La izquierda
en general, y en España en particular, con los poderosísimos medios de difusión
en sus manos, como mandan los cánones gramscianos, está procediendo a un
vaciamiento de mentes al más puro estilo totalitario.
Los conceptos más usados por la progresía, son los de libertad y democracia,
como es sobradamente sabido. Se creen con la suficiente catadura y autoridad
moral para ser los heraldos de los citados conceptos, a la vez que muestran y
demuestran una intransigencia y una intolerancia contra todo aquello y todo
aquel que no comulgue con sus decimonónicos, caducos y arcaicos principios.
Estos progres de salón, de fastuosa vida y suculentos emolumentos, cambian
mensajes y objetivos según convenga a su criterio político, o a sus intereses
electorales.
Pero hay una cosa de la que no son capaces de desprenderse porque así lo manda
el manual. A saber: su fanatismo anti religioso, que conlleva, entre otras
cosas, al cambio cultural, como puede verse en la “asignatura” EpC.
Sin ningún recato, defienden sistemas totalitarios y teocráticos (a Alá ni
tocarlo) por mor de la Alianza de Civilizaciones y del “multiculturalismo
identitario”.
Hay muchas cosas curiosas que demuestran la incoherencia y la inconsecuencia de
estos progres. Una de ellas es que, mientras “luchan” por la liberación de la
mujer, cayendo en un empalagoso “hembrismo”, no dicen, o no se atreven, a
comentar nada sobre la tal liberación de la mujer en el Islam ¡Ellos que son
tan internacionalistas! Hay que respetar las costumbres y creencias
extranjeras, oiga. Pero las propias, las tradicionales y universales que
imperan dentro de “los muros de la Patria mía, si un tiempo fuertes ya
desmoronados”, hay que barrerlas y destruirlas.
Nos gustaría ver un enlace entre una “miembra hembrista” con un islámico.
Suponemos que aceptaría ponerse vestidos largos, pañuelitos o burkas porque
para eso está lo anteriormente mencionado, es decir, la Alianza de
Civilizaciones y el “multiculturalismo identitario” ¿Se adaptarían a ese
machismo férreo, dictatorial, impostor y esclavista?.
Y para terminar, una consideración señoras “hembristas”: si el feminismo, según
dicen ustedes, es liberación, el Islam es sometimiento, discriminación,
obediencia y marginación ¿Por qué se mofan, combaten, persiguen y se ríen de
los símbolos cristianos, y no hacen lo propio con el Islam? Pues muy sencillo:
porque el Cristianismo pone la otra mejilla y el Islam pone la bomba.
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