miércoles, 18 de enero de 2017

Censura ( y I V )


Terminamos estas entregas  con este capítulo sobre la censura, manipulación y persecución contra la Iglesia.


Estos perseguidores de la Iglesia, no se dan cuenta que lo que están haciendo es, ni más ni menos, cumplir el mandato divino de que será perseguida hasta el fin de los tiempos. Por tanto, por mucho que nieguen y renieguen de Dios, están cumpliendo su mandato.

A lo largo de la historia ha habido épocas de persecución implacable contra la Iglesia. En la época actual de esta España irreconocible, esta persecución es de lo más peligrosa y conflictiva. Si bien es verdad que de momento no hay ningún mártir, aunque sí los hay en otros sitios, la persecución y la censura están hechas de una forma muy organizada y orquestada por todos los miembros habidos y por haber de ya sabemos quién.

La calumnia, la mentira, la difamación, la omisión y un largo etc, valen para intentar tumbarla. Los altavoces mediáticos de “la infame”, son cerrados, clausurados o sellados. Para estos menesteres vale cualquier excusa. Y si no la hay, se inventa. Y sino se recurre al sofisma "ad verecundiam” de Carlos Marx: “La religión es el suspiro de la criatura oprimida. El corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo”

Esta censura choca frontalmente con un principio constitucional tan básico como es el derecho a la libertad de expresión y de información. No hay más que leer el artículo 9.2 de la Constitución. Pero es igual, esta pandilla de íncubos que nos gobernaron, y nos gobiernan, se pasa la Carta Magna por los dídimos.

Ya que a eso que llaman políticos les gusta mucho hablar de asuntos culturales, sociales, políticos y económicos, enfoquemos bajo estos aspectos a la iglesia cristiana:

a).- La Iglesia es la institución social más numerosa que hay en España. La asistencia a Misa todas las semanas es de unos 10 millones de personas. Ni la morfina del pueblo, es decir, el fútbol, llama a tanta gente. Aparte de esto, hay que tener en cuenta su actividad en colegios, hospitales, parroquias y un montón de centros más.

b).- La Iglesia, en contra de los marxistas de “cloro al clero”, la oferta que hace es evangelizadora y no económica.

c).- La Iglesia no quiere acaparar, como dicen algunos de la “secta”. Lo único que pretende es que se la deje proponer alternativas frente a los distintos medios que la atacan y que inundan al “pueblo soberano” con todas las basuras posibles.

d).- A la Iglesia no se la deja tener su televisión. Desde el punto de vista económico, sería rentabilísima. Millones la verían. Con ese dinero se podrían hacer más obras de caridad en hospitales, colegios, etc, etc. Pero ¡ah!, en este régimen sólo hay una libertad de expresión: la que otorga el estado a quien le parece. Las ideas del marxista Antonio Gramsci, parece que aún viven.


En fin, estos políticos que nos gobernaron, y que nos gobiernan, con sus oligopolios y su información basura, están emponzoñando el verdadero sentido de la comunicación. La información escoltada y tutelada por los medios afines y más “ad hoc” al sistema, así lo demuestra.



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