Aplausos y caceroladas

“El pueblo soberano”, manejado y trajinado por los de la internacional de la mentira, el odio y el terror, a través de los “mass-media”, redes sociales, etc,  es incapaz de pensar de forma objetiva sobre los graves asuntos por los que atraviesa España en estos momentos. Lo importante es “pensar” como dicen. Así, se da por cierto cualquier cosa que diga, por ejemplo, la telebasura “¡Es que lo dijo la tele . . .!”, cayendo en el sofisma y falacia “argumentum ad verecundiam”, o también “magister dixit”. Es decir, lo dijo Blas, punto redondo. Cuando se nombra, se menta, se hace referencia constantemente a otras personas, se cae en la pérdida de personalidad, admitiendo de forma inconsciente todo lo que le dicen. Dicen lo que saben, pero no saben lo que dicen.

Lo peor del asunto, es que este “modo de pensar” empieza en la escuela, inculcando en los educandos unas brumosas ideologías decimonónicas, que ya sabemos lo que traen. A los mentados educandos, que apenas saben leer y escribir, se les inculca una serie de dogmas político-ideológicos, que les llevarán a decir verdaderas bestialidades cuando sean un poco mayores. (Como recordarán, ya hemos comentado que conocemos a una ni-ni-ni, ni estudia, ni trabaja, ni lo intenta, que decía que iba a votar a “Podemos” porque quería comprarse un “Mercedes”)

Después, cuando ya son mayores, quieren que se les escuche, y si se les cuestiona con razonamientos, documentos y realidades sus exposiciones, montan en cólera con insultos de todo tipo. Son incapaces de tomar conciencia de los peligros a que estamos expuestos, ya que el conocimiento que tienen de lo que les rodea es muy raquítico.

En fin, si los españoles exigiésemos, participásemos y denunciásemos por todos los medios las mentiras, engaños y embelecos que nos sueltan a todas horas por los “mass-media” más ad hoc al sistema, en vez de aplausos y caceroladas en los balcones, otro gallo nos cantaría.