martes, 31 de marzo de 2020

Memoria histórica. Stalin ( y I I )



Como decíamos en el anterior artículo, la admiración que tenían, y tienen, muchos políticos e “intelectuales” sobre el cruel y sanguinario Stalin, era, y es, demencial.

Especial mención merecen las composiciones y cuadros que le hicieron escritores, poetas y pintores, tales como Miguel Hernández, Picasso, Rafael Alberti ( I ), Pablo Neruda y alguno más.

Miguel Hernández, miembro del Partido Comunista de España en los tiempos de la nefasta República, pertenecía al Ejército republicano durante la Guerra Civil Española. En sus escritos, poemas y poesías, glorificaba, ensalzaba y enaltecía no solamente a Stalin, sino a la Rusia de aquellos tiempos. Como comisario político que era, sermoneaba y predicaba a los milicianos para que matasen y asesinasen sin ningún tipo de miramientos. El muy cobarde lo hacía en la retaguardia, estando completamente seguro y protegido de las batallas que tenían lugar en distintos frentes. Unos de los versos que compuso a Stalin, decía:

“Ah, compañero Stalin: de un pueblo de mendigos
has hecho un pueblo de hombres que sacuden la frente,
y la cárcel ahuyentan, y prodigan los trigos,
como a un inmenso esfuerzo le cabe: inmensamente”
Sin comentarios.

Picasso, como es lógico, le pintó algún que otro cuadro. Este tipo, y como ya sabrán, decía que era comunista, pero multimillonario. Vivía suntuosamente en la Costa Azul, y al pobre hombre no se le ocurrió ir a vivir al paraíso soviético ¡Vaya despiste! Pintó un cuadro intitulado “Stalin, a tu salud”. A los diez días de morir el genocida, pintó otro que no gustó mucho.

Sobre Rafael Alberti, ya hemos hablado varias veces de él. Estudió en colegios de jesuitas y carmelitas, afiliándose al PCE durante la Segunda República. Escribió en una revista llamada “El Mono Azul”, siendo el responsable del apartado “A paseo”, donde promovía persecuciones y ejecuciones
.
Como no podía ser de otra manera, al terminar la guerra huyó, instalándose en París. De ir a vivir a la amada Unión Soviética, anda de nada. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, y ante la amenaza de Alemania, huyó a Argentina, viviendo en la capital. También vivió en Chile y en Roma. Y para remachar el clavo, en 1965 recibió el “Premio Lenin de la Paz”.

El chileno Pablo Neruda, cuyo nombre real era Neftalí Reyes Basualto, era un comunista muy vinculado y comprometido con el Frente Popular de aquella desastrosa República española. Fue Premio Nóbel de Literatura en 1971. Compuso una oda al criminal Stalin. También escribió sobre la conquista americana por España, siendo un gran adalid y cabecilla de la Leyenda Negra. Uno de sus versos decía:

“Unión Soviética, si juntáramos
toda la sangre derramada en tu lucha,
todo lo que diste como una madre al mundo
para que la libertad agonizante viviera,
tendríamos un nuevo océano grande como ninguno
viviente como todos los ríos,
activo como el fuego de los volcanes araucanos”.

Sin comentarios. Otro verso decía:

“Stalinianos. Llevamos este nombre con orgullo.
Stalinianos. Es esta la jerarquía de nuestro tiempo.
En sus últimos años la paloma
La Paz, la errante rosa perseguida, se detuvo en sus hombros
y Stalin, el gigante, la levantó a la altura de su frente.
Así vieron la paz pueblos distantes”
Sin comentarios también.

Y para terminar con este “Premio Nóbel”, en 1948 escribió “Que despierte el leñador”. En esta obra se lee:

“En tres habitaciones del viejo Kremlin
vive un hombre llamado Stalin.
Tarde se apaga la luz de su cuarto.
El mundo y su patria no le dan reposo”
Sin comentarios también

( I ).- Recomendamos leer nuestro artículo “Rafael Alberti, intransigente y cruel ciudadano”, insertado en este blog con fecha 14 de noviembre de 2011.




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