martes, 26 de marzo de 2024

“Decálogo del joven socialista”


 Como hay que “recuperar la memoria democrática” de Su Sanchidad, vamos a ello.

“Renovación” que, como ya sabrán ustedes era el órgano de la Federación de Juventudes Socialistas de España en tiempos de la II Republica, que estaba dirigido por Santiago Carrillo, publicaba el 17 de febrero de 1.934 el “Decálogo del joven socialistas”. Textualmente decía: 

 1º.- Los jóvenes socialistas deben acostumbrarse a las movilizaciones rápidas, formando militarmente de tres en fondo. 

 2º.- Cada nueve (tres filas de tres) formarán la década, añadiéndole un jefe, que marchará al lado izquierdo. 

 3º.- Hay que saludar con el brazo en alto – vertical -  y el puño cerrado, que es signo de hombría y virilidad 

 4º.- Es necesario manifestarse en todas partes, aprovechando todos los momentos, no despreciando ninguna ocasión. Manifestarse militarmente, para que todas nuestras actuaciones lleven por delante una atmósfera de miedo o respeto. 

 5º.- Cada joven socialista, en el momento de la acción, debe considerarse el ombligo del mundo y obrar como si de él y solamente de él dependiese la victoria. 

 6º.- Solamente debe ayudar a su compañero cuando ésta ya no se baste a ayudarse por sí solo. 

 7º.- Ha de acostumbrarse a pensar que en los momentos revolucionarios la democracia interna en la organización es un estorbo. El jefe superior debe ser ciegamente obedecido, como asimismo el jefe de cada grupo. 

 8º.- La única idea que hoy debe tener grabada el joven socialista en su cerebro es que el Socialismo solamente puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propugne lo contrario, que tenga todavía sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente. 

 9º.- Cada día, un esfuerzo nuevo, en la creencia de que al día siguiente puede sonar la hora de la revolución. 

 10º.- Y sobre todo esto: armarse. Como sea, donde sea, y por los “procedimientos que sean”. Armarse, Consigna: ármate tú, al concluir arma si puedes al vecino, mientras haces todo lo posible por desarmar a un enemigo. 

 Conviene recordar que el criminal Carrillo, jamás de los jamases se le vio en un frente de batalla. En el único “frente” que se le vio fue en el de los asesinatos, incluso de algunos camaradas suyos.

 ¿Qué hubiese sucedido si este decálogo hubiese sido firmado por Calvo Sotelo, José Antonio, Ortega y Gasset, Marañón, Gil-Robles, etc, etc? Seguro que ustedes se lo imaginan.

 Nota.- Lo destacado en rojo es nuestro. Nos llama la atención el apartado número 3 con lo de “hombría y virilidad” ¿No tenían nada que decir al respecto las mujeres?



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