Cada vez que habla Pablo Iglesias, con su populismo,
verborrea, demagogia y logomaquia, nos recuerda al sátrapa, tirano y déspota Fidel
Castro Ruz, “El Comandante”, “El compañero”, “Manguito”, “Esteban Dido”, etc.
Hay un vídeo de YouTube intitulado “Pablo Iglesias:
Fidel enseñó al mundo la palabra soberanía”, en el que, entre otras cosas,
dice que fue “una figura fundamental para entender el siglo X X”
¿Por qué “El coleta” no dice de esta “figura
fundamental” sobre los encarcelamientos, represión y asesinatos de
disidentes, así como de las protestas de las Damas de Blanco?
¿Por qué tampoco dice nada de lo que escribía uno de
los líderes de la revolución cubana, Jorge Masetti, que en su día fue íntimo
colaborador de Castro, en su obra “El furor y el delirio”,
( I ) , Tusquets Editores, S.A., 1.999, 298
páginas incluido el Índice onomástico. En la página 275 se lee:
“Hoy puedo afirmar que por suerte no obtuvimos la victoria, porque de haber sido así, teniendo en cuenta nuestra formación y el grado de dependencia con Cuba, hubiéramos ahogado el continente en una barbarie generalizada. Una de nuestras consignas era hacer de la cordillera de los Andes la Sierra Maestra de América Latina, donde, primero, hubiéramos fusilado a los militares, después s los opositores, y luego a los compañeros que se opusieran a nuestro autoritarismo; y soy consciente de que yo hubiera actuado de esa forma.
Si no hubiera sucedido la catástrofe del proceso y su desenlace trágico, era tal mi confusión mental, que, a pesar de las dudas que me embargaban, es posible que hubiera permanecido en Cuba. Quizá hubiera llegado al suicidio, porque si en 1989 me costó admitir la verdad, reconocer, diez años más tarde, la gran barbarie que ha significado el comunismo cubano, me hubiera desmoronado. Por lo menos gané diez años que me permitieron reconstruir mi vida”.
Tampoco comentan nada sobre el libro “Terrorismo: la red internacional” ( I I ), de Claire Sterling, Editorial Lasser Press, Argentina, 1982, 365 páginas incluida Bibliografía.
Entre otras cosas, se dice en esta obra, ampliamente documentada, que en Cuba se entrenaban terroristas de todo el mundo al mando del coronel soviético Vadim Kotchergine. Asimismo también se habla del Campo de Matanzas, en las afueras de La Habana, donde también se entrenaban guerrilleros, bajo la supervisión del coronel soviético Viktor Simenov, de la KGB. Todo esto que comentamos se puede leer en las páginas 57, 149, 201 y 260.
“Hoy puedo afirmar que por suerte no obtuvimos la victoria, porque de haber sido así, teniendo en cuenta nuestra formación y el grado de dependencia con Cuba, hubiéramos ahogado el continente en una barbarie generalizada. Una de nuestras consignas era hacer de la cordillera de los Andes la Sierra Maestra de América Latina, donde, primero, hubiéramos fusilado a los militares, después s los opositores, y luego a los compañeros que se opusieran a nuestro autoritarismo; y soy consciente de que yo hubiera actuado de esa forma.
Si no hubiera sucedido la catástrofe del proceso y su desenlace trágico, era tal mi confusión mental, que, a pesar de las dudas que me embargaban, es posible que hubiera permanecido en Cuba. Quizá hubiera llegado al suicidio, porque si en 1989 me costó admitir la verdad, reconocer, diez años más tarde, la gran barbarie que ha significado el comunismo cubano, me hubiera desmoronado. Por lo menos gané diez años que me permitieron reconstruir mi vida”.
Tampoco comentan nada sobre el libro “Terrorismo: la red internacional” ( I I ), de Claire Sterling, Editorial Lasser Press, Argentina, 1982, 365 páginas incluida Bibliografía.
Entre otras cosas, se dice en esta obra, ampliamente documentada, que en Cuba se entrenaban terroristas de todo el mundo al mando del coronel soviético Vadim Kotchergine. Asimismo también se habla del Campo de Matanzas, en las afueras de La Habana, donde también se entrenaban guerrilleros, bajo la supervisión del coronel soviético Viktor Simenov, de la KGB. Todo esto que comentamos se puede leer en las páginas 57, 149, 201 y 260.
Tampoco comenta nada sobre el libro “La vida oculta
de Fidel Castro”( I I I ), escrito por el teniente
coronel Juan Reinaldo Sánchez, ex guardaespaldas de Fidel durante casi veinte
años, Editorial Península, octubre 2014, traducido por Rosa Alapont, 286
páginas.
Así, nos dice Juan
Reinaldo que por el Campamento Punto Cero de Guanabo, pasaron y se instruyeron
grupos terroristas de todo el mundo: ELN, FARC, Sendero Luminoso, Tupac Amaru,
Frente Farabundo Martí, Frente Sandinista, el IRA, los Black Panthers y
terroristas de la OLP y, como no, de ETA. También nos dice el autor que Castro
acogió a todo tipo de guerrilleros, como el sádico y temible Illich Ramírez,
alias “Carlos”.
En cuanto al entrenamiento
de ETA, queda descrito en la página 125 y siguientes, dando nombres y apellidos
de varios de sus miembros, diciendo el autor que “en La Habana , los
etarras se sentían como pez en el agua, acogidos con los brazos abiertos por
Castro”. (Página 125).
Cuando la revista
“Forbes” en 2006 publicó una lista de los reyes y dictadores más ricos del
mundo, Fidel Castro ocupaba un puesto entre las diez mayores fortunas con 900
millones de dólares. Como no podía ser de otra manera, esta noticia puso de
malos humos a “Manguito” que, ante estas “infames calumnias” dijo
que “no poseía nada más que sus novecientos pesos de salario mensual, es
decir, veinticinco euros” (Página216). Dalia, mujer de Fidel Castro, le
dijo en cierta ocasión al autor de este libro: “No te preocupes, Sánchez,
el futuro de la familia está asegurado” (Página 219).
Pero lo que colmó el vaso de Reinaldo Sánchez, fue el
asesinato por orden de Fidel Castro de Arnaldo Ochoa, junto con otros tres
jefes, por haber “mancillado la Revolución” y “traicionar a Fidel” (Página 253).
Esto está bien explicado en el Capítulo X V intitulado “El caso Ochoa”, páginas 249 a 265, en el que se habla del tráfico de coca con el conocimiento y beneplácito del dictador.
Esto está bien explicado en el Capítulo X V intitulado “El caso Ochoa”, páginas 249 a 265, en el que se habla del tráfico de coca con el conocimiento y beneplácito del dictador.
En la página 20 nos cuenta el autor la “veintena de bienes inmuebles,
empezando por Punto Cero, su inmensa propiedad de La Habana, próxima al barrio
de las embajadas; La Calera del Rosario, que alberga asimismo su marina
privada, en la bahía de Cochinos, y La Deseada, un chalet en el corazón de una
zona pantanosa de la provincia de Pinar del Río, donde todos los inviernos
Fidel practica la caza de patos y otras aves acuáticas. Sin olvidar las demás
propiedades reservadas, en todas y cada una de las provincias administrativas
de Cuba, para su uso exclusivo”.
En fin, podríamos seguir, pero haría el artículo un poco largo.
( I ).- Libro comentado en
este blog con fecha 6 de diciembre de 2016.
( I I ).- Libro comentado en este blog en diciembre de 2.016.
( I I I ).- Libro comentado en
este blog en noviembre de 2.016.
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