Ya hemos dicho varias veces en este blog que
uno de los cánceres económicos que tenemos en esta desguazada España, son los
reinos Taifas, es decir, las autonomías, que han servido para llegar a la
situación actual de los separatismos.
¿Qué es eso del Estado Autonómico, del que se
habla y se habla? Pues sencillamente una repetición y una clonación de
organismos y chiringuitos, que dan origen a una serie de gastos monstruosos que el
pobre contribuyente tiene que pagar.
Aparte de la ineficacia, por mucho que digan lo
contrario, la “descentralización” no ha traído más que una división social en
todos los ámbitos nunca vista. Ahí están las broncas, tensiones, tiranteces,
disputas, etc, etc, entre regiones, creando desigualdades entre los españoles
por mor de su lugar de residencia.
Lo curioso del caso es que los partidos
separatistas no solamente intervienen y controlan las regiones que gobiernan,
sino que también intervienen en los asuntos nacionales desde el Congreso, con
vetos, impedimentos, obstáculos, chantajes, coacciones, exigencias, etc, para
aprobar “embestiduras” y presupuestos. Demencial, querido Watson, no elemental.
Todo esto se podría arreglar con la
ilegalización de los partidos que no respeten la Constitución, cuyo Artículo 2
habla de la “indisoluble unidad de la Nación”.
Por otra parte, la Ley Orgánica de partidos
políticos 6/2002, dice en su Artículo 9, Apartados 1 y 2:
“1.- “Los partidos políticos
ejercerán libremente sus actividades. Deberán respetar en las mismas los
valores constitucionales, expresados en los principios democráticos y en los
derechos humanos. Desarrollarán las funciones que constitucionalmente se les
atribuyen de forma democrática y con pleno respeto al pluralismo.
2. Un partido político será declarado ilegal cuando su
actividad vulnere los principios democráticos, particularmente cuando con la
misma persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades o imposibilitar o
eliminar el sistema democrático, mediante alguna de las siguientes conductas, realizadas
de forma reiterada y grave:
a) Vulnerar sistemáticamente las libertades y derechos
fundamentales, promoviendo, justificando o exculpando los atentados contra la
vida o la integridad de las personas, o la exclusión o persecución de personas
por razón de su ideología, religión o creencias, nacionalidad, raza, sexo u
orientación sexual”.
En fin, a pesar de esto, estos “Picapiedra monklovitas”
que tenemos ahora, seguirán con sus colusiones, dependiendo de las mafias
separatistas para seguir en la poltrona.
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