sábado, 27 de abril de 2024

Una “pensada”


 

Recordamos que cuando en el trabajo surgía algún problema de complicada solución, siempre se decía coloquialmente: hay que echarle “una pensada”. Y esto es lo que vamos a hacer nosotros ante el gran problema de dificilísima solución que tiene España en estos momentos, problema que no es otro que la grave situación política, social y económica en la que estamos inmersos.

Esta grave situación ha hecho que la desconfianza sea el denominador común de la sociedad española. Esta desconfianza no es sólo por la situación económica, sino porque estamos viendo que los pilares básicos sobre los que tiene que sustentarse todo Estado de derecho, se están hundiendo y tambaleando.


Así, estos gobiernos que hemos tenido, así como el actual, en vez de mirar por los intereses generales de nuestra Patria (concepto este que ahora no se usa), sólo miran por los asuntos suyos y por los de los grupos afines que les puedan ayudar a mantenerse en el poder. Esto es, ni más ni menos, estar fuera de la ley.


Como recordarán, (hay que recuperar la memoria histórica),cierto inepto que hemos tenido de presidente anteriormente, fue el hazme reír cuando manifestaba cada dos por tres, con gran osadía y atrevimiento, que estábamos en “recuperación económica”, recuperación que dejo un pufo de casi un billón de euros.


Por otra parte, su incoherencia política fue la que produjo todo este revoltijo y desbarajuste tanto a nivel social, educativo, moral ,etc. Claro que para él y su pandilla de íncubos, este desbarajuste no era tal, sino una trama maquiavélicamente concebida no para la transformación y mejora de España, sino para su destrucción. Efectivamente, a nuestra Patria “no la conoce ni la madre que la parió”. 


En lo que a educación se refiere, con la implantación e imposición de la EpC (“Educación para la ciudadanía”) se persiguió crear una nueva moral contraria, opuesta y distinta a la cristiana.


En lo económico, poco se puede decir que ya no se sepa: política intervencionista, fracaso, derroche por doquier, “chiringuitos” por todas partes, corrupciones, etc.


Políticamente, la cosa no tiene nombre: quiebra y fractura de la Patria. Y en cuanto a política exterior se refiere, la cosa fue esperpéntica: obsesión por  “La alianza de civilizaciones”.


Pero hay más. No contento con todo lo anterior, volvió a la carga con el tema de la Guerra Civil Española con el objeto de abrir de nuevo viejas heridas para enfrentar a los españoles. Mal asunto este. El daño que ha hecho a España es tan grande, que se necesitarán años y paños para que se recupere. Dios quiera que nos equivoquemos.

 

Lo peor del asunto, es que su sucesor sigue en las mismas, o mejor dicho, en las “peores”. Ahí tenemos el panorama de la “dimisión”, que veremos a ver en qué para.



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