Cosas que ahora no se recuerdan ( C L X X V I I I ) .

 Como ya saben, actualmente hay muchas cosas y muchas noticias de otros tiempos, y de los de ahora que, por razones políticas, por “amnesia histórica”, por ignorancia o por malas intenciones, no se recuerdan. Nosotros vamos a recordarlas, sean del tipo que sean.

Tal día como hoy  28 de mayo, pero de los años que veremos, ocurrió lo siguiente:

En 1983 a banda terrorista ETA asesina en Pamplona a Fidel Lázaro Aparicio y a Antonio Conejo Salguero, guardias civiles.

Ahora vamos a ver dos cosas ignoradas por miles o quizá millones de españoles. La primera es el origen de los colores de la Bandera de España, que los internacionales de la mentira, del odio y del terror, dicen que es una bandera franquista. Y la segunda es la primera victoria de Covadonga contra los musulmanes.

La bandera actual de España se creó por decreto de Carlos I I I tal día como hoy 28 de mayo, pero de 1785, es decir, un siglo y pico antes de nacer Franco en 1892.

Por aquellos tiempos, muchas naciones tenían en sus banderas el color blanco como principal, lo mismo que España. Carlos I I I optó por los colores rojo y amarillo porque, entre otras cosas, permitía ver mejor a los buques en alta mar cuando había niebla o borrascas.

La segunda cosa es la primera victoria que tuvo lugar en Covadonga, que nada tiene que ver con la celebración del Día de Covadonga el 8 de setiembre, fiesta regional de Asturias, llamado “Día de la Santina” por la aparición de la Virgen en el año 722 a Pelayo y su tropa, comenzando aquí la Reconquista.

Como ya sabrán, los astures presentaron gran resistencia a godos y a romanos debido, entre otras coas, al territorio montañoso (Recordar que Asturias está rodeada por 12 puertos de montaña).

Cuando la invasión musulmana llegó a Asturias, los astures no se rindieron, como había ocurrido en otros sitios. En aquellos momentos llegó el godo Pelayo, que nada quería saber con los musulmanes, siendo llevado prisionero a Córdoba, de donde consiguió huir, tomando el camino hacia la Asturias rebelde, que fue atacada por las tropas del musulmán Algama, comenzando una guerra que en un principio les favoreció.

Pelayo y su tropa se retiraron a una cueva, que era un lugar adecuado para defenderse y batallar: Covadonga. En este sitio esperaron a los ataques del enemigo, que nada consiguió, venciéndolo. En esta lucha murió el jefe Algama.