martes, 7 de agosto de 2012

Ley de vagos y maleantes



Como pocos saben, y muchos ignoran, la Ley de Vagos y Maleantes fue obra de Manuel Azaña,  aprobada por las Cortes de la II República y promulgada el 4 de agosto de 1.933 en la Gaceta de Madrid, BOE de nuestros tiempos. Vean unas copias.









Por si no lo pueden leer, esta ley se aplicaba a:

“Vagos habituales; rufianes y proxenetas; los que no justificaran la posesión o procedencia del dinero u otros efectos, los mendigos profesionales o los que vivan de la mendicidad o exploten a los menores, enfermos mentales o lisiados; los ebrios y toxicómanos; los que para su consumo inmediato suministren vino o bebidas espirituosas a menores de catorce años en lugares y establecimientos de instrucción o en instituciones de educación e instrucción y los que de cualquier manera promuevan o favorezcan la embriaguez habitual; los que ocultaren su verdadero nombre, disimularen su personalidad o falsearen su domicilio o tuvieren documentos de identidad falsos u ocultaren los propios; los extranjeros que quebranten una orden de expulsión del territorio nacional; y los que observen conducta de inclinación al delito, manifestada por el trato asiduo con delincuentes y maleantes, por la frecuentación de los lugares donde éstos se reúnen habitualmente; por su concurrencia habitual a casas de juegos prohibidos y por la comisión reiterada y frecuente de contravenciones penales”.

Lo que no se entiende muy bien, habiendo tanta gente que clama constantemente por la República, es como no se exige la aplicación de esta ley en los tiempos actuales. Probablemente muchos de los de “¡Por la III República!” estarían hoy en la cárcel. ¿No les parece?.

Luis David Bernaldo de Quirós Arias

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