Decía en una ocasión Friedrich Engels:
“¿Cómo
encajamos nosotros, que huimos de las posiciones oficiales como de la peste, en
un partido, es decir en una banda de
asnos que jura por nosotros, porque se creen nuestros semejantes”?
Pregunta: ¿por qué en los países comunistas la gente
no huye de las posiciones oficiales como la peste? ¿Acaso serán la banda de
asnos los dirigentes de dichos países?
Por otra parte, como ya sabrán, San Pablo en una Carta
a los Tesalonicenses decía:
“El que
no trabaje, que no coma. No vivimos entre ustedes sin trabajar, nadie nos dio de balde el
pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no
ser carga para nadie”.
Curiosamente, el
criminal Stalin incluyó lo de “el que no
trabaje, que no coma”, en la constitución soviética.
Si levantase la cabeza
el mentado Stalin, el gran “benefactor” de la Segunda República Española, y viese
que en España en estos momentos muchos, muchas y “muches” comen sin dar golpe,
se volvería catatónico.
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