Así se intitula el libro de Jean-François Revel, Editorial Planeta, 2007, prologado por Javier Tusell, 499 páginas incluido ÍNDICE ONOMÁSTICO Y DE OBRAS. La obra consta de 12 capítulos, de los que destacaríamos “La mentira compleja”, página 157, y “El fracaso de la cultura”, página 403.
En la página 46 se lee:
“La mentira científica es, pues, tanto más marginal cuanto más veraz y objetiva es una ciencia. Es tanto más artera cuanto más una ciencia depende de las conjeturas, y tanto más tentadora cuanto más se preste a ser explotada como fuente de argumentos en el debate político. Por su misma naturaleza, ciertas esferas, aunque sobre ellas dispongamos de conocimientos precisos, favorecen la floración de temas sugeridos sobre todo por la imaginación, la pasión y la propaganda. Por ejemplo, las discusiones sobre los peligros de las centrales y, con mayor razón, de los armamentos nucleares, aunque legítimas y necesarias, unen con frecuencia la ficción a la realidad, con objeto de asustar al público más que de informarle con exactitud. A veces sucede que unos sabios se convierten en propagadores de estas deformaciones, a las que aportan el aval de su celebridad”.
En el capítulo intitulado “La mentira compleja”, página 157, nos dice Revel:
“En el mundo contemporáneo la mentira de izquierdas se presenta, por necesidad, en cantidad mucho mayor que la mentira de derechas.
La misma palabra izquierdas es una mentira. Al principio, designaba a los defensores de la libertad, del derecho, de la felicidad y de la paz. Hoy es ostentada por la mayoría de regímenes despóticos, represivos e imperialistas, en los cuales todos los que no pertenecen a la clase dirigente viven en la pobreza e incluso en la miseria. A despecho de esta situación, se conserva por costumbre la idea de que la izquierda, en vez de ser esta colección de mastodontes totalitarios que atestan el planeta, es una frágil, débil, y minúscula llama de justicia, resistiendo ante el apagavelas de una derecha gigantesca, omnipresente y omnipotente”.
En la página siguiente se lee:
“El planeta entero ha sido informado de las matanzas de aldeanos por los norteamericanos durante la guerra del Vietnan (aunque sólo sea porque sus autores han sido, afortunadamente, condenados por tribunales militares ‘norteamericanos’. Pero, ¿cuántas televisiones y periódicos han informado con la misma insistencia de que apenas Vietnan convertido en su totalidad en comunista, en 1975, 60.000 persona fueron fusiladas, en los tres meses que siguieron a la conquista del Sur por los ejércitos de Hanoi, más otros 20.000 un poco más tarde, y que 300.000 perecieron en el transcurso de los años siguientes a causa de los malos tratos sufridos en los campos de concentración?”
En la página 164, comentando sobre los regímenes marxistas-leninistas, dice Revel:
“Para proteger a estos regímenes y justificarlos, la izquierda ha utilizado, como antaño para la Unión Soviética y China, la negación de los hechos, la alteración voluntaria de la información, el rechazo a responder, sobre el fondo, a los argumentos y, en consecuencia, ante los recalcitrantes, el ataque personal ,calumnioso y difamador”.
En el Capítulo XII intitulado “El fracaso de la cultura”, página 403 y siguientes, nos dice Revel enla 415:
“La gran desgracia del siglo XX será haber sido aquel en que el ideal de la libertad habrá sido puesto al servicio de la tiranía, el ideal de la igualdad al servicio de los privilegios, todas las aspiraciones, todas las fuerzas sociales comprendidas en un principio bajo el vocablo de ’izquierda’ enroladas al servicio del empobrecimiento y del avasallamiento. Esta inmensa impostura ha falseado todo el siglo, en parte por culpa de algunos de sus más grandes intelectuales. Ha corrompido hasta los más mínimos detalles del lenguaje y la acción políticos, invirtiendo el sentido de la moral y entronizando la mentira en el centro del pensamiento”.
En fin, este es otro magnífico libro del ex comunista francés Jean-François Revel, que deberían leer esos intelectualillos pedantes marxista de la internacional de la mentira, del odio y del terror.
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