domingo, 10 de marzo de 2024

Comunicación


 

Nos dicen que vivimos en la sociedad de la información. Evidentemente, esto es cierto. Tan cierto, que estamos informados sobresaturadamente. Pero, ¿quién o quiénes deciden qué tipo de información debemos recibir? ¿Quién o quiénes controlan y manejan la difusión de las noticias que interesan? ¿Cómo podemos diferenciar lo cierto y riguroso, de lo vano, fútil, superficial, y sobre todo, manipulado? ¿A quién beneficia esta información?

La gente no se preocupa de las relaciones que existen entre el gobierno y los medios de comunicación, ya sea prensa, radio o televisión. Aunque la UNESCO dice que la información es un bien social, el lobby de la información actúa, según quien esté en la poltrona gubernamental, de forma distinta: favoreciendo o atacando. Ahí tenemos en estos momentos toda una pléyade seguidores de ya sabemos quién, así como también otra pléyade de separatistas desplegando un pensamiento único al más puro estilo marxista-leninista-gramsciano, atontando a los jóvenes, que quedan con la boca abierta ante sus “razonamientos”. Ante este panorama, no hay posibilidad de que las voces críticas salgan a la palestra. Y cuando lo hacen, surgen los insultos y descalificaciones.

Nos dicen, también, que la prensa es el cuarto poder. Mentira: en España forma parte de las citadas pléyades. Para eso tiene sus “intelectuales orgánicos” bien asalariados, que se dedican a corromper conciencias, fabricando estereotipos, demonizando a la oposición poniéndola como peligrosa para la convivencia y tachándola de “violenta”, mientras que ellos son los “pacíficos y limpios de corazón”, ya que sus periodistas con “objetivos” y “neutrales”.

Y para terminar, a los que no nos gusta ni la desinformación, ni la censura, ni la manipulación, ni la bota, ni el bozal, ni el grillete, ni el oír, ver y callar, se nos tacha de fascistas, de retrógrados, de ser partidarios de la conspiración judeo-vaticanista y demás lindezas propias de los de la internacional de la mentira, del odio y del terror.



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