Estamos viviendo una situación en la que los valores esenciales
para que una sociedad funcione como es debido, están siendo barridos. Tales
valores están siendo triturados por los “científicos” e ingenieros sociales con
un objetivo muy claro: convertir a las personas en auténticos seres programados
dedicados única y exclusivamente a producir y a consumir al más puro estilo
marxista.
Los miles y miles de ideas que pueden pasar diariamente por la
mente de toda persona normalmente constituida, son brutalmente atajadas por
unos “mass-media” al servicio de lo políticamente correcto.
Por otra parte, están los “famosos” con sus modas y modelos, que
son elementos verdaderamente tóxicos que aborregan al “pueblo soberano”
convirtiéndolo en una masa fácilmente domesticable
Además, si a esto unimos lo que se cuece en los despachos de los
dispensadores políticos, tendremos todos los condimentos para conseguir el
objetivo antes mencionado: seres programados, pues el sistema no quiere que las
personas piensen. Sólo quiere que dependan siempre de él.
Tenemos que rebelarnos. No se puede estar pendiente de que otros
piensen por nosotros a través del “ente”, de los periódicos, de las
“conferencias”, de los mítines, de los discursos, etc., que nos hacen esclavos
del sistema.
¡Basta ya!
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