lunes, 12 de febrero de 2024

Razonamientos y sofismas de los “analistas”


 

Hay métodos para pensar, pero también hay sofismas para confundir. De los métodos, es mucho pedir al “pueblo soberano” que se pare a pensar un poco. De los sofismas, vale más no hablar: como no se piensa, la confusión está servida. Y así pasa lo que pasa: se admiten verdaderas barbaridades aceptadas por el simple hecho de que lo dicen los medios “ad hoc”, medios en los que hay insignes badulaques, estultos e ignorantes, llenos de baratija ideológica, sin contar los pedantes infumables marxistas que pululan por algún que otro “periodiquín” que, como ya hemos dicho muchas veces, traga todo lo que se le eche.

Los citados pedantes, con sus “análisis químicos” y sus “análisis marxistas”, lo único que hacen es desautorizar, o mejor dicho, pretender desautorizar un razonamiento o una afirmación por el mero hecho de que lo dijo fulanito de tal, a la vez que se le desautoriza a éste. Esto es, sencilla y llanamente, un sofisma. Lo que verdaderamente importa es lo que se dice, no quién lo dice.

Sin embargo, estos pedantes marxistas caen  constantemente, y contradictoriamente, en el sofisma “ad verecundiam”. Lo dicho por Marx, Lenin, Marigella, Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci, Stalin, Fidel Castro, Che Guevara, Mao, etc, etc, es irrevocable y va a Misa. No hay nada que discutir. Siempre tienen razón. “Su razón”, claro, como la que tenía D. Quijote cuando decía que eran gigantes y no molinos.

Y cuando se ponen a hacer “análisis marxistas” de cualquier asunto, la cosa ya es esperpéntica. Emplean el método axiomático, que más bien es dogmático, consistente en establecer o admitir una serie de enunciados o dichos por una “autoridad” (Marx, Lenin, Stalin, etc) y aplicarles una serie de reglas y normas que “convengan” a la materia de la que se hace el “análisis”. La cosa es salvar la teoría que, por ejemplo, puede ser la marxista. Aunque los enunciados antes mencionados no sean evidentes, se les acepta porque valen para el “razonamiento”.

¿Por qué no emplean estos “analistas” el método deductivo aristotélico, que es en el que se basa la Lógica, método que va de lo general a lo particular, y en el que las conclusiones a las que se llega no tienen falta de comprobación? Pues muy sencillo: si empleasen este método sus “razonamientos” y “análisis” fallarían estrepitosamente, ya que se verían que eran auténticas falacias, acompañadas de toda clase de sofismas: desde el mentado “ad verecundiam”, pasando por el “ad hominen”, hasta llegar al de “ad ignorantiam”, “ad odium” y “ad iram”, muy utilizados estos últimos en el “razonamiento” marxista, sin olvidar el “ad baculum”.



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