martes, 26 de marzo de 2024

De patriotas y currinches


 

Uno de los temas más manidos es el de la igualdad, a la que se invoca cuando interesa y se omite cuando también interesa. Por otra parte, y en el plano político, se habla de las “diferencias”, que pueden ser étnicas o culturales.  No digamos ya nada cuando se habla del “hecho diferencial”, o de  la “realidad de las naciones” para diferenciarlas de las “autonomías artificiales”. Si somos iguales, ¿cómo son posibles tantas diferencias?

A las personas que hablamos de España, que nos emocionamos al escuchar el Himno, o que también nos emociona  ver ondear nuestra Bandera, rápidamente se nos crucifica con lo de siempre: fascistas, retrógrados, insolidarios y demás epítetos decimonónicos.

Pero ocurre una cosa curiosísima: cuando la selección española de “furbo”, “deporte” este que es la auténtica morfina del pueblo soberano, gana una competición, salen a la calle miles de personas portando la Bandera, mientras que por otros asuntos verdaderamente importantes por los que sí habría que sacar la Enseña, se quedan en casa. Auténtica cobardía.

Además de esto, también hay otra cosa chocante: si un deportista de élite, como pueda ser Gasol, Fernando Alonso, Rafa Nadal y pocos más, izan o se envuelven orgullosamente en la Bandera porque se sienten españoles, aquí el pueblo soberano hace mutis por el foro. En vez de tratar de emular a estos deportistas, se emula a ciertos currinches que, mientras se interpreta el Himno Nacional en ciertos acontecimientos deportivos, miran distraídamente para otro lado no vaya a ser cosa que se les note el “patriotismo”, aunque provengan de comunidades con “hechos diferenciales”.

En fin, los tres deportistas mencionados son uno catalán, otro asturiano y el otro mallorquín. Y se sienten orgullosos de ser españoles. En esto sí que se sienten iguales.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog