El artículo
mejor se intitularía “Catolicofobia”, pues las agresiones prácticamente se
están cometiendo contra la Iglesia Católica.
Las noticias de este tipo no son vistas en los “mass-media” más ad hoc al
sistema. Así, la iglesia de San Carlos Borromeo en Viena fue objeto de ataque
vandálico en el mes de noviembre de 2014 ¿Se acuerdan?
La citada iglesia fue construida por orden de Carlos VI como promesa por la
desaparición de la peste negra que atacó dicha ciudad en 1713.
No digamos nada cómo reaccionarían los de la internacional de la mentira, del
odio y del terror, así como los musulmanes, si tal acto vandálico hubiese sido
contra una mezquita.
Como ya sabrán, Viena estuvo asediada y cercada por dos veces en los siglos XVI
y XVII por el Islam. En estas dos ocasiones, los católicos resistieron
heroicamente el asedio impidiendo la invasión islámica. No valía poner la otra
mejilla.
En estos
mismos momentos, y con la invasión musulmana de Europa, aparece nuevamente la
amenaza sobre el cristianismo, que desaparecerá porque el Islam transformará
las iglesias cristianas en cuadras para sus caballos, según manifestaron en su
día varios jefes musulmanes, entre los que destaca el que fuera presidente de
Egipto desde 1956 a 1970, Nasser (1918-1970), que en 1962 dijo:
“El
Creciente arrastró la Cruz en el barro. Sólo una cabalgata musulmana podrá
restituir la gloria de otrora. Esa gloria no será reconquistada sino cuando los
caballeros de Alá hubieren pisoteado San Pedro de Roma y Notre Dame de París”.
En fin, sin
comentarios.
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