Y seguimos con la influencia soviética sobre la II República española que, como ya hemos dicho varias veces, se sigue omitiendo por los “historieteros” de ahora.
La influencia soviética sobre la II República española fue enorme, a pesar de que muchos “historieteros” y tardomarxistas lo nieguen. Existen muchos libros sobre el tema, así como escritos y declaraciones de verdaderos republicanos.
Uno de esos libros, intitulado “Yo he sido marxista: el cómo y el por qué de una conversión”, autora Regina García García (La Coruña 1898, Madrid 1974), Editorial Nacional 1946, 388 páginas, lo tenemos comentado en este blog con fecha 12 de enero de 2.020. De esta señora y de su obra nadie habla.
Diremos que Regina fue, entre otras cosas, “miembra” del PSOE, y
posteriormente responsable de la sección de prensa y propaganda del
PCE. Sobre el tema de la persecución religiosa, se lee en dicho libro lo
siguiente:
“En los primeros días de mayo de 1931vino a Madrid Bela Kun, el persa
renegado, bolchevizador de Hungría, con instrucciones concretas para organizar
el Partido Comunista y lograr su fusión con el socialista, que sabía era
numeroso. Había celebrado ya varias entrevistas con los dirigentes de mi
partido, el día que le conocí en la granja El Henar, en la tertulia a donde lo
llevó Álvarez del Vayo, antes de salir para Méjico de embajador de la
República. Acudíamos allí varios escritores del Partido Socialista, entre ellos
Luis Araquistain, y también solía asistir Margarita Nelken, que aún no había
ingresado en el Partido Socialista, pero que mariposeaba a nuestro alrededor.
Bela Kun intentó convencernos de que el ‘menchevismo’ estaba fracasado, que era
preciso ir a la acción directa rápidamente para el triunfo del proletariado . .
.Pocos días estuvo en España Bela Kun, pero en ellos logró dejar organizado el
Partido Comunista y darle las orientaciones de que carecía, siendo las primeras
las de perseguir la religión, porque el catolicismo era, al decir de Rusia, el
primer obstáculo que se opondría en España a la ‘insurrección armada de las
masas’. . . Consecuente con esto, los comunistas decidieron acometer
espectacularmente a la religión, con actos que impresionasen a la opinión pública,
y de acuerdo con los socialistas, a los que pareció bien el plan como medio de
preparar la revolución social a que aspiraban, se llevaron una serie de actos
agresivos contra las personas y las cosas consagradas al culto y que culminaron
con el escandaloso espectáculo del 11 de mayo de 1.931. Ese día se organizó en
Madrid la quema de iglesias y conventos que dejó destruidos, en aquella
lamentable jornada, 132 edificios dedicados a la religión y a la enseñanza”.
Nota.- Sobre estos actos vandálicos, y sobre otros, un pedante marxista
infumable decía que tales actos habían sido programados y patrocinados por la
oligarquía para desestabilizar la República. Mayor burrada y bestialidad no se
puede decir.
¿Qué
dicen a todo esto sor Yolanda y su "Sanchidad" en su “memoria
democrática?
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