La “Educación
para la ciudadanía” que propusieron en su día "El inepto de la
Moncloa" y su cuadrilla, podría cambiarse por “Educación para la
convivencia”, resumida en el siguiente decálogo:
1º).- Llevar a término la función educativa teniendo en cuenta, la cultura, la realidad, las tradiciones y las costumbres del pueblo.
2º).- Pretender que los alumnos lleguen a ser dueños de sí mismos de forma
libre y responsable y que acepten un orden de valores que den sentido a sus
vidas.
3º).- Tener un modelo educativo que contemple la trascendencia, creyendo y
transmitiendo todo tipo de valores basados en la religión cristiana.
4º).- Cultivar la educación moral en los aspectos personales, comunitarios y
sociales.
5º).- Potenciar la relaciones interpersonales y de comunicación entre el
alumnado para que se sienta en un verdadero clima de confianza y aperturismo.
6º).- Dedicar atención especial al trabajo intelectual responsable y serio,
procurando que el alumno llegue al máximo rendimiento, según sus posibilidades.
7º).- Promover diversas formas de trabajo en equipo, con el objeto de favorecer
la cooperación y la solidaridad.
8º).- Cultivar y promover actitudes de honradez, cumplimiento del deber,
servicio al bien común, etc.
9º).- Crear hábitos de trabajo responsable, interesándose por la justicia
social, a la vez que se promuevan actitudes solidarias y de compromiso.
10º).- Crear hábitos responsables, espíritu crítico e interés por las propias
realizaciones.
Pero, claro, de todo esto ni puñetero caso.
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