viernes, 5 de abril de 2024

De la violencia no se salvan las iglesias ni los poetas.

 

Vean el siguiente escrito de cubanet.org

Criminales y delincuentes son el furto de una sociedad que en no pocos casos han sancionado más severamente a quien mata una vaca que al que ultima un semejante.

HARRISONBURG, Estados Unidos. – Pareja a la crisis económica que sufre nuestro país, va otra que refleja el deterioro de numerosos valores cívicos y morales. Es lo que Dagoberto Valdés ha llamado con mucho acierto “daño antropológico de la sociedad cubana”.

Si las cifras de hechos violentos ocurridos en Cuba durante 2023 fueron alarmantes, las correspondientes al primer trimestre de este año confirman que la violencia es una realidad insoslayable.

Sin embargo, voceros oficialistas como Humberto López han tratado de minimizar este fenómeno, extendido desde las ciudades hasta los más recónditos lugares de los campos.

En una reciente presentación televisiva, el vocero trepador ―miembro del Comité Central del PCC― refrendó la opinión de un alto oficial del Ministerio del Interior (MININT) de que es incierto que ahora haya más delitos que antes. Según ambos, hay una falsa percepción de la realidad debido a que las redes sociales magnifican esos sucesos. 

Contraria a esa posición fue la de otro alto oficial del MININT en la provincia de Santiago de Cuba, quien el pasado mes de enero se reunió con vecinos del reparto Abel Santamaría, de la capital provincial, y reconoció la existencia de bandas criminales armadas en ese territorio, dedicadas a asaltar ciudadanos y sembrar el terror.

Los hechos no mienten. Ese ambiente de peligro también existe en otras ciudades cubanas.

Fuente: https://www.cubanet.org



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