Complejos e ignorancia

 

Las mujeres de la “memoria histórica” y de la “memoria democrática”, hablan de hechos y acontecimientos de hace muchos años. De los que suceden recientemente y ahora, según convenga, ni pío. Y como hay que recuperar dichas “memorias”, vamos a ello.

 ¿Se acuerdan cuando en el año 2009 dos hombres marroquíes dieron  una paliza bestial y brutal a una mujer también de la misma nacionalidad, por no llevar velo? Como consecuencia de la tal paliza, la mujer tuvo que abortar. La entonces ministra de igualdad Bibiana Aído, no hizo ningún comentario sobre este acto violento de aquellos islámicos marroquíes. El feminismo es el feminismo, oiga.

Dicho lo anterior, y como ya sabrán, apareció en la prensa en su día  un decálogo feminista que prohíbe, entre otras cosas, leer a Pablo Neruda y que los niños jueguen al fútbol en las escuelas. Esto de los niños, sin comentarios.

Sobre Neruda, vamos a comentar algo. Como ya saben, fue un literato chileno que, según Gabriel García Márquez, fue el más grande poeta del pasado siglo X X. Fue Premio Nóbel de Literatura en 1971, amén de doctor honoris causa por la Universidad de Oxford.

En el asunto político, fue senador y miembro del Comité Central del partido comunista chileno, además de embajador en Francia ¿Qué dicen los comunistas a esto? Seguro que ni mu, ya que lo de prohibir, sea lo que sea, es una de las muchas barbaridades del sistema que nos quieren imponer.  Pero, en fin, la ignorancia campa por sus respetos.

En cuando al tema de religión,  piden eliminar la asignatura de Religión Católica, queriendo imponer sus ideales, porque “una escuela feminista es una escuela necesariamente laica”. De la religión islámica, ni mu.

En el tema de la ciencia, dicen que hay que hablar, entre otras mujeres, de Marie Curie, la gran física polaco-francesa descubridora de la radioatividad ¿Y de Einstein, de Niels Bohr, de Allan Penzias, de Bernouillí, de Arquímedes, de Newton, de Compton, de Doppler, de Galileo, etc, etc, nada de nada?

En el asunto bibliotecario, dicen que “en tres cursos tiene que haber en la biblioteca del centro cantidad similar de libros escritos y protagonizados por mujeres que por hombres”. Sin comentarios también.

¿Qué subyace detrás de todo esto? Creemos que complejos e ignorancia, además de querer imponer unos ideales en los que la libertad brilla por su ausencia, por mucho que digan los timoneles.

Nos viene a la memoria una frase de Albert Einstein: “Los ideales no tienen lugar en la educación porque impiden la comprensión del presente”.