Andan por ahí una serie de politicastros que,
aprovechándose de la ignorancia y estulticia del “pueblo soberano”, exponen
unas ideas con las que queda embobado.
Para ello, sonríen a dicho pueblo, a la vez que se fotografían
con él con una cara de satisfacción de lo más cínico. Lo más curioso es que
dichos politicastros aprueban ciegamente el comportamiento del “pueblo”, aunque
emplee todo tipo de violencia.
Por otra parte, cuando les interesa, sonríen y saludan
mostrando una satisfacción indescriptible.
No son inteligentes, sino astutos que se valen de
grandes artimañas populistas y demagógicas para dividir a la gente y sembrar la
discordia, intuyendo y adivinando por dónde sopla el viento, haciendo que remen
a favor de la corriente.
Por otra parte, dichos politicastros se sienten
fuertes cuando reciben aplausos, elogios, “distinciones”, risas, regalos,
invitaciones, e incluso subvenciones.
Cuidado con estos tipos, ya que en el fondo son gente
resentida y vengativa. La Historia lo ha demostrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario