Como ya saben, el Bobo
Solemne anda de vez en cuando por ahí sacando pecho y dando “consejos” a
tutiplén. La verdad es que no se comprende muy bien cómo este sujeto sale a la
palestra después del descalabro que cometió siendo presidente de España. Y como
hay que “recuperar la memoria histórica” que él inventó, vamos a ello
comentando someramente el libro intitulado “El Maquiavelo de León”,
autor José García Abad, Editorial La
Esfera de los Libros, 2.010, 318 páginas, incluido el índice
onomástico. La primera edición salió al público en febrero de 2.010. Este libro
ya lo hemos comentado en este blog, pero ahora vamos a insertar algunas cosas
más.
Si el libro “La casta. El increíble chollo de ser
político en España”, comentado en este blog con fechas 20 y 25 de enero de
2017, nos produjo náuseas, este que estamos comentando nos llevó al vómito.
La obra viene a ser una
pequeña biografía de Zapatero desde el punto de vista político. La verdad es
que después de haberlo leído, a uno le surgen un montón de preguntas. Pero hay
una que nos martillea: ¿quién estaba detrás de este individuo? El libro cuenta
con los inestimables comentarios de personas que le conocen, personas que
rogaron al autor que no mencionasen sus nombres. A otras no le ha importado
esto.
Someramente diremos que ZP no
es lo que parece pues, como dice el autor, “ofrece
muchos pliegues y recovecos”. Lo único que perseguía era mantenerse en el
poder, valiéndose de todo tipo de engaños, disfraces y tergiversaciones.
Es una persona que ha vivido
siempre de la nómina del partido y no ha ganado ni un céntimo fuera de él, a no
ser cuando terminó la carrera que estuvo unos meses como “penene” en la Universidad de León,
con un sueldo que no le daría más que para tomarse unos “cafelitos” (página
17).
Los que le conocen lo
califican de rencoroso en lo político, pues no perdona ni olvida. Tiene mucha
soberbia y está convencido y autopersuadido de su mesianismo, considerándose
poco menos que infalible.
Está obsesionado por
controlarlo todo. Lo tachan de frío y distante. Carmen Chacón, ministra de
Defensa, dice que “no le corre sangre por
las venas, sino agua”. (Página 27).
Como pedante, soberbio y
vanidoso que es, tiene un alto concepto de sí mismo, además de ser un tipo
caprichoso. No es una persona de palabra y miente cuando lo considera
necesario. (En esto, y en otras muchas cosas, sigue las pautas del criminal
Lenin, cuando decía que la mentira podía ser una buena arma revolucionaria).
Una persona que lo conoce muy
bien, y que no quiere que se sepa su nombre, dice que el día que “ZP caiga nadie va a llorar con él”
(Página 28).
También se le califica de
terriblemente terco, necio y autoritario. Como político es capaz de hacer todo
tipo de pactos, ya sean para bien o para mal, y también es mago en el arte de
enfrentar a unos compañeros con otros (Página 44).
Según las circunstancias y
los momentos, es un tanto “chaquetero”: independentista leonés,
castellanoleonesista, guerrista, renovador . . . lo que convenga en cada caso
(Página 46).
En las páginas 58 a 61 se ve como ZP coloca a
sus amigos en puestos importantes,
aunque estos amigos no tengan ni idea del nuevo cometido. Así se nos cuenta
como al veterinario Manolo Rodríguez ZP lo colocó en la Oficina Económica
del presidente, al lado de Miguel Sebastián. Otro colocado amigo fue Miguel
Martínez, quien había dicho a Zapatero que el sueño de toda su vida era el de
ser presidente de los paradores. Hecho, le dijo ZP, aunque el tal Miguel no
tuviera ni idea ni de hostelería ni de turismo.
En la página 73, un compañero
leonés de ZP, le dice al autor: “Era un
“diputadín” de provincias, el diputado más joven, no se puede llegar tan alto
desde tan bajo”. Durante su etapa de “diputadín” pasó totalmente
desapercibido. Leyendo esto es cuando nos asalta la terrible pregunta que
formulábamos al principio: ¿quién estaba detrás de este sujeto? ¿Quién lo
“patrocinaba”?
Otro compañero de la Ejecutiva, dice: “Nadie se atreve a contradecirle, pero algún
día saldrá toda la rabia, todo el rencor contenido”. (Página 79).
Otra persona, en este caso,
un ex ministro dice también: “Zapatero
actúa como si pensara ‘si estos están juntos conspirarán contra mí, así que más
vale que no se junten. Lo mejor es que se peleen. Es una de sus técnicas para
destacar su poder”. (Página 89).
Los más “didimoso” del asunto
es que este sujeto ignorante, insensato y loquinario, ande por ahí dando
“consejos”, además de cobrar muchos miles de euros al año por los “servicios
prestados”. Los sucesos que desató en sus tiempos de “gobierno”, sucesos de
carácter bananero peligrosamente deslizados hacia el totalitarismo y el
separatismo, parecen haberse olvidado. Aquella democracia
“ejemplar”, según los gurús mediáticos de la agitación y propaganda,
capitaneada por este “Maquiavelo de León”, nos llevó a la situación de la que
aún no nos hemos repuesto por mor de la demolición, de la destrucción y de la
trituración de todos los valores éticos y morales, lo que valió para abrir las
compuertas del rencor, del odio, de la mentira, del engaño, de la depravación y
de la degradación moral. Así estamos.
En fin, y como siempre, libro
recomendado para los de la “memoria histórica” y para los de la “democrática”.
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