Como ya sabrán, hay por ahí un grupo animalista
llamado “Almas Veganas” (Sobre este tema hay varios vídeos en YouTube). Esta
denominación suponemos que procederá del veganismo, que es una actitud
consistente en rechazar y no querer alimentos, artículos, restos, etc, que
procedan de los animales. Es decir, además de la carne, no se pueden comer
huevos ni beber leche. A lo mejor terminaremos desayunando hormigas con
chocolate, oiga, aunque esto a lo mejor también lo prohíben.
Estos “animalistas” dicen en un vídeo que circula por
ahí, que tuvieron que separar los gallos de las gallinas “porque no queríamos que las violaran”.
Estos brutos “animalistas” ignoran lo que es una
violación que, según los “inmortales” de la RAE es: “tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad” ¿Tienen
voluntad las gallinas? ¿Pueden hablar con sus violadores?
Por otra parte, estos “animaleros” dicen que en
algunos sitios hay entre tres y cinco “géneros”, pero no nombran tales sitios.
Dicen que defienden “el comunismo libertario”,
diciendo asimismo que “comer animales es
fascista”. Por lo visto para ser como ellos hay que comer verde. Que vayan
a Cuba, a Corea del Norte, a Venezuela, etc, etc, en donde la gente está muerta
de hambre, a ver si allí comen verde.
Otra bestialidad de estos tiparracos es decir que el
capitalismo tiene la culpa de los huracanes y de los tsunamis. Sin comentarios.
Como sabrán también, una feminista asesinó en su día vilmente
a tiros a una niña, y el feminismo echó la culpa de tal acto al “sistema macho”, lo mismo que una mujer
fue detenida por matar a un niño, pero hubo feministas que culparon a los
hombres de esto. Demencial, querido Watson, no elemental.
En fin, el asunto es criminalizar todo lo habido y por
haber, por muchas verdades y cosas de sentido común que se digan. Ya se sabe
que en el comunismo que estos tipos defienden, la discrepancia está prohibida.
Ya sabemos que el marxismo cultural gramsciano impone el fin de la libertad de
expresión.
¿Qué diría el monstruosos Lenin si levantase la
cabeza? Conviene recordar que este sujeto vivió casi 40 años a costa de su
madre, y cuando estaba en París en 1908 la pobrecita le mandaba tocino, jamón,
pescado, etc, etc.
Aunque Lenin hablaba de las mujeres cuando le
interesaba, no decía ni mu en el asunto sexual.
Por otra parte, en el libro intitulado “Las mujeres de los dictadores”, autora
Diane Ducret, Editorial Aguilar 2011, 376 páginas, se lee que a la feminista comunista
alemana Clara Zetkin, Lenin le lanzó un puyazo terrible, ya que le dijo que
nunca había conocido a una mujer capaz de leer “El Capital”, que jugase al ajedrez,
etc. Pero, claro, oiga, Lenin era un genio, Pablo Iglesias “El coleta”, dixit.
Continuará.
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