miércoles, 28 de agosto de 2024

De contrastes y privilegios


 

La verdad es que siente uno un poco de repelús al ver la contundencia que muestran ciertos tribunales con las personas que roban o hurtan una lechuga en un supermercado, por ejemplo. Y decimos lo del repelús, porque tal actitud contrasta con la indulgencia y el mirar para otro lado cuando se trata de políticos activos o inactivos,  acusados de corrupción, robo, malversación de fondos, etc, etc.

Por otra parte, también produce repelús el ver los privilegios de la casta política, con sus sueldazos e ingresos millonarios, además de sus dietas y jubilaciones de oro y de sus mansiones y coches de lujo, sin tener, muchos de ellos, ninguna titulación, ningún mérito y, lo que es peor, ninguna capacidad para desempeñar su cargo. Esto es una auténtica burla y un agravio para todos los españoles que pagamos sus momios, sinecuras y prebendas a costa de nuestros impuestos.

 Así nos luce el pelo.



 

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