La política anti familiar comenzó en tiempos del Bobo Solemne con la legalización del “matrimonio” homosexual, falso concepto porque la palabra matrimonio proviene de “matrimonium”, y ésta de “mater”, madre, cosa esta que no pueden ser los homosexuales y las “homosexuales” . . . aunque, buen, oiga, hemos escuchado en una ocasión a una solterona decir que dentro de poco los hombres podrían tener hijos igual que las mujeres. Sin comentarios. Como recordarán, en aquellos tiempos “zapateriles” se hablaba del “progenitor A” y del “progenitor B”, lo mismo que se hablaba del “hado padrino”. Sin comentarios también. Vamos a “recuperar la memoria histórica” de este sujeto y la “democrática” de “Su Sanchidad”.
Aristóteles decía nada más y nada menos en el siglo I
V antes de Cristo, que era un error suprimir o prescindir de tres franjas
políticas: del Estado, de la Ciudad y de la Familia, formada por la unión
sanguínea y en la que se comunican y transfieren los modos de ser, de pensar, virtudes,
etc,etc.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas, fundada
en California en 1945), en su artículo 16.3 dice textualmente: “La familia
es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado”. Más claro, el agua.
Pero, oiga, de esto no se hace ni puñetero caso, y así
llegamos a donde llegamos porque tanto el panel ideológico, como las
planificaciones políticas sobre el tema, van por el aniquilamiento de la
familia que, como recordarán, fue constantemente atacada desde la Revolución de
1968, que consideraba al sexo, entre otras cosas, como una “mera mercancía”.
En fin, la homosexualidad y el aborto que tanto
defienden muchos, muchas y “muches”, están intentando acabar con la familia,
amén de las actuales políticas a favor de la mentada homosexualidad. Esto lo
veremos en la próxima entrega.
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