Como decíamos en las anteriores entregas, vamos a
dedicar varias exponiendo comentarios, hechos, citas y frases de libros y de
periódicos, que omiten los “historieteros bienpagaos” de lo políticamente
correcto, sobre la República y Guerra Civil de España. Hay que recuperar la “memoria
democrática”
El asesinato de Melquíades Álvarez (En imagen)
En el año 2011, con motivo de cumplirse el 75º
aniversario del asesinato de Melquíades Álvarez (fue vilmente asesinado el 25
de agosto de 1936 en la Cárcel Modelo de Madrid), el señor Arias
Argüelles-Meres publicó en el diario “La Nueva España”, de fecha 23 de
agosto, un artículo intitulado “Melquíades Álvarez por partida doble”,
en el que decía, entre otras cosas, que “el
gran tribuno gijonés fue vilmente asesinado por unos desaprensivos sanguinarios en el asalto que se produjo a la Cárcel
Modelo de Madrid contra los prisioneros políticos que allí se encontraban”.
El señor Arias omite, no sabemos si por ignorancia o
por otra cosa, que el jefe de esos desaprensivos sanguinarios era el socialista
Enrique Puente. Como es sabido en dicho asalto también fueron asesinados Rico
Avello, Alvarez Valdés, Martínez de Velasco, el doctor Albiñana, etc, etc.
El “gran delito” de Melquíades Álvarez fue el haber
sido “simpatizante con las derechas” y,
¡como no!, “contrarrevolucionario”,
según el típico tópico de siempre de ya sabemos quiénes, que le convertía en “burgués exterminable”. A tal efecto
recordemos que cuando en febrero de 1936 se hizo cargo del poder el Frente
Popular, Melquíades Álvarez, que era un hombre civilizado, reaccionó contra las
atrocidades que estaban ocurriendo, hasta el punto de llegar a convertirse en
uno de los hombres más odiados por las izquierdas.
El señor Arias, como buen azañista, siempre disculpa o
exculpa a Manuel Azaña de lo que ocurría en la España bajo su mandato. Vamos a
transcribir aquí lo que el historiador y periodista José Javier Esparza dice en
su libro “El terror rojo en España.
Epílogo: el terror blanco” ( I ), Ediciones
άltera, 2007, página 50:
“Azaña
se siente incapaz de aguantar la presión socialista. Es entonces cuando da
carta blanca al reparto de armas. Un distinguido político republicano
Ramón Feced Gresa, lo contará después de
la guerra a los instructores de la Causa
General.
En
el Palacio Nacional se reúnen Azaña, Martínez Barrio – que aún no ha escapado –
los socialistas Largo Caballero e Indalecio Prieto y los ministros republicanos
Antonio Lara, Augusto de Barcia y Felipe Sánchez-Román. Largo Caballero pide
una vez más que se arme al “pueblo”. Azaña, quizá devuelto a la atmósfera de su
discurso ateneísta de 1930, decide entonces que “las teorías, sin masas, no
tienen valor”. En el rostro de Largo Caballero se dibuja una intensa expresión
de satisfacción y triunfo. Algunos republicanos moderados - como Sánchez-Román – rehúsan apoyar la medida
y salen del gobierno. La tarea recaerá en otro amigo personal de Azaña, José
Giral. Él será quien tome la drástica decisión”.
En la obra “Madrid
de corte a checa”, escrita por Agustín de Foxá, editorial Ciudadela Libros,
392 páginas, dentro de la tercera parte intitulada “La hoz y el martillo”, página 241, aparece este significativo
comentario en la página 285 que nos cuenta el trato tan bestial e inhumano que
recibían los cadáveres al día siguiente de ser asesinados:
“Un
miliciano los cogía por los pies y otro por los sobacos. Los balanceaban y los
tiraban por la plataforma.
.-
Este pesa menos que un pajarito.
Lo
arrojaron con tal fuerza que pasó el camión y cayó al otro lado. Era Melquíades
Álvarez.
Como dato curioso, recogemos lo que el periódico Política, órgano de Izquierda
Republicana, decía el 8 de agosto de 1.936 al informar que se habían
identificado algunos presos ilustres que estaban hacinados en la Cárcel Modelo:
“Y
existen, por fin, los presos políticos. Antiguos y recientes. Los más notorios,
de los últimos, son el Dr. Albiñana, D. Melquiades Álvarez y Martínez de
Velasco. El tercero sólo ha pasado -con la de hoy- tres noches en el
"abanico". ¡Lástima que Lerroux y Gil Robles no les puedan hacer
compañía!
¡Presos políticos en una república, señor Arias! ¡Qué
incoherencia y contradicción más terrible!
( I ).- Este libro lo tenemos
comentado con fechas 30 de mayo y 1 de junio de 2017.
¿Figurará esto en la “memoria democrática” de “Su
Sanchidad” y de Sor Yolanda?
Continuará.
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