¿Delenda est Europa?

 

Como decíamos en nuestro artículo “Delenda est España”, si viviesen Ortega y Gasset y Catón, probablemente ambos escribirían “Delenda est España”, en vez de “Delenda est monarquía” y “Delenda est Cartago”, respectivamente. Seguro que también se les hubiese ocurrido “Delenda est Europa”.

Uno de los grandes problemas de nuestro continente es el de la demografía, promovido, sin duda, por las leyes abortistas que llevan campando por sus respetos unos cuantos años, trayendo nefastas consecuencias, como pueden ser, por ejemplo, la destrucción de la familia, entre otras cosas. Y si a esto unimos la inmigración galopante que proviene de países de gran fecundidad de origen islámico, el panorama es preocupante, hasta tal punto que algunas previsiones dicen que para el año 2.040 casi toda la población activa será islamista, con lo que nos despediremos de la cristiana Europa. 

Suponemos que esto último a muchos no les importará . . . pero las “hembristas”, que no feministas, ¿no tienen nada que decir? ¿Creerán que se seguirá respetando la parida de la paridad? ¿Creerán que se les permitirá el homosexualismo, el engañar al marido, etc. sin que sean lapidadas? ¿Pensarán que, por ejemplo, si van a un museo, a un campo de fútbol, a un concierto, etc, pueden hacerlo solas sin ir acompañadas de sus maridos, perdón, de sus compañeros? ¿Creen, asimismo, que podrán viajar solas, y que si se ponen enfermas no podrán ser tratadas ni examinadas por un médico varón? ¿Creerán también que se puede salir por televisión enseñando tabalarios, senos y bragas? ¿Pensarán que pueden  tener acceso a ocupar carteras ministeriales, presidencias, vicepresidencias, puestos ejecutivos, etc, etc?

 Todo este desastre que se nos avecina tiene su origen en el hedonismo y en el relativismo, como ya hemos dicho varias veces. Los valores occidentales que terminaron con civilizaciones totalmente desfasadas, están siendo brutalmente pisoteados y ninguneados, lo que traerá irremediablemente la destrucción de la nuestra.

 Esta Patria nuestra es el farolillo rojo de Europa. Ahí están la tasa de natalidad más baja del continente y las clínicas abortistas por doquier, promovido todo ello por una mal llamada “ideología de género”, que tiene en su frontispicio lo de que la mujer es tan hombre como el que más.

 En un encuentro oficial para intentar establecer un diálogo cristiano-islámico, el arzobispo Bernardini comentó las declaraciones de un alto personaje musulmán: “Gracias a vuestras leyes democráticas os invadiremos; gracias a vuestras leyes religiosas os dominaremos; los petrodólares que entran en Arabia Saudí y en otros gobiernos Islámicos , son usados para construir mezquitas y centros culturales en países cristianos con inmigración islámica, incluida Roma”. Sin comentarios.

 En fin, si seguimos renegando de nuestros valores, acabaremos siendo una sociedad débil y estéril que será barrida por el Islam irremisiblemente. ¿Delenda est Europa?