Como ya saben, el doctor Sancheznstein, tras cinco días de “reflexión”, ha pasado de “discontinuo” a “continuo”, pero cobrando. Anunció ayer lunes, día 29 de abril, que continuaría ocupando su cargo, manifestando que “He decidido seguir, con más fuerza, si cabe”.
Esa “fuerza”, ¿será ir contra los medios comunicación
y contra los jueces que no están de acuerdo con su desgobierno? Ya se sabe,
aunque se oculte, que este sujeto tiene pensado atacar a todo lo que se oponga
a sus obras, ya sean de carácter político, social o familiar. Ya nos entienden.
Sus ataques al Estado de Derecho aparecen por todos los lados.
Como recordarán, cuando comunicó su regreso, lo hizo
sin la presencia de periodistas, lo que llevaba el no contestar a ninguna
pregunta, presentándose con un victimismo de risa. Esta es la democracia de
este impresentable.
Después habló de conspiración, diciendo que sus
problemas eran debidos a un “movimiento reaccionario mundial”. Sin
comentarios.
Vamos a ver alguna de sus frases que pronunció cuando
dejó de ser “discontinuo” para pasar a “continuo”. Verán el populismo, la
demagogia y la logomaquia de siempre de este sujeto.
“Asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin
descanso, con firmeza y con serenidad, por la regeneración pendiente de nuestra democracia, y por el avance y la consolidación de derechos y de
libertades” ¿A qué derechos y libertades se
referirá? ¿Se referirá a las libertades y derechos de todos, todas y “todes”
que no comulgan con su ideología decimónica y trasnochada?
“Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos
ser, y creo que nuestro país necesita hacer esta reflexión colectiva (...), una
reflexión colectiva que abra
paso a la limpieza, a la regeneración, al juego limpio”. Esto sí se
abrirá paso si esta camarilla deja de desgobernarnos.
“Hoy pido a la sociedad española que volvamos a ser
ejemplo, inspiración para un mundo convulso y herido, porque los males que nos
aquejan no son ni mucho menos exclusivos de España; forman parte de un movimiento
reaccionario mundial que aspira a imponer su agenda regresiva mediante
la difamación y la falsedad”. No sabemos cómo tiene la desfachatez de decir esto, cuando precisamente es
él el campeón de la difamación y de la falsedad, amén de las mentiras.
“Mostremos al mundo cómo se defiende a la democracia, pongamos fin a este fango de la única manera posible: mediante el rechazo
colectivo, sereno, democrático, más allá de las siglas y de las ideologías”. Sí estamos de acuerdo en poner fin a este fango, pero
el suyo en el que estamos inmersos.
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