Falsificando la Historia ( I I )

 

Seguimos con lo que dice Hugh Thomas, como vimos en la entrega anterior.

Dice este señor que no sabe si el GRAPO era de derechas o de izquierdas, cuando es de dominio público que era una organización marxista-leninista.

Otro caso curioso, pero de ignorancia supina, es el de Gerald Howson. Y decimos ignorancia supina porque ni en la Leyenda Negra figuran los disparates que aparecen en su obra “Armas para España”. Así, en la página 21 del citado libro se puede leer que Indalecio Prieto fue abatido a tiros en un mitin celebrado en Écija, cuando todo el mundo sabe que don “Inda” falleció en Méjico en 1.962.

En otra página, cuenta el armamento que tenía el ejército español antes del advenimiento de la República en 1931. A tal efecto menciona un fusil ametrallador que se había sido fabricado en Oviedo y en La Coruña. Esto es mentira. La fábrica de armas gallega no empezó a funcionar hasta 1938 y el fusil del que habla nunca se fabricó en España.

Mención especial se merece don Javier Tusell que, siendo más bien demócrata-cristiano, propone, con intransigencia marxista e inflexibilidad gramsciana, la censura contra todos los libros de Pío Moa, arremetiendo también contra César Vidal e, inexplicablemente, contra Tamames.

En cuanto a Manuel Tuñón de Lara, nos cuenta Jorge Semprún que aquél estuvo en Francia ( en Pau ) relacionado con el antiguo KGB para organizar cursos de Historia politizada.

Para todos estos “ historieteros” de lo políticamente correcto, parece que la verdadera historia es su enemiga: no admiten nada que les pueda contradecir. Son como el reo que rechaza lo que diga el juez. Intentan suprimir la asignatura con panfletos y textos con mucha leyenda mitológica. Para estos “narradores”, los Pío Moa, Pabón, los hermanos Salas Larrazábal, De la Cierva, Palacio Atard e incluso Sánchez Albornoz o Menéndez Pidal, no dejan de ser unos “subdesarrollados”.

Pío Moa, a pesar de ser posiblemente el historiador más riguroso por sacar sus datos de la Fundación Pablo Iglesias y de los archivos de Largo Caballero, así como de los escritos de Azaña, se le intenta ningunear, censurar, acallar, etc. Pero, claro, los éxitos de ventas de sus libros, corroen. Como también corroe que provenga del marxismo.

Aquellos “historieteros” no comentan, por ejemplo, que cuando el PSOE se decidió por la guerra civil en 1933/34, dentro del mismo partido y de la UGT, hubo personas que se opusieron con razonados argumentos a Prieto y a Largo Caballero: eran los Besteiro, Saborit, Trifón Gómez, etc

El propio Julián Besteiro denunció “la peste y la locura dictatorial” que se adueñó del PSOE al últimos de 1933. Comentaba que serían las masas las que sufrirían “los desengaños y sufrimientos”. También dejó claro que el “peligro fascista”, tan cacareado por los bolcheviques para justificar el golpe contra la República, no existía.

Tampoco comentan que en una discusión con Prieto, Besteiro le dice: “Vais a llegar al poder, si llegáis, empapados y tintos en sangre” .

También decía que no iban a conseguir nada porque después llegaría otra “cruel guerra fraticida con los comunistas, sindicalistas y anarquistas”

 También dijo que “por ese camino de locuras decimos a la clase trabajadora que se la lleva al desastre, a la ruina, y en último caso se la lleva al deshonor, porque una clase obrera que se deja embaucar de esta manera, acaba por deshonrarse” .

No cabe duda que la predicción de Besteiro y compañía fue acertada. Los pobres hombres fueron barridos de la escena por los belicistas y también casi barridos de la Historia .

Continuará.