A poco que uno se fije, a la
izquierda en general, y a la española en particular, no le interesan que las
clases medias se afiancen porque, entre otras cosas, esto significaría tener
más libertades y más derechos de las personas. Además, si echamos un vistazo
somero a la Historia y nos fijamos también en ciertos países en el momento
actual, nos daremos cuenta de que el socialismo solamente vive y se mantiene en
sociedades enfrentadas y rotas ¿Por qué sucede esto? Pues por una razón muy
sencilla: porque el socialismo se encarga de forma demagógica y subliminal (a
veces no tan subliminal) de cultivar el odio y el rencor de los desfavorecidos.
Véase como paradigma de esto que decimos lo que está ocurriendo en España en estos momentos con la inmigración, fenómeno este del que sólo piensan obtener réditos a través del voto, del subsidio y de la “discriminación positiva”, asunto este último que puede traer malas consecuencias, como pueden ser las reclamaciones de los “no discriminados” para obtener los mismos derechos que los “discriminados”.
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