las divisiones actuales y el restablecimiento de un orden fundado en la moral y el respeto de las nociones de libertad, de autoridad y de propiedad, se unirán a nosotros”. 


En el párrafo siguiente, se lee:

“Nos colocamos por encima de toda política. Creemos que no hay franceses ni españoles dignos de tal nombre que no estén de acuerdo con los principios siguientes: fraternidad de las clases y no el odio recíproco; la libertad de las personas, la justicia social, la independencia respecto a todo partido y a toda secta cuya sede esté en el extranjero, la garantía absoluta  del territorio nacional . . .”
En otro párrafo, se lee:


“Por consiguiente, no podemos sino desear el triunfo en España delo que representa actualmente la civilización contra la barbarie, el orden y la justicia contra la violencia, la tradición contra la destrucción, las garantías de la persona contra lo arbitrario”.

Termina la noticia con la firma de:

“Paul Clodel, presidente de la Comisión – Doctor Charles Richet, vicepresidente -  Maurice Legendre, secretario”.

Luis David  Bernaldo de Quirós Arias

sábado, 12 de mayo de 2012

Frases célebres, dichos, proverbios, etc



“La literatura no puede reflejar todo lo negro de la vida. La razón principal es que la literatura escoge, y la vida no escoge”
Pío Baroja.


"La mentira dura hasta que la verdad florece"
Refrán popular


"La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda".
 Thomas Fuller


"La vida merece ser vivida cont odo entusiasmo y alegría. Es el don más preciosos que poseemos".
Rabindranath Tagore


"El hombre comienza, en realidad, a ser viejo cuando deja de ser educable."
Arturo Graf


"El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío."
Horace Mann


"Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño".
Mark Twain


"Burro que lleva la carga a fuerza de palos . . .,malo".
Refrán popular


"El avaro donde tiene el tesoro, tiene el entendimiento".
Refrán popular


"Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos".
Confucio

jueves, 10 de mayo de 2012

Rajoy, defínase ya sobre religión



Ya sabemos del odio de Zapatero a la religión cristiana. Mucho hablar de Europa, pero su gobierno no hizo lo que se estaba haciendo en el continente: respetar dicha religión.

Así, en Alemania, Bélgica, Noruega, Suiza, Dinamarca Luxemburgo, Inglaterra, Suecia, Austria, Holanda, Finlandia, Grecia, Italia, Portugal, Irlanda, Croacia, Bulgaria, Polonia, Irlanda y Lituania, en sus colegios se dan clases de religión cristiana. Obsérvese que hay algunos países de la antigua órbita soviética.

En la mayoría de estas naciones, la asignatura de religión es obligatoria, y en algunos optativa. Entonces, ¿por qué aquí se pretendía suprimirla en contra de lo que se hacía en Europa?

Señor Rajoy: defínase rápidamente sobre este tema, y no sea tan bobo solemne como su antecesor, si verdaderamente quiere que España se integre en Europa.

Esperamos que haga caso al Crucifijo sobre el que jura, no como alguno que aparece junto a usted en la foto.

Luis David Bernaldo de Quirós Arias

La Ópera ( X X I I )

N A B U C C O

(Autor: Giuseppe Verdi - Actos: IV)

Fuente.- La Biblia constituye el fundamento de este drama. La esclavitud de los israelitas en Babilonia y su liberación han sido representadas con frecuencia en el arte occidental.

Personajes.- Nabucco (Nabucodonosor, rey de Babilonia, barítono); Ismael, rey de Jerusalén (tenor); Zacarías, sumo sacerdote de los judíos (bajo); Fenena, hija de Nabucco (mezzosoprano); Abigaíl, hija adoptada por él (soprano); sumo sacerdote de Baal (bajo); Abdallo, siervo de Nabucco (tenor); Rahel, hermana de Zacarías (soprano).

Lugar y época.- En Jerusalén y Babilonia, 587 años a. de C.

Argumento.- En el libreto de Temistocle Solera (1815-1878) había dos aspectos que impresionaron especialmente a Verdi: la simpatía por el pueblo hebreo sometido, que lo llevó espontáneamente a una comparación simbólica con los italianos que vivían en las regiones del país ocupadas por los austríacos, y el fuerte elemento religioso, que le prestó apoyo precisamente en esta época casi atea de su existencia. Allí se expresaba la fe que podía mover montañas, y estaba claramente plasmada la victoria de los que luchan por Dios contra el materialismo pagano.
La ópera comienza con el asedio de Jerusalén por el ejército del rey babilónico Nabucco o Nabucodonosor. Zacarías exhorta a los defensores a que resistan mientras la fiel Fenena esté de su lado. Ésta, hija de Nabucco, salvó antaño al rey de Israel, Ismael, de su encierro en Babilonia. Por amor a él lo siguió a su patria. Pero también Abigaíl ama a Ismael: es hija adoptiva de Nabucco, una mujer cruel y orgullosa que cree que ha llegado el momento de vengarse de su rival. Toman por asalto la ciudad. Ismael salva a Fenena del puñal de su padre. Llevan a los judíos prisioneros al llamado "desierto babilonio", la primera diáspora de que hablan los libros de la Biblia.

Durante la ausencia de Nabucco, Abigaíl se convierte en reina de Babilonia y jura la muerte de Fenena, de Ismael, de Zacarías y de todo el pueblo hebreo. Cree que los tiene a todos en sus manos, pero Nabucco regresa por sorpresa. Exige que, en adelante, ambos pueblos, el suyo y el hebreo, ven en él no sólo a su rey sino también a su dios. Zacarías se opone valientemente a esta pretensión, y Fenena, como esposa de Ismael, se convierte al judaismo. Pero Nabucco insiste en su delirio. Un rayo lo arroja al suelo. Rápidamente, Abigaíl se pone los atributos reales y pronuncia la sentencia de muerte contra los prisioneros hebreos.  Los sentidos de Nabucco se han extraviado, pero cuando sabe que Fenena debe morir también, no da su consentimiento.

En la escena tal vez más bella de la ópera, los hebreos esclavizados están de rodillas a orillas del Éufrates, "en las aguas de Babilonia", como dice el salmo. Su oración fervorosa, su anhelo de libertad, la añoranza de la patria lejana se condensan en la inolvidable escena coral de "Va pensiero sull'ali dorate".

Nabucco conoce el peligro en que se encuentra su hija Fenena, que marcha con los demás condenados al cadalso, y ruega por ella a Jehová, el Dios de los judíos. Una luz cae sobre él. Mientras el sacerdote de Baal recibe a las víctimas, Nabucco, otra vez dueño totalmente de sí, aparece ante el pueblo. El ídolo se desploma como por milagro. Abigaíl es herida de muerte: moribunda se dirige también al Dios de Israel y pide al rey que una para siempre a Fenena e Ismael. Nabucco reconoce el poder del Dios extranjero. Libera a los israelitas de la esclavitud, y éstos, como estaba predicho, regresan a Jerusalén.

Historia.- El compositor alemán Otto Nikolai (autor de Las alegres comadres de Windsor) había cosechado prometedores éxitos en la Scala de Milán. Entre los libretos que se le habían ofrecido para ulteriores composiciones se encontraba también el proyecto de Temistocle Solera para Nabucco. Pero Nikolai no se interesó. Merelli, el empresario de la Scala (hoy diríamos el director artístico), un hombre que casi merece el título honorífico de profeta de Verdi, insistió al joven compositor italiano para que se pusiera en música aquel argumento. Mostró con ello una confianza fuera de lo común, pues Verdi había triunfado con Oberto y fracasado también con Un giorno di regno. Además, le había afectado profundamente la muerte de su joven esposa y de sus dos hijos, de manera que atravesaba una profunda crisis anímica. Merelli impuso formalmente el libreto al compositor. Cuando éste lo arrojó sobre la mesa al llegar a su casa, se abrió solo y Verdi leyó la frase "Va pensiero sull'ali dorate...". En el mismo instante se le ocurrió la melodía para estos bellos versos. Y escribió la ópera en un arrebato creativo sin pausa.

El 9 de Marzo de 1842 se estrenó triunfalmente en la Scala de Milán. La melodía del coro, que surgió en primer lugar, se convirtió en la canción de súplica y combate de todos los patriotas italianos que se identificaban con el pueblo hebreo en su hora más difícil y se esforzaban por liberarse de la dominación extranjera. La misma melodía sonó en el entierro del maestro, casi 60 años más tarde, y para entonces ya se había convertido en un himno nacional, que todo niño italiano hasta el día de hoy sabe de memoria.


Vean y escuchen "Va penssiero"

miércoles, 9 de mayo de 2012

Recordando la Historia. El puño y la Internacional


El 14 de marzo de 1.936, ya con el Frente Popular en el poder, se reúnen por primera vez las Cortes. Es invitado a ocupar interinamente la presidencia el diputado de más edad, el marino monárquico Ramón Carranza. Ocupan las secretarías los diputados más jóvenes. Tras meras cuestiones de trámite, don Ramón acuerda levantar la sesión hasta el día siguiente. Cuando abandona el puesto, un diputado le increpa: “No basta eso”. “¿Qué?”, pregunta Carranza. “Hay que dar una viva a la República”, replica el diputado. “¡No me da la gana!”, contesta Carranza, produciéndose el consiguiente alborozo, que sería el primero de las Cortes recién estrenadas.

La minoría comunista, que por primera vez toma asiento en el Parlamento español, se pone en pie, presidida por la Pasionaria. Todos los demás diputados del Frente Popular secundan a los comunistas y estallan en gritos e insultos. El diputado comunista Vicente Uribe, levanta el puño y comienza a cantar la Internacional que no era, ni mucho menos, el himno de la República.

¡Qué demonios tendrá que ver el puño en alto y la Internacional comunista con una verdadera República!.

Luis David Bernaldo de Quirós Arias

lunes, 7 de mayo de 2012

Cosas que no se han dicho ( I I )


Las administraciones públicas, Gobierno, Comunidades y Ayuntamientos, en el 2.011, en pleno “zapaterato”, gastaron ochenta mil millones de € más de lo que ingresaron por impuestos.

Esto es otra de las muchas cosas que nos han ocultado. El pufo es incalificable.

Ven el siguiente vídeo de YouTube que tiene algo que ver con esto que estamos comentando.



domingo, 6 de mayo de 2012

Cosas que no se han dicho ( I )


Como ya sabrán, el Consejo de Ministros ha aprobado una serie de medidas destinadas a garantizar el funcionamiento y sostenimiento del Sistema Nacional de Salud. Tales medidas supondrán un ahorro de 7.000 millones de € en lo que es el gasto sanitario.

Uno de los aspectos de estas medidas es la de acabar con la utilización indebida, por parte de muchos extranjeros, del sistema sanitario. Así, según la ministra de Sanidad,  Ana Mato Androver, el informe de Tribunal de Cuentas correspondiente a 2009, dice que más de 700.000 extranjeros han utilizado indebidamente los servicios sanitarios españoles con un coste de 817 millones de euros, asunto este del que el gobierno de Zapatero no ha dicho nada.

También se tomará la medida para prohibir a las personas desplazarse a otro país con el único objeto de recibir asistencia sanitaria.

Luis David Bernaldo de Quirós Arias

viernes, 4 de mayo de 2012

Frases célebres, dichos, proverbios, etc



"Confianza: vía libre que se da a una persona para que cometa una serie de barbaridades"
Diego Caousotto

“Equivocarse es propio del hombre, pero perseverar en el error sólo del necio”
Cicerón

"Lo que me entristece no es que me hayas mentido, sino que ya nunca más podré confiar en ti. La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano."
Nietzsche

"La mentira anda con muletas, y la verdad sin ellas!.
Refrán popular.

"La mayoría delos hombres emplean la primeramitad de su vida en hacer miserable la otra mitad".
J. de la Bruyére

"Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear,
 saber gozar y sufrir
 y no dormir sin soñar"
Gregorio Marañón.

"El dolor hace al hombre pensar. El pensamiento hace al hombre sabio. La sabiduría hace tolerable la vida."
John Patrick

"Amor grande, vence mil dificultades".
Refrán popular.

"Bailes, mujeres, naipes y vino, al más intelgiente quitan el tino".
Refrán popular.

"Cásate y harás bien; no te cases y harás mejor; pero no olvides que lo mejor es enemigo de lo bueno".
E. Thévenin

"En arca de avariento, el diablo yace dentro".
Refrán popular.




La Ópera ( X X I )



El barbero de Sevilla

(Autor: Gioacchino Rossini - Actos: II)

Fuente.- Pierre Agustin Caron de Beaumarchais (1732-1799), una de las figuras más interesantes de su agitada época fue, ante todo,  un aventurero y además un autor teatral de extraordinario talento. Sus comedias, que transcurren en la época que precedió a la gran revolución y denunciaban las condiciones dominantes con inusitada franqueza, fueron muy polémicas. Baumarchais unió sus comedias El barbero de Sevilla, Las bodas de Fígaro y La madre culpable en una trilogía que le dio celebridad mundial. (Para saber algo más de Beaumarchais, ver "Fuente" de Las bodas de Fígaro).

Personajes.- El conde Almaviva (tenor); Rosina (mezzosoprano, también soprano de coloratura); el doctor Bartolo, su tutor (bajo); Fígaro, barbero (barítono); Basilio, maestro de música de Rosina (bajo); Berta, llamada también Marzelline, ama de llaves de Bartolo (mezzosoprano); Fiorillo, criado de Almaviva (tenor o barítono); un oficial, soldados, músicos, criados, etc.

Lugar y época.- Sevilla, a mediados del siglo XVIII.

Argumento.- La chispeante obertura parece adelantar el humor, el ingenio, las intrigas y también los juegos de amor de la comedia. Pero se trata de un encuentro casual, pues Rossini había utilizado ya la misma obertura en dos óperas anteriores que además eran de índole completamente diferente: Elisabetta, regina d'Inghilterra y Aureliano in Palmira.

Una mañana temprano, Fiorillo, por encargo de Almaviva, lleva a un grupo de músicos ante la casa en que vive el viejo doctor Bartolo con su bella pupila Rosina. El conde también se presenta y entona una serenata.

Se hace de día y la bella Rosina no se deja ver. El conde despide a los músicos con una buena remuneración y decide esperar. Una voz alegre resuena en la calle, e inmediatamente después aparece Fígaro, radiante como siempre. Es mucho más que un barbero cualquiera. Por lo menos cree ser el hombre sin el cual nada puede ocurrir en Sevilla, pues mete la nariz en todo: en planes e intrigas, en asuntos amorosos, proyectos matrimoniales, herencias, etc. Sabe describir de manera elocuente su importante posición, y Rossini provee su aria, el famoso "Largo al factotum", de una brillante habilidad vocal.

Almaviva pide a Fígaro que respete su incógnito. Quiere acercarse con un falso nombre a la bella joven que ha descubierto en aquella casa. Fígaro comprende: ¿quién sino él podría ofrecer ayuda a Almaviva?. Sin embargo, el conde debe saber que Rosina no es hija de Bartolo, sino su pupila. Conoce la situación bien, pues en la casa es barbero, peluquero, veterinario y consejero. Mientras explica al conde su importancia, Rosina aparece en la ventana con un papel en la mano. Detrás de ella, desconfiado, aparece Bartolo y pregunta si es una carta. No, responde Rosina inocentemente: es el texto de un aria que está aprendiendo de memoria para su clase de canto. Una ráfaga de viento le arrebata el papel que cae en poder de Almaviva, quien lee sorprendido que "la desdichada Rosina" quisiera conocer el nombre y las intenciones del joven en cuanto su tutor salga de la casa. Almaviva no cabe en sí de alegría, pero Fígaro pone freno a su entusiasmo: Bartolo es un verdadero demonio, avaro y desconfiado. Además tiene la esperanza de casarse con su pupila, no por su belleza, sino por su rica herencia. Un poco después Bartolo sale de la casa. El conde aprovecha la oportunidad y en un aria responde a las preguntas de Rosina: se llama Lindoro. La joven responde. Las amorosas palabras de ambos dan forma a un bello dúo. Quieren encontrarse, pero la cosa no es fácil. Fígaro, motivado por el oro de Almaviva, encuentra un medio: el conde, disfrazado de soldado que busca alojamiento, se hospedará en casa de Bartolo.

El cuadro segundo transcurre en el interior de la casa. Rosina canta un aria melodiosa, llena de coloraturas, sobre su joven amor, "Una voce poco fa".

Hagamos unas observaciones sobre esta aria. En el original está en la tonalidad de "mi mayor". En la época en que las sopranos se adueñaron de ese papel, se volvió costumbre trasponerla a "fa mayor", incluso a "sol mayor", lo que la llevaba al registro de soprano más agudo. Además, las intérpretes se permitieron cada vez más libertades: añadieron coloraturas, trinos, escalas y staccati según les pareció. Tal era el caso ya en la época de Rossini. Se cuenta que una vez fue a presenciar un ensayo de esta obra y cuando una diva de coloratura acabó de cantar el aria que comentamos, el compositor le preguntó con toda inocencia: "¡Maravilloso! ¿De quién es?".

Llega Fígaro, pero el regreso de Bartolo interrumpe su conversación con Rosina. Éste sostiene un preocupado diálogo con Basilio, maestro de música y hábil intrigante, que afirma haber visto al conde Almaviva rondando la casa. Bartolo siente temor. ¿Un rival que cuenta con el favor de su pupila?. Basilio opina que hay una solución brillante: ¿conoce Bartolo el efecto de la calumnia?. ¡Es la más poderosas de las armas!. Comienza como una brisa suave, crece y se convierte por último en una tormenta que lo barre todo y destruye sin piedad a su víctima. Rossini escribió una pieza genial para un tema aparentemente tan poco musical como la calumnia.

Fígaro lo ha oído todo. Luego los dos ancianos se retiran para preparar el contrato matrimonial. Rosina aparece corriendo y, en una escena encantadora, el barbero explica a la joven que "su primo" está perdidamente enamorado de ella. ¿Podría escribir una carta para "su primo", que la espera?. Mientras Fígaro se felicita por su astucia, Rosina busca en el escote de su vestido: la carta ya está escrita. Durante un instante Fígaro se queda sin habla. Las mujeres son más astutas que él... Don Bartolo encuentra a su pupila de muy buen humor y le parece sospechoso. ¿No ha hablado con el pícaro Fígaro?. ¿No tiene una mancha de tinta en el dedo?. ¿No falta una hoja de papel de cartas'?. ¡No se engaña a un doctor como él!,  exclama, pagado de sí mismo, en un aria. Sin embargo, la alegría de Rosina no cesa. Para hacer completa la preocupación de Bartolo, irrumpe en su casa un soldado borracho. Lleva una orden de hospedaje que aquél trata de descifrar. Furioso, Bartolo se dirige a su cuarto en busca de un escrito que lo exima de toda obligación. Rápidamente, "el borracho" revela a Rosina su verdadera identidad. Es "Lindoro". Sin embargo, la alegría no dura mucho. Bartolo ha pedido protección militar: aparece un grupo de soldados. "Lindoro" dice algo al oído del oficial y los soldados se niegan cortésmente a detener al intruso. Bartolo no sale de su sorpresa. El ruido y la confusión aumentan. Rossini escribe un final brillante que resplandece de humor y comicidad. Todos hablan al mismo tiempo, las líneas del canto se cruzan en un contrapunto admirable. Y si un personaje no tiene nada que decir, ello no impide que siga cantando, como es el caso de Basilio, que forma su cómica melodía con las sílabas de las notas "sol, sol, sol, sol...do, re, mi..."

En el acto segundo encontramos al doctor Bartolo pensativo. Entonces aparece "Don Alonso", un supuesto discípulo de don Basilio, el cual está enfermo y por eso envía para la lección de Rosina a un sustituto de confianza. "Don Alonso" parece muy tímido, incluso un poco idiota. Don Bartolo quiere despedirlo, pero el joven le enseña una carta que Rosina ha escrito supuestamente a Almaviva. Ha ido además, dice, para difamar al conde ante Rosina. Bartolo reconoce con alegría al digno discípulo de Basilio. Llama a su pupila a la clase de canto. Rosina reprime un grito de alegría cuando reconoce a su "Lindoro". "Don Alonso" se sienta al clavicémbalo y Rosina canta una romanza. (Rossini compuso la romanza, pero muchas cantantes aprovechan la oportunidad para incluir en este punto una pieza de su propia elección, que por lo general no coincide con el estilo de la ópera). Bartolo escucha conmovido y luego se pone a prueba cantando una ridícula aria en la que, creyéndose ingenioso, reemplaza el nombre original por Rosina. Fígaro interrumpe la escena. Ha ido a afeitar al doctor, lo que constituye una parte importante de su plan. Bartolo se niega, pues no es su día, pero Fígaro lo convence con muchas palabras. Parece que ha llegado la ocasión de que los amantes hablen unos instantes en la intimidad, pero se produce un nuevo acontecimiento. ¡Aparece Basilio!. La confusión es enorme.

Por último, el oro de Almaviva lo convence de que está realmente enfermo. Su retirada es muy cómica, a pesar de que se reduce a las palabras "Buona sera", repetidas una y otra vez. Por fin pueden continuar la lección de canto que "Alonso" imparte a Rosina, ante la evidente satisfacción de ésta, lo que requiere que Fígaro eche con frecuencia jabón en los ojos de Bartolo. Sin embargo, el doctor cada vez sospecha más: da un salto y descubre a la pareja detrás de un biombo, donde no se habla en absoluto de música. Almaviva y Fígaro deben desaparecer rápidamente, pero Bartolo manda a buscar a Basilio, para que éste lo ayude a luchar contra sus enemigos. Bartolo enseña triunfalmente la carta que ha obtenido. Rosina, abatida, se deja convencer: Fígaro y su "primo" Lindoro quieren entregarla al conde Almaviva. Triste e indignada, Rosina acepta casarse con Bartolo inmediatamente, pues ha convenido en huir con Lindoro a medianoche.

Ha caído la noche y se ha desatado una fuerte tormenta. Fígaro y Almaviva penetran en la casa con un farol. Rosina les sale al paso y les reprocha su conducta vergonzosa. Ninguno entiende lo que quiere decir. ¿No quieren entregarla al conde Almaviva?, pregunta Rosina llorando, y no entendiendo por qué "Lindoro" rompe a reir. Por último se lo puede explicar con una sola frase: "¡Yo soy el conde de Almaviva!". Se hacen los preparativos para la huida. Entonces aparece Basilio con un notario. No le resulta difícil al conde aprovechar la situación para su beneficio, sobre todo porque Basilio no duda mucho tiempo entre una buena recompensa y una buena paliza. Él y Fígaro son los testigos del matrimonio de Rosina y Almaviva, celebrado rápidamente por el notario. La ceremonia está a punto de terminar cuando regresa Bartolo con algunos soldados que ha llevado consigo para que lo protejan de los intrusos. Después de la primera confusión, todo se aclara para bien. Almaviva regala a Bartolo toda la fortuna de Rosina, y en un alegre final sólo quedan rostros felices.

Historia.- Rossini, con la gran facilidad que distingue su manera de componer, escribió esta ópera en menos de  un mes (según el testimonio de algunos contemporáneos, en veinte días). El famoso cantante español Manuel García, que compartía en esa época con Rossini su modesta vivienda, le aconsejó e incluso le dio una melodía popular española que Rossini elaboró en la obertura y que  lamentablemente se perdió. El entonces muy estimado compositor Giovanni Paisiello (1740-1816) había puesto música al mismo tema en 1782, con gran éxito, de manera que el educado Rossini le pidió primero autorización para una nueva puesta en música, que en el estreno llamó Almaviva, ossia l'inutile precauzione, para evitar cualquier comparación. El barbero de Sevilla fracasó ruidosamente el 26 de diciembre de 1816. Sin embargo, a la noche siguiente la derrota se convirtió en victoria. A partir de allí, la obra voló de ciudad en ciudad. En Barcelona se representó en el Teatro de la Santa Creu en 1818, con una obertura compuesta por Ramón Carnicer. Éste no tuvo ocasión de dar explicaciones al maestro italiano hasta que Rossini visitó Madrid en 1831. También en Madrid se había disparado la moda de Rossini, del que llegaron a representarse en la temporada de 1821-1822, hasta seis óperas distintas del maestro. El barbero de Sevilla se representó 23 veces en la temporada mencionada. En 1825 llegó a Nueva York y Buenos Aires, ciudades en las que con esta obra se oyó por primera vez una ópera completa. Aunque no hay estadísticas seguras, se supone que es la ópera más representada.

Escuchen y vean a Gino Quilico en "Largo al factotum".


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