La
política separatista promocionada y alentada por el “Bobo Solemne ZP en su día,
y continuada actualmente por el “doctor Sancheznstein” y su “complexo”, están
tendiendo una trampa a España, trampa que, además de suponer la desmembración
de nuestra patria, se hace con el pretexto cultural.
Cuando
en el bachiller estudiábamos los distintos dialectos, no nos suponíamos ni por
asomo que estos estudios iban a ser utilizados como armas de agitación
política.
Y
decimos esto porque una vez desmontados los revolucionarios “sesentayochistas”,
y caído el muro de Berlín, con lo que esto supuso, cualquier cosa podría valer
como sucedáneo. Y así “surgieron” las mareas ecológicas y lingüísticas.
No
estamos diciendo aquí que no se deba de mirar por el planeta Tierra.
Evidentemente, esto tiene que ser una preocupación universal que todos debemos
defender. Pero de esto a hacer de tal defensa una bandera roja, aunque sea sin
hoz ni martillo, hay un abismo porque los fines son otros.
En cuanto a las lenguas
vernáculas de catalanes, vascos, gallegos y algunas más que se puedan descolgar
por ahí, y a pesar de que estén amparadas por la Constitución , no
servirán más que para el aniquilamiento de España y de la mismísima Carta Magna
que, como dicen los “modelnos”, esto no tiene ninguna importancia porque hubo
varias en nuestra nación.
La balcanización de nuestra Patria puede venir por ahí, con el agravante de que Galicia, Vascongadas y Cataluña nunca fueron nada fuera de España. Además hay una cosa clarísima: si un astur habla en bable, un gallego en galaico, un vasco en vascuence y uno de “Catalonia” en catalán, ¿cómo se van a entender con un islámico andaluz que, como ya es sabido, pronto hablará en árabe? Si verdaderamente quieren entenderse tendrán que usar una lengua común, que no es otra que la española, “manque” les pese.
La balcanización de nuestra Patria puede venir por ahí, con el agravante de que Galicia, Vascongadas y Cataluña nunca fueron nada fuera de España. Además hay una cosa clarísima: si un astur habla en bable, un gallego en galaico, un vasco en vascuence y uno de “Catalonia” en catalán, ¿cómo se van a entender con un islámico andaluz que, como ya es sabido, pronto hablará en árabe? Si verdaderamente quieren entenderse tendrán que usar una lengua común, que no es otra que la española, “manque” les pese.
Y
pare terminar, ¿conocen a algún Premio Nobel que haya escrito en lenguas
vernáculas?
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