Así se intitula la obra de Daniel Montero, editorial “La esfera de los libros”, Madrid, noviembre 2.009 (tercera edición), 286 páginas.
Libro impresionante. Si de verdad queremos saber cómo y de qué manera viven los políticos en España, lean este libro. Aquí se verán los privilegios, derroches, regalos, comilonas, corrupciones, etc, de toda esta gente. Seguro que al terminar el libro, el concepto que se tenía sobre la política y los políticos de esta impresentable España, cambiará por completo. Les vamos a mostrar un botón: dentro del capítulo IV, “Lista de bodas de empresarios y políticos”, en la página 107 hay un apartado intitulado “Grandes regalos de banca”. Dice así:
“En 2.008 la crisis económica azotó de lleno los bolsillos más débiles y casi 60.000 familias españoles perdieron su casa, según la memoria del Consejo General del Poder Judicial, que aglutina todas las ejecuciones de embargo dictadas por los magistrados en el último año. A la luz de estos datos, 180.000 personas se quedaron en doce meses sin vivienda por falta de liquidez. Sus casas fueron embargadas y pasaron a manos de los bancos. No hubo excusas. No hubo renegociación. No hubo otra salida que acudir al juzgado y que las casas cambiaran de dueño.
Pero la historia no siempre se repite. Al menos con los partidos políticos, que encuentran en los créditos concedidos por las entidades bancarias una importante fuente de financiación. Los partidos gozan de numerosos tratos de favor, hasta el punto de ver deudas millonarias perdonadas. Valga como ejemplo la celebración de las últimas elecciones generales. Según el informe del Tribunal de Cuentas, que se encarga de auditar los gastos de los partidos políticos españoles en cada proceso electoral, los miembros de la Casta invirtieron en total 66,6 millones de euros en la celebración de las elecciones generales del 8 de marzo de 2.008, una cantidad similar al presupuesto anual de los 623 ciclos formativos que componen la enseñanza de Formación Profesional. De ese dinero, 44 millones de euros fueron prestados por bancos españoles para financiar campañas publicitarias megalómanas, mientras los partidos aportaron únicamente 6 millones de euros, entre todos, de sus propias arcas. El resto se completó con subvenciones de las distintas administraciones públicas, que sirvieron para llenar a España con pancartas, contratar anuncios en prensa, sufragar los envíos de propaganda y organizar mítines en toda la geografía nacional.
El Tribunal de Cuentas se encarga además de controlar las cantidades que cada partido político recibe en subvenciones públicas, pero lo hace con un retraso de tres años. Una parsimonia preocupante si tenemos en cuenta que los delitos fiscales prescriben pasados cinco ejercicios. Según los últimos datos, la deuda de las agrupaciones presentes en el Congreso de los Diputados con los bancos asciende en total a 144,8 millones de euros.
Un 45 por ciento de esa deuda corresponde al PSOE, que debe 62,3 millones de euros a la banca y que es con mucha diferencia el partido más endeudado del país. Esa cifra incluye también las deudas contraídas por el Partido Socialista de Cataluña, que ha de pagar 10 millones de euros a los bancos y que vio en 2004 cómo la Caixa le perdonaba literalmente 7,15 millones de euros en intereses. Hace ahora cinco años, la principal caja de ahorros del país condonó al PSC todos los intereses acumulados por sus deudas con la entidad crediticia desde 1989. El acuerdo entre la caja de ahorros y los responsables socialistas quedó firmado el 29 de diciembre de 2004, cuando José Luis Rodríguez Zapatero llevaba ocho meses en La Moncloa como jefe del Estado ( I ) y el líder de los socialistas catalanes, José Montilla, ocupaba la cartera de Industria, Comercio y Turismo.
La operación fue detectada por el Tribunal de Cuentas en su auditoría de 2004. Los funcionarios del organismo consideraron la condonación de la deuda como una donación directa de la Caixa al partido por valor de 7 millones de euros, algo que excede por completo los límites legales. Según los términos del acuerdo, el PSC sólo tendría que abonar los 7,8 millones de euros que eran la base del crédito concedido hace años. Y tendría facilidades para devolverlo, a un tipo fijo del 3 por ciento durante quince años.
Los socialistas de Cataluña recurrieron la decisión de los auditores del Tribunal de Cuentas y aseguraron que la cantidad bancaria había decidido libremente perdonar la deuda al PSC tras una negociación. Un argumento legal pero parvulario. Según la versión de los socialistas, la principal caja de ahorros del país decidió, libremente y en contra de cualquier lógica mercantil, renunciar sin más a cobrar los 7 millones de euros que se le adeudaban. Entonces ¿qué ofreció el PSC a cambio en aquella supuesta negociación? Sobre el papel, absolutamente nada.
El mecanismo se repitió el mismo año pero con distintos protagonistas. Esquerra Republicana de Catalunya vio también cómo la Caixa le condonaba una deuda de 2,7 millones de euros por un acuerdo firmado el 14 de diciembre de 2.004. En aquellas fechas el partido de Josep LLuis Carod-Rovira formaba parte desde hacía un año del tripartito que gobernaba la Generalitat junto con los socialistas del PSC e Iniciativa per Catalunya. Se trataba de otra operación comercial sin sentido aparente, que se saldó con una cifra millonaria perdonada a la Casta. Pese a carecer de argumentos comerciales y con el único pretexto de recuperar de alguna manera parte del dinero prestado a ambas formaciones, la renuncia de la Caixa a cobrar sus adeudos fue ratificada públicamente por el Consejo de Administración de la entidad un año después.
La condonación de deudas astronómicas a los miembros del gobierno catalán se convirtió pronto en un arma arrojadiza entre los principales partidos nacionales. Tanto que el PSC contraatacó con la misma medicina. Con los regalos de la banca sobre la mesa, todos tenían algo que callar. Los miembros del PSC se estudiaron al dedillo los informes del Tribunal de Cuentas y la táctica de “y tú más” funcionó de nuevo.
Los socialistas encontraron 3 millones de euros perdonados al PP entre 1989 y 2001 por varias entidades bancarias. La primera condonación, por valor de 291.000 euros, corresponde a la Caja de Ahorros de Plasencia, según los datos del Tribunal de Cuentas para 1989. Varias operaciones similares se sucedieron en 1993 y 1994, años en los que se desconocen los bancos participantes. En 1996, con el gobierno de José María Aznar en el poder, los populares fueron eximidos de pagar 1,7 millones de euros gracias al acuerdo con “una caja de ahorros con sede en Galicia”, según recogen los informes de los auditores públicos. El último estudio del Tribunal de Cuentas localiza además irregularidades en los créditos saldados por el Partido Aragonés, el Partido Nacionalista Vasco y PSM-Entesa Nacionalista de Mallorca, ‘sin que los partidos políticos hayan aportado documentación acreditativa de la cancelación de las deudas’”.
En fin, como puede verse, toda una lección de ética y moral. Como el libro no tiene desperdicio, haremos otro comentario próximamente. Recomendamos leerlo.
( I ) Creemos que es un lapsus: debe decir Presidente del Gobierno
Continuará.
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