El fanatismo del judío Marx le llevó a considerar que el proletariado tenía que mantener su “conciencia” que lo llevaría a la desaparición del capitalismo, que sería sustituido por el socialismo. Pero si el proletariado perdía su “conciencia” corría el peligro de integrarse en el capitalismo, como así sucedió.
El principal problema del marxismo “científico”
consiste en que la casi totalidad de las leyes apadrinadas por este judío, no
se cumplieron, como tampoco se cumplió que el capitalismo llegase al colapso.
Tal colapso lo pensó Marx entre los años 1845 y 1850, cuando solamente tenía
27/30 años, debido a las grandes dificultades y agitaciones económicas y
sociales de aquel tiempo. Creyó que el derrumbamiento y hundimiento capitalista
estaba a la vuelta de la esquina.
Viendo estas cosas, y otras, la insuficiencia del
judío queda manifiesta a la hora de intentar bosquejar y perfilar la sociedad
del futuro ¿A qué sociedad se referiría? ¿A la que apareciese como resultado de
la aplicación de su teoría moral? ¿Sería la sociedad del “socialismo real”?
Pues a esta es a la que se refiere.
Los partidarios, partidarias y “partidaries” de esta
última sociedad, cumplen rigurosamente varias cosas, como por ejemplo su odio a
la religión, su crítica a la filosofía que no sea marxista, su ataque a la
sociedad civil, su oposición al “Estado burgués” y, como no, su rechazo al
capitalismo.
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