Terminábamos nuestro anterior artículo comentando que los fámulos del comunismo dicen que el régimen castrista tiene muchos enemigos fuera de la isla. Los enemigos del régimen están dentro de Cuba y son los que piden libertad y democracia ¿Por qué no dicen los citados fámulos lo ocurrido en “el modelo referencial”, que diría el ínclito e inefable Llamazares, no hace muchos años? En su día fueron destituidos de sus puestos Manuel Piñero, ex responsable del departamento de América del Comité Central del PCC, lo mismo que Mercedes Arce, responsable de las relaciones con los intelectuales. La verdad es que este último cargo no se entiende ni se comprende en una verdadera democracia.
También Castro destituyó a Alcibíades Hidalgo, vicepresidente de Relaciones Exteriores.
Para sustituir a estos señores y a otros, Castro ha elegido a representantes de la línea más ortodoxa: José Rafael Balaguer Cabrera y María de los Ángeles García. El primero fue embajador en la desaparecida URSS y se le encargaron las “misiones” de controlar las relaciones exteriores y resolver los “problemas ideológicos”, tarea esta conocida en Cuba como llevar “el Ministerio de la Verdad”. De Risa.
María de los Ángeles, colaboradora y fiel a Raúl Castro, sería la encargada de “los problemas de la mujer”, y encargada, asimismo, del “aparato cultural del régimen”. Bien mirado, los problemas de la mujer deben ser muchos, ya que nunca se ha visto una fémina ocupar altos cargos en el régimen.
El día anterior a los mentados cambios, el PCC “inició una campaña para explicar a sus militantes los cambios”. El único delito que habían cometido los destituidos fue el de pedir libertades.
Vamos a ver: ¿cómo es que tienen este cinismo los citados fámulos del comunismo, que pretenden que traguemos el sapo de que en Cuba hay libertad y democracia?
Después, vuelven con el manido tema del “criminal bloqueo” por parte de EE.UU. Vamos a ver: según el ministro de Defensa cubano, el valor del armamento suministrado en su día a la isla por la URSS, era de 10.000 millones de dólares ( “La Nueva España”, 27 de julio de 1.992). Viendo esto, se puede comerciar con otros países, aunque para el régimen de Fidel, por lo que se ve, eran más importantes “los cañones que la mantequilla”. Lo que agrava, y agravó, la situación en Cuba fueron los 1.000 millones de dólares que recibía como subvención de la citada URSS.
Lo del “criminal bloqueo” es una monserga que se transmite y la gente se cree a pies juntillas. Lo que sucedió en su día fue que Castro se incautó todas las propiedades americanas, diciendo que nunca les pagaría indemnización alguna. Debido a esto, EE.UU. declaró un embargo y no un bloqueo. Cuando un país sufre un bloqueo, nadie pueda entrar en él y el que lo intente será interceptado, cosa, que obviamente, no sucede en la isla. Cualquier nación del mundo puede enviar a Cuba lo que quiera. En su día, por poner un ejemplo, el Ayuntamiento de Oviedo, envió un barco con ayuda y no fue bloqueado por nadie.
Ahora surge una pregunta: ¿por qué Cuba no comercia con el resto del mundo? Pues sencillamente por el fracaso del régimen. Claro que a Castro y su camarilla les resulta más fácil y cómodo decir que allí se vive mal por culta del citado “bloqueo”.
Abundando en este tema del “bloqueo”, hubo, y hay, muchas empresas extranjeras que se fueron de la isla porque no cobraban. Además, ¿no llegan a Cuba turistas de todo el mundo, sin que se les impida la entrada? ¿No fueron en su día empresarios asturianos con su presidente demás corte a Cuba? ¿Han sufrido algún “bloqueo”? Lo que sucede es que allí, y desde que desapareció la URSS, no hay liquidez ni ningún tipo de seguridad económica.
Como corroboración a todo esto, transcribimos lo que opinaba Luis Ricardo Alonso, exiliado cubano y antiguo miembro del cuerpo diplomático del régimen castrista:
“Contra Cuba no hay ningún bloqueo de EE.UU. y la crisis económica que sufre mi país se debe a que los cubanos no trabajan”. (“La Nueva España”, 23 de julio de 1.992).
Continuará.
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