Una de las pedanterías del marxismo-leninismo-gramsciano,
es el de autocalificarse como “científico”, cuando en realidad de esto no tiene
nada, ya que en muchos campos, como por ejemplo en la economía, en la moral y
en la religiosidad, falta a dos de los fundamentales pilares del ser humano: la
libertad y el respeto.
Dice el marxismo que cuando el ser humano se dé cuenta
de la ilusión que es la religión, logrará sentirse libre ante el Ser Superior,
que es severo e inflexible. A partir de aquí podrá realizar sus ideales
buscando una vida llena y colmada en el mundo material. Aquí ya se ve el odio a
la religión.
Sobre este asunto, dice el judío Marx, en su artículo
sobre los “Debates de la Dieta Renana”:
“Hasta ahora, el problema había sido
siempre: ¿qué es Dios? Y la filosofía alemana lo ha resuelto respondiendo: Dios
es el hombre. . . Ahora podemos ordenar el mundo de un modo verdaderamente
humano, según las exigencias de la naturaleza del hombre, y resolver así el
enigma de nuestro tiempo”.
Para el judío, la religión era una fantasía del hombre
debida a que no se había realizado en el campo político y social, amén de ser
un opio para el pueblo. Decía que “Ahora que se ha desenmascarado la forma
sagrada de la alienación del hombre, la primera misión de la filosofía que se
halla al servicio de la historia consiste en desenmascarar esa alienación en
sus formas no santas. La crítica del cielo se convierte en crítica de la
tierra; la crítica de la religión, en crítica del derecho; la crítica de la teología,
en crítica de la política”.
Como ya saben, este judío ve en la sociedad una
explotación del hombre por el hombre, y una gran escisión entre explotadores y
explotados, diciendo que la Humanidad solamente podrá independizarse y
liberarse cuando desapareciese la propiedad privada, amén de la sociedad
burguesa, luchando el proletariado contra la burguesía mediante la revolución,
que sería “la liberadora del hombre”.
Ante esta revolución y teorías, Marx pensó que era
necesario dotarlas de una base científica. Esta pedantería llevó al judío a
creer ciegamente que el movimiento del proletariado sería todo un éxito, amén
de creer también que el trabajo era el asunto favorito para embestir la
historia del ser humano, con el objeto de eliminar los idealismos y las
historias sagradas, estableciendo que el asunto primordial era la producción
material. Esto constituye el “materialismo histórico”, que sería un nuevo
estudio e interpretación de la Historia.
Continuará.
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