Estamos hartos de oír a todas horas, y sobre todo en
estos momentos de campaña electoral, que el PSOE es un partido democrático.
Vamos a dedicar unas entregas para ver que esto no es cierto. Y para ello
empezaremos “recuperando la memoria” verdadera de la que nunca se habla.
El orondo sociata Indalecio Prieto, fue uno de los
portavoces y animadores de la revolución de 1934, revolución sangrienta, ilegal
y antidemocrática, como puede verse en su discurso pronunciado el 4 de febrero
de 1934 en el cine Pardiñas madrileño, discurso que fue publicado por el
periódico “El Socialista” dos días después, es decir, el 6 de febrero, página
3, de la que insertamos un apartado de esta página intitulado “La táctica
marxista”.
Como verán, Prieto presenta el programa bolchevique
del PSOE: creación de un gobierno con comisarios del pueblo, depuración del
Ejército, revolución en la educación y en la enseñanza, amén de dictadura del
proletariado. Esto es lo que los socitas trataron de imponer con dicha
revolución del 34, amén de otras cosas.
Como está sobradamente demostrado, cuando los sociatas
ven que no pueden ganar unas elecciones, exponen unas ideas y unos “argumentos”
contra los “otros” rayando en el totalitarismo y en la intolerancia. Estos
sociatas no saben, o no quieren saberlo, que la democracia implica deseo y
voluntad de convivencia, de armonía, de acuerdos, de concordia, etc.
En su ideología, y cuando las circunstancias sean
oportunas, el PSOE juega con dos cartas: la “democrática”, que aparece, como ya
dijimos antes, cuando hay elecciones, y la totalitaria, normalmente bien
enmascarada y disfrazada, apareciendo también el doble lenguaje.
En la próxima entrega veremos algo sobre los primeros
momentos del PSOE.
Continuará.
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