lunes, 8 de abril de 2024

La estulticia de Su Sanchidad ( I V )


 

Y continuamos ilustrando al ignorante y mentiroso que tenemos en la poltrona “Monklovita” por aquello de que la República era un “vínculo luminoso de nuestro pasado que hay que reivindicar”. Tal parecer que este sujeto y sus socios carecen de “memoria histórica” de su propia historia. Los hechos y acontecimientos ahí siguen, pero estos “internacionalistas” los ocultan, los niegan, los tergiversan, los encubren, los falsean, los adulteran, etc. Hablan mucho de libertad de expresión, pero de esto caca de la vaca flaca.

En la página 32 y siguientes del libro “La persecución religiosa del clero en Asturias (1934 y 1936-37) I. Martirios”, autor Ángel Garralda García, Gráficas Summa, Oviedo 1977, nos comenta el autor lo acontecido en San Esteban de las Cruces (Oviedo), ante la presencia del palentino Belarmino Tomás ( I ) que: “ . . . Belarmino Tomás tenía más visión de futuro que José Antonio Aguirre, cuando ante los penados de un batallón de trabajadores en San Esteban de las Cruces, sucede la siguiente escena que nos narra un testigo presencial, Bonifacio Lorenzo Somonte:

Estando ya en la Brigada Penal de San Esteban de las Cruces, nos visitó don Belarmino Tomás, conocido como Gobernador General de Asturias y León. Le acompañaba una mujer de aspecto dudoso y un líder sindicalista, librero del valle de Langreo, llamado Lázaro. Éste, al reparar que entre los detenidos estaba un joven, que se llamaba Alfredo Junquera Balbona, exclamó dirigiéndose a Belarmino:

 ¡Vaya Está aquí el sacristán de mi pueblo . . .

 Entonces le preguntó el jefe máximo de la revolución de Asturias:

 ¿Qué piensas hacer cuando esto se acabe?

 Seguiré ayudando a misa, respondió valientemente.

 La contestación de Belarmino fue en el sentido de que no podía hacerlo, porque ya no quedaban curas. Entonces el muchacho insistió:

 Al menos quedarán los que vienen con los gudaris vascos.

 A esta inesperada salida del valiente joven, el cabecilla rojo afirmó:

 Después de acabar la guerra con los fascistas, aplastaremos a los vascos con su catolicismo.

 El diálogo terminó aquí; pero al día siguiente, al bajar de trabajar de las trincheras, el muchacho de A.C. y sacristán en La Felguera, fue asesinado por los que había asistido a la entrevista del día anterior”.

 ( I ).- Este individuo, como prácticamente todos los gerifaltes comunistas y socialistas, huyó a Méjico donde falleció en 1950.

 Este es el “vínculo luminoso” del doctor Sancheznstein.

 Continuará.



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