sábado, 16 de septiembre de 2023

Personajes históricos. San Ignacio de Loyola


 

Nació en la localidad Loyola, Azpeitia, (Guipúzcoa) en 1491, falleciendo en Roma en 1556.

Fue un buen cristiano y un soldado valiente. Los franceses se habían apoderado de Pamplona, participando Ignacio en su defensa, siendo herido en una pierna. Por este motivo se retiró a Loyola para ser curado. Durante este tiempo leyó un libro que trataba sobre la vida de Jesucristo, y otro sobre las vidas de santos, circunstancia esta que le sirvió para ponerse al servicio de Jesucristo.

Compró una mula y sobre ella se desplazó hasta Manresa, entregándose en la Santa Cueva a todo tipo de penitencias y meditaciones. Cuando lo estimó oportuno empezó a escribir sus “Ejercicios espirituales”, que son unas meditaciones y promesas dirigidas a dominar las pasiones desordenadas y vivir con santidad.

Cuando tenía 32 años se embarcó para los Santos Lugares, estudiando latín y teología a su regreso en las universidades de Alcalá, Salamanca y París, en donde conoció a varios hombres que prometieron ir a Montmartre con el objeto de hacer el voto de pobreza y castidad.

Recorrió Italia, y en Roma, en la iglesia de Santa María la Mayor, dijo su primera Misa. Después visitó al Papa Paulo I I I, pidiéndole permiso para fundar la Compañía de Jesús, cosa que se le autorizó, siendo el primer general. Dicha Compañía fue el gran enemigo del protestantismo, y en el Concilio de Trento, en el que estaban los mejores teólogos católicos europeos, brilló con gran luz por medio del Padre Laínez que, al fallecer San Ignacio, le sucedería en la Compañía.

San Ignacio de Loyola fue canonizado en el año 1622 por el Papa Gregorio X V.

 Fuente: páginas 78 y 79 del libro “Cien figuras españolas. Biografías de españoles célebres”, autor Antonio J. Onieva, Imprenta Casa Editorial “Hijos de Santiago Rodríguez”, Burgos 1951, 212 páginas.



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