Cómo se llega a un régimen totalitario

 

Vamos a señalar a continuación unos pasos que se siguen para llegar a un régimen totalitario. Si en algunos de estos pasos encuentran parecido con la realidad por la que atraviesa España en estos momentos, no es ninguna coincidencia.

1).- Toma del poder político por cualquier medio, bien sea golpe militar, lucha armada, acto terrorista, moción de censura, etc. La única razón que existe es la de las armas. En caso de que la conquista del poder sea a través de elecciones, entonces hay que aliarse con los militares para después depurarlos.

 2).- Se propone una meta, tras la que se vuelca todo el esfuerzo del régimen. Esta meta a conseguir será la panacea para solucionar todos los problemas actuales. Se manipula gramsciana, sibilina y subliminalmente el temor de “regresar al pasado”, pasado que intenta borrarse y al que se le califica con todo tipo de términos, incluso obscenos. La obsesión por alcanzar los objetivos de la meta, hace que el “pueblo soberano” se distraiga de los problemas actuales y reales.

 3).- Control total y absoluto de los “mass-media”. El pueblo soberano sólo conoce las noticias que convienen al régimen, organizando y desarrollando de esta forma, un opinión colectiva basada en el unanimismo. Con esta treta, se pretende movilizar a los dudosos cuando llega el caso, y silenciar a los disidentes y opositores.

Cuando hay un enfrentamiento o confrontación, se menosprecia y minimiza el éxito del contrincante y se maximiza el propio. De todo esto se encargan la telebasura, la radio, el cine, comentarios, editoriales, artículos, centros de “formación”, y un largo etc.

 4).- Dar consignas. Con las consignas, sloganes y demás se consigue que el fanático sea desposeído de todo razonamiento. Y en caso de que lo emplease, lo haría basado en una serie de tópicos, basados a su vez, en todo tipo de sofismas y falacias.

 5).- Junto a las consignas y demás, también se emiten y se fabrican todo un recital de etiquetas. Así, todo lo que al régimen le conviene es bueno y justo. Según el tipo de régimen que se quiera instaurar, se califica a la oposición antipatriotas, fascistas, herejes, revolucionarios, contrarrevolucionarios, creyentes, etc.

 6).- Manipulación de la verdad. Esta manipulación va dirigida primordialmente a contar la historia de otra forma con mentiras, odios y engaños. Y en el caso de que esta historia no se pueda cambiar porque hay documentos y evidencias, entonces se recurre a la falsa interpretación de la misma.

 7).- Subordinación del individuo a la colectividad. Aquí está uno de los pilares de todo sistema totalitario, sea de corte marxista o fascista. Se crean y elaboran una serie de respuestas que se repiten mecánica y unánimemente, con el objeto de supeditar y subordinar al individuo a la colectividad. El criterio que puedan tener los individuos va desapareciendo paulatinamente. Cuando ese “colectivo” realiza cualquier actividad, programada y dirigida desde arriba, se magnifica hasta los extremos de gesta, según los casos.

 8).- Uso del mito. Uno de los refuerzos para manipular s los individuos, es la creación de mitos. Es decir, cualquier “hecho”, “acto”, “gesta”, etc, que convenga a régimen se los califica de heroicidad, inmortalidad, epopeya, gloria, etc.

 9).- Uso del fanatismo. El fanático es una de las piezas clave de todo totalitarismo porque no puede dudar lo más mínimo. Este fanatismo, unido a la intolerancia, permiten el control de la sociedad.

 10).- Justificación de errores. Cuando haya errores, sobre todo políticos, sociales y económicos, se sacan a relucir algunos “indicadores” que puedan “justificar” los mencionados errores. Tales indicadores pueden ser, por ejemplo, deportivos. También se recurre a la exaltación de los valores morales de la persona de esa sociedad colectivizada y pastoreada que, a su vez, dichos valores sirven para anteponerlos y confrontarlos con los anhelos e intereses particulares.

 11).- Culto a la personalidad. Con esto se persigue la total sumisión y subordinación. La imagen del “gran timonel”, del “conducator”, del “padre de toda la humanidad”, “del hombre que más amamos” y demás lindezas, se presenta como la esperanza de “salvación”. Curiosamente, no se dice nada de la información del sujeto, ya sea criminal, ladrón, impostor o inepto. Lo que se dice de él es sólo lo que realiza con sus “acciones”.

 12).- Creación de enemigos. Se carga sobre ellos todo tipo de desastres y frustraciones.

 13).- Disidentes. Son encarcelados o eliminados. Pero a veces, para crear una buena imagen internacional, se les deja salir del país, calificándolos, de “gusanos”, traidores, seres lumpen, corruptos, antipatriotas, etc.

 14).- Organizaciones del régimen. Estas organizaciones, que reciben varios nombres tales como vecinales, de “sindicatos”, etc. son alentadas, propiciadas, controladas y creadas por el  propio régimen. Se pretende dar la impresión de que los individuos se relacionan libremente, pero en realidad esta relación está debidamente tutelada por el régimen.

 Podríamos seguir enumerando más cosas. Pero vamos a terminar con un asunto que en estos momentos es, y está, muy de moda en España: medidas populistas. Así, por ejemplo, cuando se toman o se deciden “medidas contra terceros”, se potencia y se promociona la participación popular, a la vez que se subvencionan sectores, sectores que están capitaneados por los “famosos”. Estos subvencionados organizan “actos” y manifestaciones con la participación, más o menos encubierta, del régimen.