Para muchos ilusos, el Cosmos en general, y la vida en
la Tierra en particular, fueron cosas del azar. Son capaces de decir cualquier
disparate, antes de reconocer la existencia de un Creador.
Para esta gente las leyes superiores que rigen el
Cosmos son obra de la naturaleza ¿Y quién creó a ésta? ¿No habrá un Supervisor
que esté controlando la presión, la gravedad, el intercambio de gravitones etc,
etc, etc, que hay en el universo? Pero, claro, como esas leyes superiores son
producto de la materia, no se las considera como creadas por un Ser Inteligente.
Por mucho que digan los materialistas y ateos, la
ciencia no ha encontrado la fuente original de la Creación, a pesar de las
teorías existentes, como la del Big-Bang, por ejemplo. Dichos materialistas y
ateos, tienen la mente muy condicionada y cerrada basada en dogmas y no en
razonamientos. Precisamente estas mentes tienen varios defectos muy
característicos. A saber:
a).- No admiten el error y le equivocación, admitiendo
y abrazando todo tipo de sofismas, principalmente el “ad verecundiam”: lo dio Marx,
punto redondo.
b).- Otro defecto es la ilusión permanente en la que
viven. Esperan y creen en el “hombre nuevo”, así como en “el porvenir radiante
de la Humanidad”. No se dan cuenta de que la mentada ilusión, según el
Diccionario de la RAE, es:
“Concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos
por la imaginación o causados por engaño de los sentidos”.
c).- Quizá el peor defecto que tienen sea el de
distorsionar, engañar y mentir, no solamente sobre hechos y realidades, sino
sobre su misma persona. Puede ser el tío más bobo del mundo, pero se hará pasar
por persona inteligente, cosa que el “pueblo soberano” aceptará a pies
juntillas.
d).- Dicen que sólo creen en lo que ven. Por tanto, no
creerán en el pensamiento, ya que ningún neurocirujano lo ha visto jamás, ni lo
verá. Y si por “h” o por “b”, estos ilusos estuvieran ciegos, no creerían en
muchas cosas.
e).- Jamás respetan la opinión de los demás, aunque
aparentemente así parezca.
f).- Presumen de tolerantes, pero cuando se les
rebaten sus argumentos, recurren a la descalificación y al insulto.
g).- Dependiendo de la gente con la que estén, y según
convenga, suelen tener duplicidad en sus tratos, así como en la exposición de
sus asuntos.
h).- Suelen ser pedantes y autosuficientes.
i).- Presumen de tener “conocimiento científico” sobre
las cosas, pero en realidad son unos auténticos nescientes.
j).- El nacionalismo y el patrioterismo campan a sus
anchas por sus mentes.
k).- En sus charlas, conferencias, mítines, etc,
suelen decir a sus audiencias lo que les gusta oír, sin pararse a pensar en las
consecuencias nefastas que esto puede traer. Son tan idiotas, que sólo
consideran inteligentes a las personas que piensan como ellos.
En fin, podríamos seguir, pero se haría el asunto un
poco largo.
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