“España es diferente” ( I )

Su ponemos que recordarán aquel slogan turístico de “España es diferente” (“Spain is different”), promovido por el ministro Manuel Fraga con el objeto de atraer al turismo extranjero.


Pues sí, efectivamente “España es diferente”. Y lo es por varias razones. Quizá la primera sea porque, a pesar de que estamos en la época de las comunicaciones (internet, redes sociales, información digital, etc, etc), no nos comunicamos verdaderamente entre nosotros por mor de ciertos ideales políticos, promovidos por los de la internacional de la mentira, del odio, del terror, del rencor, de la difamación y demás, que en estos momentos han ocupado, mediante pactos y “pactas”, sillones en ayuntamientos y comunidades, valiéndose de discursos demagógicos, logomáquicos, populistas, tercermundistas y vengativos, todo ello promovido por una ideología que ha causado millones y millones de muertos a lo largo de su historia.

Otra de las razones de esa “diferencia” es que en ninguna parte del mundo se permite, se tolera y algunas veces se fomenta, ese afán nacionalista y separatista que nos invade en este momento. No importa que se viole la Constitución, oiga. Tal parece que las normas y los reglamentos valen más que las leyes, parafraseando a Romanones.

También hay otra razón: los pactos contra natura que se ven por doquier. Porque ¿acaso no es contra natura que el PSOE pacte en ciertas cosas con “Podemos”, cuyo programa en muchos aspectos nada tiene que ver con el suyo estando, en muchos sitios, en su contra?

Lo que nos espera con estos radicales izquierdistas en ayuntamientos y autonomías, es la intolerancia, el fanatismo y la ceguera.

Por otra parte, hay otra cosa que nos hace “diferentes”: la machaconería de los “mass-media” cuando dicen que hay que DESALOJAR al PP de la política. Tal parece que este partido haya asaltado o usurpado el poder, cuando si llegó a él fue precisamente porque el pueblo, del que tanto hablan estos “internacionalistas”, así lo decidió en su día.

También somos “diferentes” porque en ninguna parte del mundo se permiten los ultrajes e injurias contra los símbolos de la Patria, como ocurrió en un escenario futbolero que ya sabemos. Esto lo comentaremos en la próxima entrega.


Continuará.