Como
hay que "recuperar la memoria democrática", vamos a ello.
Como recordarán, hace unos años Felipe VI “El endilgado” y su pareja, recibieron al “colectivo” de homosexuales, lesbianas y transexuales.
En la conversación que mantuvieron se dijo, entre otras cosas, que no querían
que se produjese “ningún retroceso en los derechos conquistados con
mucha lucha”
Asimismo, dicho colectivo pidió a sus “majestades” que se preocupasen de
defender los derechos humanos en el mundo, de todas aquellas personas que son
perseguidas por su condición sexual.
Esperamos que dichas “majestades” condenen públicamente los asesinatos que se
comenten en el mundo islámico contra tal colectivo.
Al final de la noticia se lee que los miembros de dicho colectivo, quedaron
satisfechos al ver como la Guardia Real se cuadraba ante su presencia “en
la residencia del dictador Franco, quien criminalizó a los homosexuales con su
ley de vagos y maleantes”. Mentira cochina.
La "Ley de vagos y maleantes" fue establecida el 4
de agosto de 1933 por obra y gracia de Manuel Azaña, que fue el que la pergeñó.
Dicha ley estaba por encima de la Constitución de aquellos años.
Decir también que los lugares donde eran internadas estas personas durante la
II República, se les denominaba “Campos de concentración”, como el que había en
Alcalá de Henares, patria chica de Azaña. En estos campos se obligaba a la
gente a abrir surcos en la tierra con un pico y una azada, así como pintar
paredes o cortar leña sin recibir contraprestación alguna. Según manifestaban
los internados, la vida que llevaban allí era un auténtico calvario.
De esto, y de otras cosas, no se dice nada ahora. La ley de “la memoria democrática”
de Su Sanchidad, para eso está, oiga.
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