viernes, 19 de mayo de 2023

La verdadera Historia, no la “memocrática” ( X X )


 Como ya hemos dicho varias veces, en aquella república había un conflicto de intereses: por una parte estaban las directrices y conveniencias de la URSS, y por el otro la defensa de la verdadera República, que era la que defendían los Ortega y Gasset, Marañón, Pérez de Ayala y varios más, que tuvieron que huir a Francia perseguidos por los comunistas.

La influencia del marxismo en la historiografía y en otros asuntos, sigue campando por sus respetos. No hay más que leer a ciertos “historieteros” de fascículo y bien subvencionados, para comprobarlo. Sin embargo, de los libros que se están escribiendo después de la apertura parcial de los archivos de la implosionada URSS, nada se dice ni se comenta.

Así, durante la II República española se empleaba constantemente la palabra obrero como un instrumento de enfrentamiento. Había “partidos obreros”, “movimientos obreros”, etc, etc, que estaban enfrentados a la oligarquía, a los terratenientes, al ejército, a la iglesia, etc. Si la CEDA, que era definida como retrógrada, reaccionaria y representante de estas instituciones, ¿cómo es que este partido, en unión del Partido Radical, ganó limpiamente las elecciones de noviembre de 1933?

Por otra parte, esos partidos obreros, el PSOE, PCE, POUM y CNT, acabaron enfrentándose, e incluso asesinándose entre ellos, como ocurrió con Andrés Nin, líder del POUM, vilmente asesinado por los comunistas.

Asimismo, las escisiones dentro de estos partidos fueron notorias, pero no muy públicas. Tales serían los casos del PSOE y del PCE que originaron guerras civiles entre ellos. Pero, claro, de esto y de otras cosas los “historieteros” de la internacional de la mentira no dicen nada. Como mucho, lamentan estos enfrentamientos para acabar diciendo que, gracias a dichos enfrentamientos, fue lo que permitió que triunfase el “fascismo”.

Y en esto surge Azaña, que se alió con estos “partidos obreros”, a los que, con su prepotencia y arrogancia desmedidas, pretendía gobernar y dirigir. Como ya se sabe, ocurrió todo lo contrario: Azaña fue manipulado y zarandeado por esos “partidos obreros”.

Por otra parte, dentro de estos “partidos obreros” hubo cambios de chaqueta. El más paradigmático fue el del criminal Santiago Carrillo. Como sabrán, en 1934 fue nombrado secretario de las Juventudes Socialistas. Dentro de estas Juventudes, había dos tendencias: una encabezada por reformistas y moderados, capitaneada por el profesor de Lógica Julián Besteiro, y otra, de carácter revolucionario, encabezada por el “Lenin español” Largo Caballero. A este último grupo se unió Carrillo que, como ya es sabido, luego cambiaría la chaqueta al PCE. (En la foto los encorbatados Largo y Carrillo cogidos del brazo).

Otro caso de “chaqueterismo” sería el de Margarita Nelken, “sujeta” esta  que escondió en su casa a uno de los asesinos de Calvo Sotelo. Pues bien, dicha “sujeta” solicitó el ingreso en el PCE, cosa que le negaron.

¿Qué dicen a todo esto sor Yolanda y su "Sanchidad" en su “memoria democrática?

Continuará.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog