Aparte de la demagogia y la logomaquia,
una de las armas del socialismo y del comunismo es el populismo, sobre todo en
el comunismo. Ahí tenemos a los jerarcas de “Podemos”, además de otras, otras y
“otres”, que nada tienen que envidiar a los Maduro, Evo Morales, Hugo Chávez, Fidel
Castro. etc, etc.
La base principal de este populismo es
incrustar el odio en el “pueblo soberano”, aunque también tiene otras bases
como por ejemplo la limitación, e incluso, la supresión de todo tipo de
libertades, ya sean políticas, sociales o económicas.
Para estos populistas lo principal es
captar votos, importándoles un bledo, dos cominos y tres dídimos, el bienestar
y el progreso. Para ello utilizan toda clase de mentiras, embustes y embelecos,
llevando a dicho “pueblo soberano” a una toxicidad de difícil cura, hablando
constantemente de “mayoría”, que no deja de ser la de unos pocos.
Otra arma es la de hablar a todas horas de
un Estado en crisis, a la vez que transmiten a dicho “pueblo soberano”, que
están siempre en lucha para paliar dicha crisis.
Por otra parte, a pesar de que hablan
constantemente de democracia, sus simpatías y vínculos se decantan siempre por
el autoritarismo, creando unos líderes a los que califican de “hombres
fuertes”. De “mujeres fuertes” y de “líderas”, nada de nada, oiga ¿Han visto en
algún país comunista una “lídera” por algún lado? Que se lo pregunten a Marx,
Lenin, Stalin, Kruschef, Ceaucescu, Pol Pot. Ho-chi-Min, King Jon-Un, Fidel
Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Nicolás Maduro, etc, etc.
Por otra parte, el populismo
campa por sus respetos en estos momentos en España. Lo hemos visto en esta
última campaña electoral, así como en la actual gallega: inculcar odio e
intentar, por los medios que sean, dividir a la sociedad y crear crispación
vendiendo humo.
De este populismo, el pueblo
soberano no tiene ni idea porque es incapaz de hacer un mínimo análisis. No
sabe que, una vez instalado en el poder, la Justicia dejará de existir,
apareciendo otro tipo de “justicia”. La libertad de expresión también se esfumará,
pasando los “mas-media” a ser controlados por la maquinaria estatal. Mantener
la ignorancia y la estulticia es rentable, oiga. Es decir, que con un discurso
“sencillo” y pobre, se pueden ganar unas votaciones, que no elecciones.
La Constitución, será
“modificada” para adaptarse a los “nuevos tiempos”, en los que las
nacionalizaciones, estatizaciones y el “¡exprópiese!” aparecerán por doquier,
trayendo como consecuencia una terrible caída de la economía que hará y creará
más paro y más pobres.
Como prueba de esto, y de otras
muchas más cosas, ahí tenemos al populista Pablo Iglesias, cuando dijo que la
propiedad privada es unos de los grandes errores de la humanidad. Por tanto,
“El Coleta” nada querrá saber de este “error” debido a su suntuosa propiedad
privada.
Y luego lo de siempre: la culpa
es de los fascistas, de la derecha, del capital, de la “Infame”, de la
conspiración judeo-vaticana y demás monsergas de siempre.
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