Y terminamos con el libro escrito por Fernando Arrabal
intitulado “Carta a Stalin”,
Editorial La Esfera de los Libros, S.L., 2003, 202 páginas, dedicado al
sanguinario y cruel Stalin.
En las páginas 120 a 123, 156/157 y 184/185, se lee:
“Obligados
a retroceder, sus artistas más artificial e injustamente encaramados tuvieron
que acatar para deshonra e indignidad la causa de la tiranía que usted
consolidó, después de Lenin, y que sus marionetas, verdugos y sucesores
caribeños o no perpetúan hasta hoy.
Chirsta
Wolf, escritora alemana que hoy reconoce haber sido informadora secreta (G.I.)
de la Seguridad del Estado (la Stasi) confesó;
‘Cualquier
reunión podía convertirse en un encuentro de asesinos, y aquel que parecía un
cordero inocente se alzaba con el poder terrible de condenar’.
¿Fueron
tan sólo insensatos los que formaron las falanges de sus feligreses, don
Iósif?.
¿Fueron
tan sólo seres desprovistos de sesudez, de sentido común o de razón?
¿Fueron
tan sólo zascandiles que se dañaron a sí mismos como perjudicaron a quienes le
rodeaban?
¿Fueron
tan sólo poetastros los que compusieron ditirambos remendones tales como:
‘Stalin
eres más alto que los espacios celestes y sólo tus pensamientos son más altos
que tú. El sol es más hermoso que las estrellas y la luna. Pero tu espíritu
Stalin es más luminoso que el sol’.
Los
altos funcionarios de su régimen (por lo general, los de mayor bajeza del país)
gozaban del privilegio de vivir en los suntuosos pisos de la construcción para
faraones, fantoche3s y fantasmas, y eran sistemáticamente espiados por policías
instalados en los huecos y espitas que para esta misión había mandado usted
construir en el interior de los espesos muros de a metro y muy señor suyo.
¿Y
cuántas víctimas añadirán a los millones de deportados?
En1934,
10.000 finlandeses fueron deportados. En 1937, 172.000 coreanos fueron
deportados. En 1939, 35.000 polacos fueron deportados. En 1941, 127.000
bálticos fueron deportados. En 1941, un millón de alemanes fueron deportados.
En 1943, 95.000 calmucos fueron deportados. En 1943, 500.000 chechenos fueron
deportados. En 1943, 39.000 karacháis fueron deportados. En 1944, 20.000
armenios fueron deportados. En 1944, 200.000 tártaros fueron deportados, etc,
etc
Los
milicianos entraban en las casas y se llevaban a todos los válidos en menos de
diez minutos. A los demás los asesinaban. Otras veces quemaron poblaciones
enteras en granjas. En ocasiones llenaron camiones con sus víctimas que luego
enviaron al fondo del lago helado de Galatchái.
Su
URSS vivió el estalinismo protegida por el telón de acero de la indiferencia y
por el tesón de sus agentes, mucho más responsables, pero menos vulnerables,
que usted mismo.
Sin
más información que la de los ‘viajeros acompañados’ que se extasiaron ante ‘la
construcción del socialismo’, sordos al tableteo de los fusilamientos. Usted
impuso la explosión del pensamiento. Gracias a este atropello de la mente la
inteligencia se hizo arma. Gracias a la singularidad del ‘doble-pensamiento’
los militantes dirán mentiras deliberadas creyéndolas sinceramente".
En fin, esto es un pequeño resumen de este magnífico
libro de Arrabal que relata la idiosincrasia de este repugnante, criminal y vil
asesino que, curiosa y paradójicamente, aún cuento hoy día con defensores y
aduladores post mortem.
Recomendamos leer este extraordinario libro.
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