En medio de un clima político tenso y con el
calendario marcando un mes clave, el desgobierno de Su Sanchidad parece
decidido a sacar adelante una nueva reforma legal que amenaza con alterar el
equilibrio de poderes en el Estado: la conocida como “Ley Bolaños”. El nombre
no oficial hace referencia a Félix Bolaños García, ministro de Justicia y
Relaciones con las Cortes, principal promotor de una norma que ha generado una
fuerte polémica tanto dentro como fuera del ámbito jurídico.
Aunque esta “ley” aún no se haya publicado, varios
medios y fuentes jurídicas han filtrado algunos de los puntos clave del
anteproyecto. Entre ellos destacan dos aspectos especialmente controvertidos:
a).- Apartar a los jueces instructores de las
investigaciones penales, limitando su papel y transfiriendo buena parte de sus
funciones al Ministerio Fiscal.
y b).- Otorgar el control operativo de la UCO (Unidad
Central Operativa de la Guardia Civil) y otras unidades policiales de
investigación, a la Fiscalía, en lugar de mantenerlo bajo el poder judicial.
A simple vista, puede parecer una mera
reestructuración administrativa. Sin embargo, las implicaciones de esta medida
son profundas y potencialmente preocupantes.
Como ya sabrán y recordarán, la mencionada UCO, jugó
en su día un papel clave e importantísimo en investigaciones sensibles, como
los casos Gürtel, Púnica, Kitchen o los ERE. Su trabajo, hasta ahora bajo
mandato de jueces, ha permitido descubrir tramas de corrupción que
involucraban, e involucran, tanto a PP como al PSOE . Transferir su control
operativo a la Fiscalía, que depende jerárquicamente del Gobierno, plantea
dudas sobre la neutralidad futura de sus investigaciones.
Varios colectivos judiciales, asociaciones de jueces y
fiscales, y expertos en Derecho han alertado sobre los riesgos de esta reforma.
Denuncian la falta de consenso, la rapidez con la que se quiere aprobar y el
debilitamiento de la separación de poderes.
Incluso voces europeas observan con inquietud estos
movimientos. No sería la primera vez que una institución comunitaria interviene
ante reformas judiciales que puedan vulnerar los principios básicos del Estado
de Derecho.
En fin, de lo que se trata es de controlar la Justicia
desde el poder ejecutivo. Esta es la “regeneración democrática”, más
bien degeneración democrática.
¿qué opinarán los jueces por oposicion adolfo carretero sanchez y alfonso villagomez cebrian?
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