viernes, 13 de enero de 2017

La dimensión moral de la persona ( I I I )


Como es lógico y obvio, el desarrollo consiste en ir de lo inferior a lo superior, aunque parece que en estos tiempos “modelnos” la cosa es al revés. Las primeras personas vivieron durante miles y miles de años en un estado y modo de vida parecido, y sólo parecido, al estilo animal, si bien existían cosas esencialmente distintas, pues la persona ha alcanzado un grado de  civilización, cosa que no ha hecho la raza animal.


Dicho desarrollo fue de una gran lentitud. Se  sabe que el hombre apareció sobre la Tierra hace unos dos millones de años aproximadamente. Sin embargo, la civilización más antigua conocida es la de Egipto, que como quien dice “apareció ayer”, pues se remonta al año 4.500 a. de C.

Las cosas esenciales distintas que mencionábamos antes eran que, a diferencia de los animales, las personas solucionaban sus problemas y necesidades que les presentaba la vida de un modo reflexivo, no a base de instinto. Por otra parte, el animal no sabe ni puede superar sus dotes físicas naturales. La persona, sí. Como muestra de esto, ahí están los primeros inventos para superar sus limitaciones físicas: el hacha, las flechas, el arco, la lanza, etc, etc. Esta superación era por motivos biológicos, como es obvio.

Además de esta superación física y material, también aparecieron ideas que nada tenían que ver con todo esto, como lo demuestran las pinturas rupestres que se encontraron en las cavernas, pinturas que, obviamente, no podía hacer ningún animal.  Como puede verse, desde los primeros tiempos la persona está dotada de imaginación, de reflexión y de capacidad de invento.

Se ha observado en las primeras civilizaciones que unas son más técnicas que otras, como es el caso de la egipcia y la de Babilonia, superiores ambas, por ejemplo, a la india. Como muestra de esto, ahí estaban las pirámides de la primera y las torres de la segunda que, además de ser unos auténticos monumentos, eran templos religiosos y centros de observación astronómica.

En cuanto a leyes, normas, reglamentos o códigos, lo primero que aparece es el código del rey babilonio Hannmurabi, que data del año 2.000 a. de C. Si bien este código contemplaba cosas impensables hoy, como la esclavitud o la ley del Talión, bien es cierto que representó un avance en lo que se refiere a las relaciones humanas, pues no es lo mismo tener alguna ley que no tener nada.

Por otra parte, en el aspecto espiritual el avance fue en proporción  más rápido, pues entre los siglos V I I I  al V a. de C. aparecen los profetas, así como Confucio, Buda y Zoroastro  y los primeros filósofos griegos. Las doctrinas religiosas y filosóficas de estos personajes, no solamente contribuyeron al desarrollo cultural, sino también al desarrollo moral de la persona.


Continuará.


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